Los habitantes de Coronado y Curridabat han tenido que adaptarse a pasar los días rodeados de polvo y ruido de máquinas, a buscar rutas alternas cuando hay vías cerradas y a golpear sus vehículos al atravesar las calles que esperan para ser asfaltadas.
"Todos dicen que es para bien, que es a favor de las comunidades porque se evitan los tanques sépticos, pero las calles están asquerosas. Vea el tierrero. Uno sacude y a los cinco minutos está sucio", lamentó María Castro, vecina de Dulce Nombre de Coronado.
Mientras algunos reclaman por las incomodidades, otros esperan con paciencia mientras se termina de instalar la tubería que llevará las aguas residuales desde sus casas hasta la planta de tratamiento Los Tajos, en La Uruca.
Nuria Calvo, quien vive en el barrio Las Mercedes Uno de Coronado, intenta estresarse menos por el polvo. Por ello, decidió suspender el lavado del carro y las cortinas.
"Es cuestión de tiempo y paciencia, el progreso tiene sus consecuencias, y esto va a beneficiar demasiado, tanto para la salud como para el medio ambiente", afirmó Calvo.
Lo que ella y otros vecinos no entienden, según manifestaron a La Nación en un recorrido por las zonas afectadas, es por qué las obras avanzan en distintos puntos y a ritmos tan disparejos: mientras en algunas calles las obras se completaron rápidamente, en otras pasan semanas sin asfaltar y en muchas otras apenas se están abriendo las zanjas.
"Vienen por acá; luego empiezan allá arriba y ya uno no sabe qué va primero y qué va después", se quejó William Chanto. Ese día, este residente de Granadilla de Curridabat tuvo que subir a pie una gran cuesta, ya que había excavaciones en la calle y el bus en el que viajaba tuvo que dejarlo fuera de su trayecto.
"Yo no sé por qué mandan cuadrillas por todo Coronado. ¿Por qué no trabajan en un solo lugar, terminan y después siguen?", cuestionó Michael Zúñiga, quien vive en el barrio San Francisco de Coronado.
Tal forma de trabajar sería inviable, de acuerdo al AyA.
Sistema para agilizar
Según Rafael Barboza, director de la Unidad Ambiental del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), trabajar en varias secciones a la vez agiliza el proceso, el cual, detalló, es de grandes dimensiones en Coronado, debido a que este cantón carecía por completo de alcantarillado sanitario.El funcionario explicó que no todos los tramos se pueden terminar con la misma brevedad, ya que es usual encontrar dificultades, como enormes piedras o tuberías ya existentes cuya ubicación se desconocía.
En esos casos hay varias opciones: remover o reubicar el obstáculo, excavar más profundo o desistir de colocar la nueva estructura en el sitio original, y cavar una nueva zanja.
"Esa es una condición que hace que la gente diga que llegamos a un lugar y después nos vamos, que es una de las principales quejas del proyecto, pero es un proyecto por etapas secuenciales. No se pueden hacer en paralelo", indicó Barboza.
Lo que sí está establecido, explicó Barboza, es que el asfaltado de cada tramo debe hacerse, a más tardar, 45 días después de que ya se ha sellado el hueco en el que fue colocada la tubería.
Actualmente, también hay obras en Curridabat, Río Azul, Desamparados y Moravia. En total, se instalarán unos 300 kilómetros de tubería (ya se colocaron 30 km), para conectar a unas 370.000 familias.
Barboza dijo que pese a retrasos en algunos tramos, el plan avanza satisfactoriamente.
En Coronado, los trabajos se hacen en cinco sectores. Uno abarca las comunidades de San Antonio, Patalillo y Sabanilla. Ahí las obras iniciaron apenas este mes y aún no se ha documentado su avance.
En San Rafael, según AyA, hay un avance del 71,9% y falta por instalar 2.500 metros de tubería. En Dulce Nombre, el avance global es de 47,9% y faltan 3.500 metros, mientras que en San Isidro se ha completado un 45,5% (faltan 6.200 metros); en Trinidad ya se colocó un 73,2% (faltan 1.500 metros).
En lo que AyA llama Redes Sur, la porción de Damas ya se concluyó. Las secciones con obras en progreso más avanzadas son las de Casa Cuba, en San Miguel Desamparados (avance de 95%), centro de Curridabat (80%) y La Lía (80%). Los tramos con los niveles más incipientes de avance están en Tirrases (2%), al costado sur de la Clínica Marcial Fallas, en Desamparados (5%) y en Granadilla (11%).
En Coronado, la intervención debería estar lista hacia finales de este año, y en las comunidades de Curridabat, para el primer semestre del 2018.