Tres proyectos sobre explotación de energía geotérmica en el país esperan, en distintas etapas, aprobación legislativa.
Aunque los alcances varían, su objetivo es facilitar las vías para hacer uso del calor en el interior de la tierra como forma de energía constante. La geotermia se utiliza en el país desde 1994 y hoy es la segunda fuente que más genera.
El que registra mayores avances es el proyecto 18.182, en trámite desde el 5 de julio del 2011 e iniciativa del Movimiento Libertario (ML).
Aunque ese plan camina a buen paso en una subcomisión de la Comisión de Ambiente, los libertarios presentaron el mes pasado una “versión mejorada”, según ellos. Se trata del texto número 19.339.
Lo que pretende Otto Guevara, legislador libertario, es autorizar la explotación geotérmica a concesionarios públicos, privados y mixtos, en cualquier área del territorio.
“Se crea el marco legal para dar concesiones en todo el país, incluidos parques nacionales. Se establece un canon especial, en esos casos, para fortalecer el Sistema Nacional de Áreas de Conservación y el Minae fija las condiciones”, dijo.
Desde el 5 de setiembre, la Comisión de Agropecuarios tiene en su poder un nuevo proyecto presentado por los diputados Ottón Solís y Javier Cambronero, del Partido Acción Ciudadana (PAC).
El expediente 19.233 está en periodo de consultas y propone que solo el ICE explote la geotermia en todas las áreas protegidas.
“Quiero que se autorice la explotación en cualquier rincón de los parques nacionales, pero que esto lo haga solamente el Instituto, para así garantizarnos la protección al ambiente”, declaró Ottón Solís.
El legislador oficialista aseguró que contraria a la de los libertarios, su iniciativa incluye múltiples garantías para compensar cualquier daño ambiental, con la compra de más tierras. Además, los administradores del parque dictarían las reglas.
En mayo, tras completar cuatro años en Congreso, se archivaron dos proyectos: el 17.707, para explotar la geotermia en el Área de Conservación Arenal Tempisque y el 17.680 para desarrollarla en el Área de Conservación Guanacaste.
Piden tiempo. Édgar Gutiérrez, jerarca del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), espera que se suspenda en el Congreso el avance de las tres propuestas de ley hasta que concluya, en diciembre, el diálogo nacional sobre energía.
Lo anterior para que todos los actores del sector estén informados sobre las ventajas y desventajas de la geotermia, antes de modificar su participación.
Esa misma solicitud fue externada por Carlos Obregón, presidente del ICE, quien aclaró que no revelará si está a favor o en contra de los actuales proyectos de ley.
Indignado, Mario Alvarado, director ejecutivo de la Asociación Costarricense de Productores de Energía (Acope), dijo que sus asociados tienen amplia experiencia en la fuente y ofrecerían energía barata si el monopolio no se los impidiera.
“No entiendo la negativa. Tenemos a cargo el Miravalles III, pero el ICE nos da el vapor y le damos kilovatios. Es una maquila, pues no se hace desarrollo de campo”, criticó.
La hídrica es la principal fuente de generación del país, pues representa el 68% del total de la producción. El 15%–1.517 gigavatios hora (GWh)– proviene de la geotérmica.
La planta Miravalles, de 163 megavatios (MW) de potencia, fue la pionera en geotermia y consta de cuatro unidades: la primera arrancó en 1994 y la última en el 2003.
La planta Pailas I (de 41,6 MW) se inauguró en el 2011 en las faldas del volcán Rincón de la Vieja, Guanacaste. La construcción de Pailas II arrancó en el 2013 y aún continúa.
Aunque cuentan con el financiamiento, las obras para la nueva planta Borinquen I, en Liberia de Guanacaste, se iniciarían luego del 2018. Esta incluye dos fases de 55 MW cada una, por lo que, completa, beneficiaría a 200.000 hogares.