El ministro de Transportes, Carlos Segnini, reconoce que los cambios propuestos en el Consejo de Transporte Público (CTP) y el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) tomarán tiempo y generarán resistencia.
Segnini tiene claro que se debe sacar a los autobuseros, taxistas y usuarios de las decisiones del CTP y cerrar el Conavi para darle paso al nuevo Instituto Nacional de Infraestructura (INI).
Los borradores de las propuestas están listos y serán enviados a la Asamblea Legislativa antes de que finalice el primer semestre del año.
En diciembre anterior, usted dijo que en el sector de transporte público había intereses individuales muy marcados. ¿A qué se refería exactamente?
Vamos a empezar por tener algo claro: la idiosincrasia del costarricense es de poca disciplina, al costarricense no le gusta ordenarse. Cuando usted quiere ordenar un sector como este (transportes), siempre va a tener resistencia, todos quieren tener los mayores beneficios al menor esfuerzo.
”En el CTP, si nosotros logramos solucionar un problema de los taxistas, los porteadores van a reclamar lo mismo. Si arreglamos lo de los porteadores, nos saltan los taxistas, y si no nos saltan los taxistas, nos saltan los de transporte de turismo o los de transporte de estudiantes, o los autobuseros. En fin... es un sector muy complejo”.
¿Le dará tiempo a esta administración ordenar esa actividad?
Es difícil medirlo. Tenemos bastante avanzado un proyecto de reforma de la ley del CTP. Digamos que podemos dejar establecido cuál es el camino y hasta aprobado, pero eso va a depender de la Asamblea Legislativa. El ordenar el sector es una cuestión que va a llevar más tiempo.
¿Hay mucha resistencia a ese ordenamiento?
Hay resistencia a ponerse en orden. Por ejemplo, los taxistas formales cumplen, son los que han estado toda la vida; los porteadores que han cumplido están dentro de la ley porque hay una ley que los protege, pero, en Costa Rica, usted pone un plazo para ponerse en orden y no lo cumplen porque luego piden prórrogas.
”Están acostumbrados a ese juego y a tirarse a las calles”.
¿Qué pretende la reforma dentro del CTP?
Agilizar las resoluciones y hacer una composición diferente en la toma de decisiones.
”Consideramos que el Consejo tiene que ser un ente totalmente técnico”.
¿Se eliminaría del todo la participación de autobuseros, taxistas y usuarios?
Sí, sin eliminar la consulta obligada que hay que hacer. Creemos que no tiene que haber ninguna representación en las decisiones administrativas.
Durante su administración, se nombró en el CTP al importador de autobuses, Juan Carlos Soto. ¿Cómo garantizar que no hay conflicto de intereses en un caso de este tipo?
Ese es un tema que se está investigando y prefiero evitar pronunciarme, pero don Juan Carlos vino dentro de dos ternas consensuadas por todos los autobuseros, por las dos asambleas. Así que lo que se hizo fue, desde el Poder Ejecutivo, nombrar al que venía más consensuado.
Pero, a la hora de nombrarlo, ¿ustedes conocían los negocios del empresario?
Averiguamos, averiguamos.
¿A usted le parece ético ese nombramiento?
Viera que... diay, es un empresario... La actitud que yo le he visto siempre en sus decisiones es inhibirse, se ha inhibido, porque soy testigo de eso.
¿Se mantiene la idea de reestructurar el Conavi?
Estamos trabajando en eso.
¿Va a desaparecer del todo?
Ya está hecho el borrador del Instituto Nacional de Infraestructura; está en consulta interna. Obviamente, tiene que haber una transición.
¿Qué significa el cambio?
Es profundo e importante en cuanto a la manera de organizar la obra pública, más ágil, más versátil y con otro enfoque.
¿Esa modificación incluye recorte de personal?
Ese es un proceso asesorado que estamos buscando (...). Ahorita mejor me lo reservo.
Parece que están cerrando una institución para simplemente abrir otra. ¿Cuál es la verdadera diferencia?
Cuando esté listo (el proyecto) se los contamos, no quiero especulaciones sobre este tema, porque si uno dice dos o cuatro atisbos de por dónde va la cosa, empiezan a destruirla. No voy a dar chance a los ataques.