El sector de energías renovables se declaró alarmado luego de enterarse de que se agotaron la capacidad y el tiempo establecidos en el plan piloto de energía solar que impulsó el ICE.
El plan permitió la inyección de 10 megavatios (MW) de potencia solar al sistema eléctrico, desde octubre del 2010. Sin embargo, este llegó a su fin el 6 de febrero y desde ese día, el ICE impide la instalación de más paneles a la red de distribución.
En total, 366 clientes pudieron unirse a la herramienta que no verá una continuación, aseguró ayer el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
Ahora, el futuro de la generación distribuida quedará en manos del aún incompleto Reglamento AR-NT POASEN (Planeación, Operación y Acceso al Sistema Eléctrico Nacional), y de las normas del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).
Reacciones. El cese de avales para la instalación de paneles fotovoltaicos halló desprevenidos a hogares, compañías y también a la Asociación Costarricense de Energía Solar (Acesolar), la cual agrupa a unos 80 asociados físicos y jurídicos.
El sector de energías renovables advirtió ayer de que, debido al repentino cese, unos 1.000 empleos en generación distribuida penden de un hilo, pues era ese plan que les permitía operar.
Según Acesolar, en el 2014 la industria solar generó unos 600 empleos y, si se suman las tecnologías biomasa, biogás, minihidroeléctrica y minieólica, son 1.000 las plazas involucradas.
“Si se nos permite llegar al 1% del total de la matriz, se podrían generar miles de nuevos empleos, lo que contribuiría a la grave crisis de desempleo que sufre el país”, manifestó Alejandro Brenes, gerente de la firma Enertiva.
Ante las alertas de los presuntos 1.000 desempleos, Javier Orozco, jefe del Proceso de Expansión del Sistema del ICE, explicó que el cese del plan piloto no implica que quienes hayan participado deban retirarse de la red eléctrica, pues estos 366 clientes firmaron un contrato de conexión con el Instituto por 15 años.
Peeter Geesink, dueño de UTOPIGS Deporgen S. A. –una firma holandesa de producción de cerdos y tilapias– explicó que, gracias al plan piloto, pudo instalar en la red 80 paneles fotovoltaicos en su propiedad de 60 hectáreas, en Chomes, Puntarenas.
Empero, el cese del plan le impidió conectar 230 paneles más que le ayudarían a convertir su compañía en carbono neutral.
“Hace solo días me aprobaron el financiamiento para comprar 230 paneles más, pero ahora estoy atacado, pues el ICE no me da más permisos, y no avisó nada. Hasta ahora me entero. Lástima, porque me parece un aporte excelente para el ambiente, y lo paran por pura burocracia y trámite”, dijo.
Thomas Fees, propietario de la empresa IntiTech Solar, también desconocía de la conclusión del plan y explicó que eso golpeará enormemente a su empresa.
“Tenemos firmados contratos de 450 paneles y esto nos afectará mucho; se perdería la plata”, aseveró con preocupación.
La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) reveló a este medio que han manifestado interés en la generación distribuida abonados de cuatro distribuidores (el 50% del total): del ICE, la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH) y Coopealfaro Ruiz.