En 2015, un camión de transporte de materiales peligrosos se volcó en Alajuela. Ante el riesgo de una fuga de sustancias tóxicas, los bomberos acudieron al sitio del percance con un equipo de alta protección.
El automotor no tenía ningún rótulo visible que advirtiera sobre qué tipo de cargamento llevaba. Al llegar, los apagafuegos descubrieron que el vehículo en realidad acarreaba un producto alimenticio.
Algo parecido le ocurrió al bombero Luiz Ramírez en una emergencia con un cisterna. “Cuando llegamos, el chofer nos dijo que él no transportaba nada, que la calcomanía solo la usaba de adorno”, relató.
La falta de información precisa preocupa al Cuerpo de Bomberos, pues lo obliga a atender a ciegas los percances de camiones que cargan productos tóxicos, explosivos, radiactivos, inflamables o corrosivos.
Durante los primeros cinco meses del 2016, dicha entidad enfrentó un total de 1.813 urgencias que involucraban algún material peligroso. En el mismo periodo del 2015, se reportaron 1.973 casos.
“Abrir un contenedor es una caja de pandora; uno nunca se sabe lo que se va a topar. Muchas veces el conductor ni siquiera sabe qué es lo que transporta”, aseveró Héctor Chaves, director de Bomberos.
Reglas. En Costa Rica, el transporte de productos peligrosos está regulado por el Decreto Ejecutivo N.º 24715-MOPT-MEIC-S y la señalización de las unidades se rige por el decreto N.° 27008-MEIC-MOPT.
La normativa indica que el automotor debe llevar placas dependiendo del producto que transporta y un código de riesgo. Además, es indispensable que use la leyenda “Transporta material inflamable”.
Otro requisito fundamental es portar la ficha de emergencia. Este documento, aprobado por el Ministerio de Salud, detalla las características del producto que se lleva y qué hacer en caso de percance.
Sin embargo, el jefe de Bomberos manifestó que “rara vez” encuentran esta ficha en los vehículos accidentados.
Chaves afirmó que se han topado con camiones que transportan gas, pero que circulan sin rotulación; o con cisternas que usan la calcomanía de un tipo de material, pero que en realidad movilizan otra sustancia.
Sostuvo que esta falta de información dificulta la toma de decisiones y la reacción.
A manera de ejemplo comentó que hay camiones que cargan productos incompatibles entre sí que, en caso de un vuelco, podrían mezclarse y generar reacciones químicas que producen fuego o explosiones.
Otra preocupación es la antigüedad de las unidades de este tipo que circulan a través del país. De acuerdo con el VII Plan Nacional de Energía 2015-2030, su edad promedio es de 25 años, cuando lo conveniente es 10 años.
¿Quién regula? El decreto 24.715 señala que los responsables de aplicar las regulaciones sobre el transporte de materiales peligrosos son el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y el Ministerio de Salud.
Sin embargo, Ricardo Morales, de Protección al Ambiente del Ministerio de Salud, afirmó que el MOPT es el que debe hacer que se cumpla la normativa.
“Salud lo que hace es revisar las fichas de emergencia. Si un conductor no anda esa ficha es porque no hicieron el trámite. Debe sacarse de circulación, pero nosotros no somos inspectores de Tránsito”, alegó Morales.
Por su parte, la Unidad de Pesos y Dimensiones del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) se limita a verificar, en las estaciones de pesaje, que la rotulación de los camiones vaya acorde con las ficha de emergencia.
Gladys Coto, funcionaria de esa unidad, sostuvo que si un cisterna circula vacío, se le debe quitar la rotulación. “También, si hoy transporta pólvora, pero mañana lleva otro material, debe cambiarle la rotulación”, dijo.
Eso sí, la funcionaria insistió en que el control en carretera de estas unidades le corresponde a la Policía de Tránsito.
Sin recursos. Tanto el Ministerio de Salud como el Conavi señalan que la responsabilidad de aplicar el reglamento es del Tránsito.
Al respecto, Mario Calderón, director de ese cuerpo, alegó que no tiene recursos suficientes para cumplir dicha tarea, pues tienen que cubrir una serie de obligaciones mientras arrastran un déficitt de 1.000 inspectores
“Quisiéramos tener más oficiales para la regulación en carretera. Tenemos que atender accidentes, malos aparcamientos, quejas de ciudadanos, competencias deportivas, operativos de control de velocidad, de alcohol, de piques, motocicletas”, dijo.
Frente a tal panorama, parece que Bomberos seguirá atendiendo a ciegas los cisternas.