En Costa Rica, los precios de las instalaciones fotovoltaicas (incluidos panel, regulador de carga, baterías, inversores...) están dentro del rango que manejan otros países latinoamericanos.
Eso es lo que comprobó La Nación tras consultar a periodistas de medios de prensa en naciones como Ecuador, Perú, México y Brasil.
Si pretende abastecer toda su demanda mediante generación solar, una familia costarricense promedio debe invertir al menos $4.800: el costo de dos kilovatios (kW) instalados.
Según la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), los usuarios recuperan su inversión desde el sétimo año.
En Ecuador, 2,3 kW instalados cuestan (mínimo) $5.000, pero, para una familia urbana de Perú (de un consumo medio más bajo que el de aquí), esa inversión inicial puede ser de unos $2.500.
En México, el costo de un equipo estándar para una casa promedio es de unos $5.400, y el tiempo de recuperación de esa inversión es de entre tres y cinco años.
Los costos de generación fotovoltaica no son realmente comparables entre los países pues varían mucho los rasgos del mercado, las normativas, el número y la proveniencia de empresas vendedoras, las tecnologías y los precios de módulos y de instalación.
Son muy distintas, incluso, las prioridades según las fuentes. Alberto Araujo, redactor del diario ecuatoriano El Comercio , explicó que la energía solar es poco cotizada en su país (genera el 0,07% del total) porque es muy costosa y es preferible apostarle a la construcción de plantas hídricas.
Según dijo, ocho embalses harán crecer en un 50% la potencia nacional mediante energía limpia y “más barata que la solar”.
Según Marlon Yong, director del Centro de Desarrollo de la Regulación de la Aresep, los precios de Costa Rica son excesivos si se comparan con los de Estados Unidos. Allá, un panel de 1 kW cuesta $733, mientras que aquí implica el pago de entre $2.400 y $2.700.