En cuestión de 11 meses, solo 10 taxistas optaron por el programa del Minae para comprar vehículos nuevos con sistema de combustible híbrido.
Esto es así, pese a que la pretensión del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), durante la administración pasada, fue sustituir 12.000 taxis comunes por híbridos.
Con ese fin se exoneró de impuestos la traída de carros híbridos, se fijaron líneas de crédito en el Banco de Costa Rica (BCR) –gracias a una donación del Gobierno japonés– y se definieron los criterios técnicos y las pólizas para esta tecnología.
Los carros importados pagan casi el 56% en distintos impuestos sobre su valor original. El Gobierno eliminó el 30% de impuesto selectivo de consumo (ISC) a vehículos híbridos para el transporte público.
La empresa Purdy Motor entregó la primera unidad, un sedán Toyota Prius, el 2 de abril pasado. Por ese vehículo, el taxista Mario Gómez pagó $26.800.
Alejandro Acón, gerente de la Banca Empresarial e Institucional del BCR, explicó que, para estos taxistas, las tasas –en dólares– oscilan entre el 5% y el 6%, a siete años plazo.
Además de estar al día con su concesión, los taxistas que quieran obtener el préstamo para híbridos, deben presentar su certificación de ingresos, y solo podrán adquirir vehículos de origen japonés, aclaró el Minae.
¿Por qué tan pocos? Los vehículos híbridos son mucho más costosos que los convencionales, comentó Edwin Barboza, gerente general de Fenacotaxi.
Según dijo, este plan fracasó pues las condiciones de préstamo del BCR “son muy riesgosas”. A eso se le suma que, el año pasado, hubo un retraso de parte del Consejo de Transporte Público (CTP) en el proceso de renovación de concesiones, las cuales son requisito para la obtención de créditos y la sustitución de la flotilla.
“Tenemos mejores opciones de financiamiento de vehículos (pero convencionales) con otros bancos; en el BCR solo es posible obtener el préstamo en dólares y es un riesgo muy grande”, dijo.
Con Edwin Barboza coincidió Gilbert Ureña, quien es el vocero del Foro Nacional de Taxistas, quien explicó que la actual situación de “quiebra” de los taxistas les impide invertir en energías limpias, por más que quieran colaborar con la iniciativa de carbono neutralidad.
“Somos conscientes de que tenemos que proteger el ambiente, pero simplemente no tenemos capacidad de pago. Si no, encantados estaríamos invirtiendo en tecnologías limpias”, dijo Ureña.
El taxista dejó claro que el Foro no está de acuerdo y “no cree” en que se impongan las condiciones de préstamo, sino que prefiere poder elegirlas.
Acón, del BCR, opinó que, aunque han sido muy pocos los taxistas que se han acercado a sus oficinas por el préstamo, la iniciativa no ha sido del todo fallida.
“No lo consideramos un fracaso; el vehículo híbrido es mucho más costoso que uno convencional y, al no haber diferenciación tarifaria, es lógico que el taxista prefiera un modelo más económico”, comentó Acón.
Atraso. El ministro de Ambiente, Édgar Gutiérrez, admitió que el plan de 12.000 taxis y 4.500 buses de tecnología “verde” no ha caminado tan rápido como debería.
“El tema de los híbridos es un tema de cultura y, como todo, lleva buen tiempo. Lo que vamos a hacer en esta administración es ayudar a que se acelere el proceso, que se genere un cambio de paradigma de 180 grados”, declaró.
El ministro adelantó que en marzo lanzarán, junto con el BCR y el Instituto Nacional de Seguros (INS), un programa “más agresivo”, con “una enorme facilidad financiera” para motivar la sustitución de la flotilla de 10 o más años de antigüedad.
“La idea es tener un esquema financiero atractivo, para que la gente cambie el carro viejo por uno nuevo híbrido o altamente eficiente en el uso de combustibles fósiles. Si podemos incorporar esos vehículos, el impacto sería muy grande en la reducción de emisiones de carbono”, dijo.
Su intención es incorporar en el programa (en el que solo participa el BCR) a otros bancos públicos y no estatales, e incluir en las opciones de préstamo a los autobuseros y la flotilla privada.
A enero, había 477 automotores híbridos y 2.229 eléctricos exonerados del ISC, según la Dirección de Gestión de Calidad Ambiental, del Ministerio de Ambiente. Se incluyen buses, automóviles, bicicletas, cuadraciclos y motocicletas.