Las condiciones climáticas adversas que se presentan en el Caribe desde el 2012 han sido las responsables de que el muelle petrolero, el cual se construye en Moín, Limón, se finalice un año y medio después de lo previsto, según Recope.
La Terminal Portuaria Petrolera del Caribe, cuyas obras se iniciaron en el 2012, es parte de la cartera de proyectos que la Refinadora Costarricense de Petróleo gestiona para aumentar la capacidad del país para importar, almacenar y distribuir combustibles.
El contrato de las obras, adjudicado al consorcio ICA-MECO, contempla que cada vez que se avecina un frente frío, la construcción se detiene tres días antes, para proteger el rompeolas con material duro, que se mantiene hasta que las lluvias y el oleaje regresan a la normalidad. Luego, se retira esa protección y se reanudan las obras.
Esa medida ha sido necesaria varias veces durante los últimos cuatro años, explicó Reina Naranjo, encargada del proyecto.
“Varias veces nos llamaron en la noche, diciendo que el mal tiempo estaba afectando el rompeolas. Había que irse y estar hasta las 3 a. m. poniendo material grueso para proteger. El Atlántico es muy agresivo en ese aspecto”, contó Naranjo.
La funcionaria explicó que el cartel contempla 200 días de paro de las obras por complicaciones climáticas, aspecto que ya fue rebasado. No obstante, aseguró que ese contratiempo no modifica el precio del proyecto, solo la fecha de entrega.
Segundo atraso. Inicialmente, la entrada en operaciones de la terminal estaba prevista para el 2014. Sin embargo, ese mismo año se aplazó la fecha hasta junio del 2015, debido a que fue necesario remover una capa de arcilla encontrada durante la construcción del rompeolas.
Esa eventualidad, además, provocó que el costo del proyecto pasara de $96 a $98,6 millones.
No obstante, ese plazo no contemplaba las eventualidades climáticas, explicó Naranjo.
Entrega. En este momento, el muelle tiene un avance del 84%. Hace falta terminar el asfaltado de la calle, así como completar la instalación de pasarelas peatonales entre duques, plataformas metálicas, tubería que traslada el producto y el sistema contra incendios, así como afinar detalles eléctricos y de instrumentación.
A finales de este año, se hará una prueba con la recepción de tres buques petroleros. Si no hay fallas mayores, la terminal puede empezar a operar, dijo Naranjo.