San José.
Techar un patio, levantar una tapia, pintar edificios existentes, remodelar ventanas... son solo algunas de muchas actividades para los cuales los ciudadanos tramitaban, innecesariamente, permisos ambientales ante la Setena.
Para poner fin estos distractores, la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) emitió en diciembre una resolución que explícitamente liberó 45 actividades de cualquier autorización en materia ambiental.
Todas quedaron listadas y excluidas del ámbito de Setena según la resolución Nº 2373-2016-SETENA del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), en busca de evitar gestiones que no hacen falta por tratarse de actividades en áreas inferiores a 300 metros y de muy bajo impacto para el ambiente.
La resolución explica que la evaluación para actividades, obras o proyectos de muy bajo impacto ambiental debe gestionarse como un permiso municipal, un permiso de funcionamiento del Ministerio de Salud o ante la Administración Forestal del Estado (AFE).
Marco Arroyo, director de Setena, explicó que la institución no está facultada para evaluar proyectos con obras ya iniciadas, o bien, en ejecución y funcionamiento debido a que el estudio de impacto ambiental es un proceso basado en instrumentos predictivos.
Esto significa que no podrían establecerse parámetros de predictividad respecto a una actividad, obra o proyecto existente, por lo tanto, un estudio de viabilidad ambiental solo aplica para proyectos nuevos.
Según el documento, estas obras definidas como de "muy bajo impacto ambiental" son aquellas que no provocan destrucción o alteración negativa de peso en el ambiente, ni que tampoco generan residuos o materiales tóxicos o peligrosos, o representan una desmejora significativa en la calidad ambiental del entorno, o en alguno de sus componentes.
Entran así actividades que, aun causando algún efecto negativo, producen una alteración mínima porque el efecto es puntual y la permanencia del impacto es fugaz. Así, cualquiera sea el factor afectado, este retornaría a las condiciones iniciales previas por medios naturales en el plazo de un año.
Alivio y aprobación. La llegada del documento recibió el apluso de varios sectores por el augurio de menos tiempo y recursos perdidos en Setena en el proceso de recibir, atender y descartar estas consultas.
Abel Castro, presidente del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos, juzgó oportuna la resolución porque aún persisten municipalidades que solicitan intervención de Setena en obras que no deberían atrasar e análisis de proyectos de verdadero impacto ambiental.
"Hay muchas cosas que la lógica indicaba que no eran necesarios los permisos pero igual se pedían. Esto esperemos que aligere la carga de trabajo en Setena y así concentrarse en asuntos de mayor importancia", señaló.
Rándall Murillo, director ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Construcción, recordó que se suponía que este tipo de obras de menos de 300 metros de área construida no debían llevarse a Setena pero igual muchos particulares y municipalidades las llevaban.
"El otro tema relevante de este documento es su indicación a desarrolladores de que si van a construir proyectos en zonas de alta fragilidad ambiental, de una vez tienen obligación de dirigirse a Setena con el estudio ambiental ya elaborado", recalcó Murillo.
Incluso la Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL) celebró la aclaración de Setena. En su criterio, la resolución busca facilitar y ayuda a las municipalidades.
"Todo lo que sea menos burocracia para ayudar a facilitar proyectos, es bueno. Nosotros vamos a darle divulgación a esta resolución entre los gobiernos locales", expresó Rosina Campos, encargada de gestión ambiental de la UNGL.