El servicio eléctrico cubre en la actualidad al 99,6% de la población costarricense. Ese tendido eléctrico, que hoy llega prácticamente a todos los rincones del país, llevará conexiones de Internet veloz a las casas, comercios e instituciones.
Así lo pretende un proyecto de masificación de la banda ancha que impulsará el Gobierno.
La propuesta procura que hasta la puerta de cada usuario llegue fibra óptica capaz de permitir conexiones de, al menos, 20 megas (MB) y a un costo asequible: no más de $1 por cada MB.
Para cubrir todo el territorio se requieren 1,5 millones de conexiones y su implementación no debería tardar más de un año.
El plan lo dio a conocer el ministro de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones, Marcelo Jenkins, durante su intervención en el foro “La revolución tecnológica, mitos, miedos y oportunidades”, del simposio Visionarios 20/20, realizado la noche de este jueves 14 de abril.
El evento es organizado por la Universidad Latina, la constructora H Solís, la empresa de telecomunicaciones Tigo y el periódico La Nación.
Durante el panel, conducido por el director del diario, Armando González, los expertos coincidieron en que al país le urge invertir en infraestructura digital, pues la carencia de banda ancha impide el desarrollo y aprovechamiento tecnológico.
Según el ingeniero Roberto Sasso, el país debe enfocarse en áreas donde puede convertirse en líder. Por ejemplo, masificar la generación eléctrica distribuida con energía solar podría permitir el cambio del parque vehicular de gasolina y diésel a carros alimentados con electricidad.
También se puede apostar a los vehículos autónomos –sin chofer– como parte fundamental para resolver el problema vial.
No obstante, cualquiera de esas alternativas requiere una población servida con conexiones de banda ancha.
El mensaje alentador también vino del astronauta Franklin Chang, quien recalcó que su proyecto de poner a funcionar vehículos con hidrógeno no se detiene y el primer bus empezará a dar servicio en Liberia, Guanacaste, a mediados del 2017.
Rezago. Sasso recordó que hace 16 años, cuando Costa Rica empezó a instalar la red de Internet Avanzada, con tecnología que hoy está obsoleta, iba a ser el tercer país mejor conectado del mundo. Mientras, en los últimos dos años migró del puesto 95 al 102 del mundo, en velocidad de Internet promedio, y del puesto 87 al 98 en cuanto a porcentaje de conexiones a Internet de más de 4 MB. Hoy, la velocidad de la Internet fija promedio es de 3,2 MB.
Jenkins explicó que el rezago se profundizó luego de la apertura del mercado de las telecomunicaciones, pues las operadoras se enfocaron en la Internet inalámbrica y dejaron de invertir en la red fija.
Por esta razón aunque el país ocupa el puesto 15 en el mundo en asequibilidad de Internet móvil, lo que pueden hacer con esas conexiones es muy limitado.
Respecto al plan para masificar la banda ancha, comentó que será una red de fibra óptica neutra coadministrada por operadores. La fibra llegará hasta la puerta de la casa, negocio, escuela u hospital y luego cada usuario decidirá a quién le compra la conectividad y los servicios.
Sobre el costo, Jenkins dijo que hoy, una conexión de fibra a la casa cuesta unos $500, pero si se masifica, podría bajar.