Cada mes, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) gasta ¢7,1 millones por el alquiler de un edificio en el centro de Palmares , Alajuela, en el que laboran solo cinco empleados fijos.
La entidad arrienda ese inmueble, de 908 metros cuadrados (m²) , desde el 2008.
Actualmente, de las agencias que renta el Instituto, esa es la más costosa si se toma como referencia el número de funcionarios por sede.
Por ejemplo, el alquiler de otra sucursal mixta, de 790 m² y ubicada en el cantón Central de Alajuela, le cuesta al ICE ¢4,4 millones mensuales, aunque ahí laboran 40 funcionarios. Por otra similar en esa misma ciudad el pago es de ¢1,3 millones y es para seis empleados.
¿Por qué tan cara la renta de Palmares? Elbert Durán, vocero del ICE, explicó que las características de esa agencia no las determina el número de empleados en ventanilla, sino el tipo de atención al cliente que la empresa se propone dar.
Durán detalló que allí no solo se prestan los servicios de Electricidad y Telecomunicaciones, sino que opera una agencia de la marca Kölbi, además que el espacio se aprovecha para exponer productos, estacionamientos y hay bodegas para equipos como los de mantenimiento de redes.
"Las características de la agencia ICE de esa localidad no las determina el número de funcionarios destinados a ocupar un sitio de atención en ventanilla –en este caso son cinco-, sino el tipo de atención al cliente que se propone realizar allí. Siguiendo el mismo ejemplo, útil para comprender muchos otros en el resto del país, allí se dispone de 908 metros cuadrados, pero las instalaciones son de uso múltiple.
"Allí se prestan todos los servicios de los negocios Electricidad y Telecomunicaciones, opera una agencia comercial de la marca kölbi al tiempo que parte del espacio se utiliza para la atención al cliente, promoción y exposición de productos, estacionamiento interno y para clientes, áreas de usos comunes: baños y pasillos, bodegas y espacios para equipos de mantenimiento de redes y sistemas, entre otros", dijo.
El portavoz agregó que ese edificio también alberga a los técnicos “en tránsito” que atienden gestiones, por ejemplo de instalación o desinstalación telefónica y averías eléctricas, entre otros.
Detalle. La encargada de arrendar el inmueble palmareño es la sociedad anónima Ejecutivos de Lirio Blanco, la cual fue elegida mediante contratación directa.
El acuerdo entre ambas partes inició en el 2008 y su primera prórroga se hizo el 1. ° de junio del 2011, vigente hasta el 30 de mayo del 2014, pero el ICE alargó el plazo tres años más, hasta el 30 de mayo del 2017.
De acuerdo al Acta de Reajuste, para esta segunda prórroga se pactó un aumento del 7% anual, sobre los ¢7.143.916 que se desembolsan en la actualidad.
La Nación le consultó sobre los términos y condiciones de este contrato a Xinia Carvajal, representante legal de Ejecutivos de Lirio Blanco S. A., pero ella dijo que su acuerdo directo con el Instituto le impide dar “cualquier tipo de información al respecto”.
Posibles cambios. Solo en alquileres de locales para sus 99 agencias comerciales (se incluyen unas 15 oficinas administrativas), el ICE debe desembolsar unos ¢293 millones por mes.
En 15 de esos edificios rentados, (15% del total) laboran entre dos y tres empleados, mientras que en 29 de las instalaciones (el 29%) laboran cinco o menos.
Del total de edificios arrendados, 36 están ubicados en la provincia de San José; 20 en Alajuela; 15 están en Puntarenas; 11 en Guanacaste; 7 en Heredia, 5 en Cartago y otros cinco se localizan en la provincia limonense. La mayoría de esos contratos de alquiler se concretaron mediante contratación directa, aunque también hay casos de licitación pública (unos 13), así como unos cuantos que se hicieron mediante licitación restringida y licitación por registro.
A finales del 2014, el ICE informó de su intención de ahorrar en alquileres, por lo que intenta renegociar algunos de los contratos, con el fin de optimizar recursos, mejorar rentabilidades, generar ahorros y ajustarse mejor a los requerimientos del mercado.
Entre sus planes está construir un nuevo edificio –de unos ¢23.300 millones– al norte de su sede en Sabana, que le permitiría deshacerse, en el 2016, de 10 sedes alquiladas en la Gran Área Metropolitana, en las cuales laboran cerca de 610 funcionarios.
Según Carlos Obregón, presidente de la entidad, esta medida les permitiría un ahorro real de ¢1.364 millones anuales.
Por su parte, el vocero Durán comentó que la Gerencia de Telecomunicaciones también sopesa analizar el estado y rentabilidad de sus agencias, con lo que consideraría reubicaciones, fusiones o traslados.
Otras rentas. Las agencias no son el único gasto en rentas que debe contemplar el ICE en sus presupuestos, ya que, en el rubro de alquileres de espacios para sus torres y sistemas de telecomunicaciones, que se encuentran por todo el país, paga alrededor de ¢132 millones mensuales.
Otros ¢10 millones se utilizan en el arrendamiento de terrenos para proyectos de generación de energía (sitios de escombrera, lotes para exploración, etc. ).
Durán reiteró que el ICE analiza los alquileres en todos sus negocios para aprovechar al máximo los espacios propios y mejorar el uso compartido.
“La Dirección de Bienes Inmuebles (del Instituto) trabaja para reducir los arrendamientos administrativos y corporativos. Patios, almacenes, bodegas, talleres, oficinas administrativas están siendo considerados para ser reubicados en espacios propios”, apuntó el portavoz.