La generación solar en Costa Rica se apagó debido a la falta de reglamentos en torno a su uso; ya no hay quién sea capaz de conectar sus paneles fotovoltaicos a la red de distribución eléctrica del sistema nacional.
Esta posibilidad llegó a su fin con el cese del plan piloto del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), el cual permitió la inyección de 10 megavatios (MW) de potencia solar al Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
El plan para medir el impacto de esta fuente de energía en la red arrancó en octubre del 2010 y concluyó el 6 de febrero, al agotarse el tiempo y la capacidad máxima. Desde ese día, el ICE impide la instalación de más paneles.
Aunque se amplió en tiempo y potencia en el 2012, este plan no será extendido una vez más. Así lo informó Luis Pacheco, gerente de Electricidad del Instituto, quien insinuó que, desde ahora, la generación distribuida queda solo en manos del reglamento.
“El plan piloto tenía objetivos y metas definidas, orientadas a investigar el impacto de esta generación en las redes de distribución, tanto en costos como operativos (...) Cumplido el tiempo establecido, estamos en proceso de evaluación de resultados”, dijo Pacheco.
Este cierre alarmó al sector de energías renovables, el cual advirtió de que peligran 1.000 empleos. Ante esto, el ICE aclaró que los 366 clientes conectados al plan piloto lo estarán por 15 años más.
Ahora, aunque sí es posible la instalación de paneles solares para autoconsumo, esto solo será posible fuera de la red y no servirá para concretar una de las metas primordiales de la generación distribuida: la venta de excedentes energéticos.
El reglamento que permitirá la conexión a la red –solo para autoconsumo– lo publicaría hasta abril el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), y no sería una concesión compleja, sino un permiso expedito, dijo Ronny Rodríguez, del despacho de Energía de esa cartera.
Mientras tanto, quienquiera instalar paneles para autoabastecerse podrá hacerlo sin necesidad de permisos y requisitos técnicos, mas no podrá conectarse a la red y deberá apoyarse en fuentes de respaldo para asegurarse la energía a falta de sol.
¿Qué es generación distribuida? Es una alternativa que pretende que hogares y empresas, por ejemplo, sean capaces de producir energía a pequeña escala que les sirva tanto para autoconsumo como para intercambio y venta de sobrantes a las empresas distribuidoras.
Este sistema es promovido por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) en el capítulo 12 del Reglamento AR-NT POASEN (Planeación, Operación y Acceso al SEN).
Aunque el POASEN rige desde el 8 de abril, una serie de asuntos pendientes impide la venta de excedentes (no solo para energía solar, sino para toda fuente renovable).
¿En cuánto se venderá la energía y qué se incluirá en esa tarifa? ¿ Cuáles serán los requisitos para obtener una concesión de venta?
La más urgente carencia aquí es definir cómo se otorgarán concesiones, de lo cual es responsable el Minae. Sin estas, es imposible que los generadores se unan a la red y vendan su energía (aunque estén unidos al plan de ICE).
Rodríguez, del Minae, explicó que se basarían en la vigente Ley de Concesiones de Servicios Eléctricos para otorgar los permisos de venta, una vez que la generación distribuida se aclare.
Para definir el panorama falta que la Aresep determine las metodologías para fijar las tarifas de interconexión y de acceso. Justo ayer, esa entidad aprobó el contrato tipo que deberá pactarse entre distribuidor y usuario, el cual establece las condiciones técnicas y obligaciones de las partes.
“La tarifa de interconexión y la de acceso ya se sometieron a audiencia pública y serán revisadas por la Junta Directiva en los próximos días. Todo estará listo en unos dos meses”, declaró Carolina Mora, vocera de la Aresep.
El contrato será el mismo para los ocho distribuidores: ICE, Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH) Junta Administrativa de Servicios Eléctricos de Cartago (Jasec), Coopeguanacaste, Coopesantos, Coopealfaro Ruiz y Coopelesca.
Aunque admitió que quedan puntos por afinar, Juan Manuel Quesada, intendente de Energía de la Aresep, aclaró que la generación distribuida es, desde abril, obligatoria para las ocho firmas.
“La herramienta ya existe; los ocho deben ser capaces de ofrecer ese servicio a cualquier cliente que llegue a pedirlo. A pesar de que Aresep ha avanzado en sus tareas y ha procurado que las empresas avancen, existe un gran obstáculo para que se pueda dar la generación distribuida, pues no se ha otorgado ni un solo permiso por parte del Minae. Se le ha sugerido a la cartera hacer un trámite expedito; ellos pueden establecer lineamientos pero no lo han hecho”, agregó Quesada.
Alarmados. A Jorge Blanco, directivo de la Asociación Costarricense de Energía Solar (Acesolar) –de 80 asociados– lo sorprendió el cese del plan piloto del ICE.
“Si se cierra el plan piloto, no habría posibilidad de que nadie se conecte a la red de distribución. La generación distribuida es muy rentable y más eficiente porque no requiere de elementos almacenadores (como sí el autoconsumo) para tener electricidad de respaldo”, dijo Blanco.
A él le alarma que, ahora, además de pagar un precio inicial por la conexión de paneles, quienes se unan a la red (para autoconsumo o venta) deberán pagar una tarifa mensual de acceso, proporcional a su consumo energético.
“El plan del ICE, en cambio, solo cobraba el precio inicial de interconexión. Vamos a vigilar que la tarifa de acceso que fije Aresep sea proporcionada y que no desincentive la generación”, dijo.
Además de Blanco, empresarios como Alejandro Brenes, gerente de Enertiva, y Heriberto González, de Electromecánica Solar, opinan que es contradictorio que cese el plan piloto y que, al mismo tiempo, Costa Rica se empeñe en impulsar energías limpias y la carbono neutralidad.