Producir energía eléctrica con basura podría traer más costos que beneficios al país.
Esto es lo que cree Mauricio Álvarez, presidente de la Federación Conservacionista de Costa Rica (Fecon), sobre la iniciativa de la Federación Metropolitana de Municipalidades (Femetrom) y el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), de generar electricidad con basura a partir del 2016.
Femetrom y el ICE planean adjudicar la construcción y funcionamiento de la primera planta para hacer ese trabajo, el próximo año.
Álvarez desglosa varias razones de su temor. Una de ellas es que, sin el adecuado manejo, se podría incentivar el consumismo con tal de satisfacer la demanda de los desechos que se usarán en los procesos de incineración o gasificación.
La investigadora Silvia Soto, en su reporte técnico para el Decimonoveno Informe Estado de la Nación , advierte la necesidad de educar primero a la gente sobre tecnologías como esas.
“Si bien algunos de los países europeos han ido disminuyendo el uso de los rellenos sanitarios, y en su lugar han incorporado otras combinaciones de tecnologías tales como la incineración, pirolisis y otras tecnologías de aprovechamiento energético, este proceso les ha llevado décadas, pasando por educar a su población para realizar la separación en la fuente, disminuir la cantidad que se produce, recuperar los materiales valorizables y, finalmente, comprender y cuantificar cómo funciona adecuadamente el proceso de generación, transporte y disposición”, advirtió Soto.
A la fecha, el 60% de las municipalidades tiene plan de gestión integral de residuos como les exige la Ley de Gestión Integral de Residuos (Ley GIR).
Un 20% está en proceso de tenerlo y del otro 20% ni siquiera se tienen noticias.
Para Eugenio Androvetto, director de Protección al Ambiente Humano del Ministerio de Salud, la Ley GIR es clara: “Primero, se evita; luego se reduce, se reutiliza y se revaloriza”.
Para Álvarez ese es otro punto: se desincentiva el reciclaje porque se compite por los mismos materiales, dado que los plásticos, el papel y el cartón son los más ricos en carbono y, por tanto, son óptimos para el proceso termoquímico que requiere una planta de estas para producir electricidad.
“Puede provocar, en el mediano plazo, una crisis del sector de recolectores, que incluyen grupos de mujeres emprendedoras, hogares de ancianos, grupos de personas con alguna discapacidad, escuelas y colegios . Ellos, durante más de 15 años, han venido recuperando los materiales valorizables como papel, cartón y plástico que son los que más importancia tienen en este tipo de aprovechamiento energético ”, explicó Soto.
Para Androvetto, la Ley GIR exige una recolección selectiva y esta recae en los municipios.
Traslado y proceso. Otra preocupación manifestada por la Fecon está relacionada con la contaminación que produciría el traslado de los residuos sólidos hasta la planta.
“Nosotros hicimos el cálculo: se necesitan unas 1.000 toneladas de basura diarias para que la incineración sea rentable y por eso necesitan la unión de varias municipalidades. Entonces, empezás a ver la locura que implicará mover con petróleo toda esa basura en los distintos puntos”, comentó Álvarez.
Juan José Vargas, director de la Femetrom, respondió que se necesitará un sistema de transporte donde las rutas sean transversales para conectar varios municipios.
“Como hacen ahora los buses interlíneas”, dijo Vargas y agregó: “Ojalá ese traslado se haga durante las noches. Lo ideal sería que se hiciera en tren”.
“Eso está regulado en el reglamento de residuos sólidos ordinarios cuando habla de estaciones de transferencia. En estas, los camiones depositan los residuos en un camión más grande. Dependiendo del tamaño, este camión de transferencia puede abarcar los residuos de 10 camiones recolectores”, dijo Androvetto.
Una vez en la planta y tras su combustión, el proceso produce residuos gaseosos y sólidos.
“Como no hay cultura de separación de residuos, estos desechos van muy mezclados (la gente igual tira baterías con cáscaras) y eso, a la hora de quemarlos, genera reacciones químicas difíciles de controlar”, comentó Álvarez.
En vías. Actualmente, el país tiene un reglamento que regula las emisiones generadas por las calderas y, ante la novedad, se hizo necesario uno más específico para tecnologías que utilicen basura como combustible.
En este sentido, el Ministerio de Salud trabaja en un reglamento basado en la norma europea que ya regula estos gases.
El mayor temor de Fecon viene dado por la liberación de dioxinas y furanos a la atmósfera, los cuales afectarían la salud de las personas.
“Las dioxinas y furanos son las emisiones más reguladas porque son las más temibles. Se producen por la combustión incompleta de las partículas de cloro o bromo”, explicó Androvetto.“Pero estas ya se dan. Una persona que quema basura en su casa o en un vertedero, y esta tiene residuos de cloro, pues está produciendo dioxinas y furanos porque hay una combustión incompleta de esos residuos que contenían cloro”, agregó.
Según Orlando Barrios, de Innovación y Desarrollo del ICE, las empresas deberán construir una planta de tratamiento para limpiar los gases, cenizas y escorias que produciría el proceso termoquímico.
Así lo establece el acuerdo ICE-Femetrom: “en la solicitud de elegibilidad el interesado deberá indicar el tratamiento de los residuos sólidos, gaseosos y líquidos que no se vayan a procesar mediante la tecnología de producción de electricidad o que sean derivados del mismo, así como el costo y método de su disposición final”.
Las municipalidades serán las que velen por que se construya esa planta de tratamiento y esta cumpla con los estándares ambientales y de salud que la ley costarricense establece.