Desde hace dos semanas, las aguas residuales de cuatro comunidades josefinas se procesan en la nueva planta de tratamiento Los Tajos, en La Uruca, San José.
Se refiere a los residuos de 120.000 vecinos de Tibás, Moravia, parte de Guadalupe (Goicoechea) y La Uruca (San José), que ya no caen al río Torres.
Dichos usuarios ya estaban conectados a la red actual de alcantarillado sanitario del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
Los residuos proceden del colector Rivera, parte de esa red de alcantarillado, y equivalen a 350 litros por segundo; unos 30 millones de litros por día, precisó Manuel López, director de Recolección y Tratamiento del área metropolitana del AyA.
DE NUESTRO ARCHIVO Planta de aguas negras obligará a josefinos a cambiar hábitos
Es así como Los Tajos ya libera al río Torres de recibir por día 4,40 toneladas de sólidos suspendidos, que incluyen 2,7 toneladas de materia orgánica.
De esa materia orgánica, la planta ya remueve el 40% de la materia del afluente, explicó Rafael Barboza, director de la Unidad Técnica Ambiental de AyA.
El objetivo con Los Tajos es tratar aguas residuales de un millón de usuarios en 11 cantones del Valle Central: San José, Desamparados, Goicoechea, Alajuelita, Escazú, Vázquez de Coronado, Tibás, Moravia, Montes de Oca, Curridabat y La Unión.
El plan contempla crear 400 kilómetros de alcantarillado sanitario para librar a ríos y quebradas de 38 toneladas de desechos.
En Costa Rica, solo el 4% de este tipo de aguas se tratan antes de terminar en ríos, embalses, bahías, golfos y mares.
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Casi todo cuanto sale de casas de habitación, comercios e industria llega a los afluentes, que se llenan de heces y orina, sustancias químicas y metales pesados, lo que los transforman en cloacas. Así lo señala el XIX Informe Estado de la Nación .
Los Tajos y la red de alcantarillado mermarían el problema.
German Mora, jefe de la unidad ejecutora de las obras AyA-JBIC, detalló que el túnel de trasvase que llevará aguas negras del sur del área metropolitana a la planta ya va por 380 metros (21%) de 1.787 previstos.
Las obras del túnel, de 2,5 metros de diámetro, se iniciaron en marzo en la margen derecha del río María Aguilar.
Una vez concluido, en 11 meses, el túnel conectará las aguas de los colectores del sur (María Aguilar y Tiribí) con la cuenca del río Torres. Cuando estén ahí, esas aguas se unirán con las de los colectores del norte, para ser dirigidas hacia Los Tajos.
Para que la planta de alcantarillado funcione al 100% hace falta que se conecten unas 125.000 familias, que deberán invertir entre ¢6.000 y ¢850.000. AyA dispone de ¢1.635 millones para ayudar a las familias más pobres.
Impacto en tarifas. El costo estimado de todo el proyecto es de $388 millones. La primera etapa es ejecutada por la firma española Acciona Agua, y está financiada por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA).El crédito lo asumirá el Gobierno, con cargo al presupuesto, señaló Carlos Herrera, intendente de Agua de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos.
Por lo tanto, aseguró , la amortización de esa inversión no se reflejará en las tarifas de tratamiento del agua.
Lo que sí impactará las tarifas es el gasto por el funcionamiento de esas instalaciones, el cual se tiene que recuperar.
Como la red de alcantarillado aún no está concluida, la planta iniciará a un bajo nivel de ocupación y sus costos se elevarán según se utilice con mayor intensidad, argumentó el intendente.
Según Herrera, el eventual ajuste de tarifa deberá permitir la recuperación de estos gastos operativos, pero él cree que el incremento se reducirá conforme se eleve el número de abonados al servicio.
Así, ese costo por funcionamiento se dividirá entre más personas.
La apertura oficial de Los Tajos será el 1.° de setiembre, con la participación en el acto de altas autoridades del Gobierno.
Expropiaciones atrasan proyecto: concluiría en 2022
Aunque la planta de tratamiento Los Tajos ya está en funcionamiento, el proyecto completo podría concluir hasta en el 2021 o 2022. La previsión inicial era para el 2016.
La causa de la demora es que no se ha logrado expropiar todas las servidumbres necesarias para instalar la red de alcantarillado sanitario, detalló German Mora, jefe de la unidad ejecutora de las obras AyA-JBIC.
Según el funcionario, se han modificado los plazos del proyecto porque las servidumbres exigen tiempo.
Es necesario investigar la situación registral de 600 terrenos nuevos, al menos, por donde irán los conductos. Además, hay que hacer recorridos y trazar rutas de los colectores, para luego proceder con avalúos.
De acuerdo con Mora, se estima que el proyecto finalice en setiembre del 2021, pero si se activan otros riesgos, la fecha de conclusión del plan se trasladaría para setiembre del 2022.