Diez meses después de que fue invitado a abandonar la gerencia general, Pablo Cob Saborío asegura que dejó a la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) boyante y prestigiosa, y niega que exista una crisis financiera como denunció la nueva administración.
Cob, quien estuvo al frente de esa empresa durante 18 años en tres periodos alternos (el último del 2006 al 2014), aseveró que las alertas sobre enormes deudas y pérdidas de la distribuidora eléctrica metropolitana “son un montaje para debilitarla”.
El ingeniero, de 67 años, considera que su destitución fue “ilegal y arbitraria” y por eso analiza acudir a la vía judicial.
¿Tomará acciones legales?
Claro, no ve que están maltratando a toda la gente en la CNFL. Esa destitución mía se dio en una sesión completamente ilegal. He visto que se están cometiendo tantos atropellos contra los trabajadores, rebajándoles el salario, despidiéndolos, cambiándolos de puesto, haciendo reorganizaciones que ni se entienden a veces. Entonces, yo estoy valorando que, como fue tan ilegal la cosa, puedo pedir la anulación.
¿Anular su destitución?
Sí, porque se tomó en un solo día y de forma arbitraria.
¿De qué depende que acuda a la vía judicial?
De cómo sigan procediendo en la CNFL, porque han montado toda una novela financiera. Toda una novela de una situación que no existe. Eso no es real, están dañando a la empresa. La deuda es totalmente razonable de cualquier empresa eléctrica de Latinoamérica, por eso les ganamos cuando competimos con todos ellos, con empresas grandes de Colombia, Brasil, Uruguay y Argentina.
¿A cuál instancia acudiría?
Los derechos laborales no prescriben, podría ser un (juicio) contencioso, un recurso de amparo... hay muchas vías que protegen la parte laboral cuando le han sido violentados (los derechos) de esa forma, que lo sacan a uno en un solo día.
¿Por qué si hubo una violación a sus derechos no acudió a las instancias judiciales?
Bueno, porque en ese tiempo don Melvin (Jiménez), quien era el ministro de la Presidencia, dijo que ellos querían a uno de los suyos ahí y efectivamente lo hicieron, porque Víctor (Solís, actual gerente) reconoció que era militante del PAC (Partido Acción Ciudadana). Ellos querían tomar posesión absoluta y yo quería ver si lo que estaban haciendo era correcto, si estaban fortaleciendo la empresa y llevándola a un nivel mucho más productivo.
¿Y lo están haciendo?
Estamos viendo que no.
La actual administración habla de una crisis financiera que se produjo durante su gestión...
Yo puedo demostrar que no, lo que había era un desfase.
”A la Compañía no le habían aprobado el CVC (costo variable del combustible en las tarifas eléctricas), o sea, el ICE (Instituto Costarricense de Electricidad) lo cobra y la Compañía no lo puede recuperar con los usuarios. Además, la Aresep (Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos) duró tres o cuatro años sin aprobarle tarifas ordinarias, lo cual es ilegal, porque cada año está obligada a revisarlas.
”Y entonces, la Compañía tiene que meterse en un proceso de contracción.
¿Hay una mala interpretación de los datos?
No, me parece que hay una intención de afectar a la empresa a como haya lugar (...). En el ICE hay personas y esta que llegó ahora es muy dada a que la Compañía no sea un brazo que le ayude a salir adelante, sino que quiere absorberla.
¿Don Carlos Obregón (presidente ejecutivo del ICE)?
Yo hablo del presidente ejecutivo actual del ICE. Cuando yo llegué la primera vez a la Compañía, mis instrucciones eran que la cerrara y que todo pasara al ICE; esa esa la intención, esa era la cultura en el ICE. Entonces, yo dije que cómo íbamos a desaprovechar esa empresa que tiene todo un mercado, todo una pericia...
¿Volvió esa cultura de querer cerrar a la CNFL?
Viendo las acciones me parece que hay una intención de querer disminuirla.
¿Maquilló los estados financieros, como se le acusa?
No. Yo presenté un informe con estados financieros auditados. Más bien, desde setiembre (de 2014) se comenzó a tener utilidades, pues es cuestión de ciclos.
”A la altura de octubre y noviembre del año pasado la Compañía ya iba con utilidades, porque la CNFL tiene un comportamiento de que, en el segundo semestre, sus resultados son más positivos porque sus plantas propias comienzan a producir más. Lo extraño es que no volvimos a ver los estados financieros de la empresa en su sitio web.
¿Cómo explica el déficit de ¢7.000 millones en 2014?
Lo forzaron, porque las autoridades de la CNFL que manejan esas cosas decían que la proyección era de una utilidad de ¢1.000 millones, como efectivamente ocurrió. Lo que pasa es que se incluyó la movilidad laboral que son como ¢8.000 millones. Aunque la pagaron en febrero, la incluyeron en el presupuesto del 2014, lo cual es rarísimo, hicieron eso solo para reflejar pérdidas.
Parte de la crisis financiera se la atribuyen a un alza desproporcionada del proyecto hidroeléctrico Balsa Inferior, ¿qué pasó?
Fue el ICE el que dijo que se necesitaban mejoras y eso elevó los costos, y me parece bien porque tiene más criterio técnico para decir si una planta requiere que los túneles sean reforzados con acero, por ejemplo.
Ese proyecto registra una pérdida de $64 millones y todavía no se ha inaugurado.
Es la primera vez que se ve que le hacen una devaluación a futuro a una planta, el ICE no tiene esa política. El nuevo gerente no sabe decir si va a producir beneficios o no. Tajantemente, yo puedo decir que va ser beneficioso.
¿Cómo describe la condición en la que dejó a la CNFL?
Boyante, prestigiosa, con un nombre latinoamericano muy fuerte; dos premios oro de la CIER (Comisión de Integración Energética Regional) que agrupa a las empresas latinoamericanas de energía eléctrica privadas y públicas, y resaltar en el primer lugar, no es cualquier empresa.
”Sencillamente, era un asunto de caja que tenía que resolverse ,y este proyecto (Balsa Inferior) ayuda a resolver el tema, porque va a evitar que haya costo variable del combustible (CVC), pues el ICE no tendrá que quemar combustible (generación térmica) por esa cantidad de megas.
”Lo que había era un problema de flujo de caja, pero se resolvía con que el ICE pagara el CVC, que tenía un desfase tres o cuatro meses.