La CNFL gastó $1,6 millones en el desarrollo del Parque Eólico San Buenaventura, el cual, por falta de rentabilidad, está entrabado desde el 2013.
Este proyecto de $30 millones en Puntarenas será reactivado hasta que alguna empresa presente a la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) los diseños de una planta eólica “rentable y financieramente viable”.
A pesar de que el plan no camina, hasta hoy la Compañía ha hecho una serie de desembolsos que, según asegura el gerente general, Víctor Solís, “no son pérdidas sino inversiones recuperables; parte de la dinámica natural de cualquier proyecto”.
Estos incluyen $795.921 en asfaltado y arreglo de caminos; $473.497 en compra y alquiler de terrenos; $207.391 en estudios de factibilidad e impacto ambiental, y otros $204.144 en lo denominado “actividades previas y compromisos sociales”.
“Respecto a las inversiones hechas hasta ahora, las mismas serán recuperadas en el momento en que el proyecto se ejecute bajo condiciones financieras favorables para la CNFL”, informó a este medio Humberto Guzmán, asesor de la Gerencia.
Es un mal momento para que la Compañía incurra en gastos que podría no recuperar, en caso de que no se concrete el proyecto eólico San Buenaventura.
La CNFL está en crisis: cerró el 2014 con pérdidas de ¢6.200 millones, por lo que recortó algunos pluses salariales de su planilla e impulsó un programa de movilidad laboral. La reciente salida de sus empleados la obligó a pedir préstamos de ¢8.000 millones.
Complejo. El eólico San Buenaventura generaría 32 gigavatios hora anuales, con lo que abastecería entre 3.000 y 4.000 hogares. La obra se levantaría en Montes de Oro, Puntarenas, y se sacó a licitación el 25 de enero del 2013. Su construcción se habría completado en 18 meses, bajo la modalidad llave en mano supervisada.
Las firmas interesadas debían tener experiencia internacional para poder desarrollar el montaje e instalación del equipo eletromecánico, la línea de conexión hasta la subestación Garabito, la conexión con fibra óptica, etc.
En el acto de apertura de ofertas, realizado el 6 de mayo del 2013, únicamente se presentó como oferente el consocio JBM, conformado por JUWI, MECO, y Proyectos y Construcciones BC.
Tras estudiar esa única oferta, la CNFL negoció con JBM modificar algunos ítems, con tal de reducir el costo de su desarrollo.
Aunque el consorcio acordó reducir el precio, la Compañía concluyó que el proyecto no era rentable; no tenía viabilidad financiera debido a que “el costo final ofrecido presentaba cifras de valor actual neto negativo”, informó Guzmán, de la Compañía.
Fue el 4 de setiembre pasado cuando, con base en el dictamen financiero de sus ingenieros, la Administración declaró desierto el concurso de adquisición.
Los fondos para el desarrollo del parque se habrían tomado de un financiamiento con un banco estatal, y su construcción debía estar concluida en junio del 2017.
Empero, según Guzmán, esa fecha será modificada si es que se decide seguir con el proyecto. Este se encuentra en la fase de revisión de costos y no hay un tiempo límite para ponerlo en marcha.
Víctor Solís, jerarca de CNFL, explicó que actualmente están abiertos a recibir ofertas de empresas, siempre que estas sean concretas y calcen con los números que pretende la Compañía.
“Ya tenemos algunos terrenos y permisos para su uso que podríamos aprovechar. Falta que aquí se presente una propuesta muy concreta que nos garantice su rentabilidad”, declaró Solís.
Nota del editor: Esta información fue modificada a las 2:32 p.m.