Varios centros educativos del país están siendo afectados debido a la protesta convocada por los sindicatos, producto del desacuerdo con el aumento salarial del 0,3% para el sector público.
Ninguno de los 900 estudiantes de la escuela Otto Hübbe, en La Uruca, asistió hoy a clases; tampoco sus profesores.
En el Liceo de Pavas se ausentaron 15 docentes de distintos niveles, lo que afecta, según el director Álvaro Segura, a los 1.400 estudiantes del centro.
En el turno de la mañana solo asistieron 10 docentes (de 86) a la escuela Rincón Grande de Pavas, lo que implica que solo fueron 200 estudiantes, de un total de 1.700. Sí llegó el personal administrativo, de unos 25 empleados.
En el centro Rafael Vargas Quirós, en Colima de Tibás, se ausentaron dos profesores de sexto grado, por lo que 50 alumnos (de 418) se quedaron en sus casas.
La directora del centro, María Cecilia Sancho, aseguró que los docentes "tendrán que atenerse a las consecuencias" y que los reportaría ante el Ministerio de Educación Pública (MEP).
Los sindicatos convocaron a huelga debido al aumento salarial del 0.43% que aprobó el Ejecutivo para empleados del sector público. Ellos pretendían recibir el 3,62%.
Los gremios convocaron a las planillas del MEP, del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y de otras instituciones públicas.
Aunque sí planea lanzarse a las calles, la Unión Nacional de Empleados de la Caja (Undeca) aún no define cuándo. Por ese motivo, la manifestación no afectó la atención en hospitales y centros de salud.
El personal de los CEN -CINAI también fue convocado al paro de hoy. Al centro de Rincón Grande de Pavas asistió una de tres profesoras, por lo que solo 14 de 130 niños recibieron lecciones en la mañana.
El panorama es distinto para centros como el colegio Nuestra Señora del Pilar, en Escazú, y la escuela de atención prioritaria Finca La Caja, en La Carpio. Ahí, según sus directores, el día transcurrió con normalidad pues no se ausentó un solo profesor.
En las ventanas del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), sede Sabana, colgaron letreros que revelan el descontento con el alza.
La oficina de prensa del Instituto aún no detalla cuántos empleados marcharon desde las 10 a.m. hacia San José, ni el número de usuarios y servicios que resultaron afectados.
Carlos Rojas, funcionario de la Contraloría de Servicios del ICE, fue a trabajar aunque no avala la decisión del Ejecutivo.
"Yo considero que el aumento debe ser analizado, pero nunca pensé en ir a marchar. No comparto que se afecten los servicios, eso está mal", opinó Rojas.
Nota del redactor: Información actualizada a las 12:47 p. m.