Douglas Zumbado, Óscar Badilla y Josué Brenes no reciben su salario desde el 30 de mayo.
Ellos trabajaban como programadores en la empresa Tecnologística de Costa Rica, pero la compañía les argumentó problemas de “flujo de caja” y dejó de pagarles a 66 empleados, según datos del Ministerio de Trabajo.
Para poder recuperar los montos no pagados, acudieron a los Tribunales de Trabajo, donde deberán esperar hasta dos años para que haya una resolución.
Sus expedientes se suman a los de otros 43.700 asuntos que había acumulados al final del 2013.
Según datos del Departamento de Planificación del Poder Judicial, la cifra de reclamos laborales pendientes ha crecido en 14.000 desde el 2009. Con ese incremento, también aumentó el tiempo que tardan los jueces en emitir un fallo.
En promedio, un expediente de mayor cuantía (reclamos mayores a ¢3 millones) espera 24 meses por una sentencia; tres meses y dos semanas más que en el 2012.
Por el contrario, los casos de menor cuantía (reclamos por hasta ¢3 millones) presentaron una disminución de una semana en su tiempo de resolución.
Óscar Ugalde, coordinador del Tribunal de Trabajo de Goicoechea, cree que una alternativa para resolver más rápido sería elevar el monto de la cuantía pues, en su criterio, actualmente es muy baja.
Casi cualquier reclamo que llegue a los tribunales supera los ¢3 millones y, por lo tanto, ingresa a Mayor Cuantía. Él considera que ¢10 millones sería una cifra adecuada para fijar tal límite.
La ventaja con la menor cuantía es que los asuntos tienen una sola instancia; es decir, se resuelven de manera definitiva en el juzgado, sin poder ser elevados a otras instancias judiciales.
Lo contrario ocurre con los asuntos de mayor cuantía, donde hay tres instancias: juzgados de trabajo, tribunales y hasta casación en la Sala Segunda, explicó Ugalde mientras sostenía un grueso expediente que da vueltas desde 2001 en los Tribunales de Trabajo.
El año pasado, el 57% de las demandas laborales presentadas correspondían a conflictos de mayor cuantía.
Al juzgado. Para Víctor Morales, ministro de Trabajo, la lentitud en los procesos judiciales actuales no motiva a reclamar derechos.
Por eso, dijo, impulsan la reforma procesal laboral, que introduce los juicios orales en materia de trabajo. Estos podrían apurar el debate y el dictado de una sentencia.
“La gente llega al Ministerio, pone su denuncia, pide la intervención y, si eso no se resuelve ahí, el trabajador lo lleva a un juzgado. Ahí es donde dura todo lo que dura en resolverse”, manifestó Morales.
En lo que va del año, el Departamento de Inspecciones del Ministerio de Trabajo ha atendido 87 denuncias por atrasos de pago en distintas compañías.
En el 2012, registró 86 atrasos de sueldos y en el 2013 fueron 141, lo que representó un 0,78% del total de denuncias recibidas.
Entre tanto, de los 35.052 casos discutidos en tribunales el año pasado, solo 883 llegaron a algún tipo de arreglo, lo que representa un 2,5% del total de las denuncias.
Congojas. Los tres empleados de Tecnologística fueron despedidos con responsabilidad patronal, mas no saben cuándo les pagaron su liquidación. De los tres, solo Josué Brenes ya tiene otro trabajo. “Yo he mandado correos, he ido a las oficinas, he tratado de llegar a un arreglo, pero nada”, comentó Óscar Badilla, quien laboraba en Tecnologística desde mayo del 2008.
Royden Flores, dueño de la compañía, aseguró que harán frente a los atrasos salariales, aunque no precisó cuándo.
“Esta situación nunca la habíamos vivido y no la provocamos al propio, sino que fueron las circunstancias que se dieron. Así como los empleados han sufrido consecuencias, mi familia y yo estamos con los mismos problemas de no pagar tarjetas de crédito y no poder pagar nuestras cosas personales”.