Limón
Este martes llegaron a Limón las dos enormes grúas tipo Post-Panamax que Japdeva ha esperado por años y cuya compra se aprobó en octubre de 2015. Los equipos salieron de China el 22 de junio.
Glenda y Luisa, como fueron bautizadas en honor a trabajadoras portuarias, arribaron a bordo del barco Development Way que se acercó a Moín sonando la pitoreta, mientros los empleados de Japdeva aplaudían. Dos pastores le dieron la bendición.
La compra de la maquinaria, sin embargo, se concreta a un año y cinco meses de que la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) ceda el negocio de movimiento de contenedores a la transnacional holandesa APM Terminals, que operará por 30 años el nuevo puerto de Moín.
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Aquella concesión dejará a Japdeva pequeños volúmenes de carga contenedorizada, vehículos y toda la carga a granel, como materiales de construcción, agroquímicos y granos.
Esta reducción de tareas implicaría el despido de 900 trabajadores, según estimaciones de la propia institución. Además, la obliga a buscar nuevas fuentes de ingreso, entre las que se evalúan la instalación de una marina, una plataforma logística y una planta procesadora de atún.
A la fecha, no existe un plan determinado para definir el futuro de la empresa pública.
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Para Ann Mckinley presidenta ejecutiva de Japdeva, no considera que todas estas circunstancias impliquen una subutilización de los nuevos equipos, pues el plan maestro portuario está encaminado a que Moín se convierta en una "terminal especializada en buques con carga general". Insistió en que las grúas no solo servirán para cargar o descargar contenedores.
Además, añadió la jerarca, todavía les queda más de un año de tener bajo su responsabilidad el movimiento del 80% de las exportaciones e importaciones del país y durante este tiempo confían en sacarle provecho a la maquinaria y elevar los ingresos.
"Estamos teniendo como meta bajar en cuatro horas los tiempos de espera. Con las grúas que traen los barcos se hacen 20 movimientos por hora, con las nuevas grúas propias estaríamos haciendo entre 40 y 56 movimientos por hora. Se podría hacer más, pero hay que darle tiempo por el cambio en tecnológico, es como pasar de un auto de marchas a uno automático", añadió.
Los fondos
Las grúas tienen un valor de $16 millones se ubicarán en los puestos cinco y seis de puerto Moín, que durante tres décadas ha operado sin estos equipos.
Mckinley confirmó que la compra se hizo con dinero que, durante la administración de Laura Chinchilla se le entregó a Japdeva para concretar la movilidad laboral y los procesos de restructuración y modernización. Luego, los fondos se iban a destinar a indemnizar a la empresa OAS por la anulación de la concesión San José-San Ramón, pero tampoco se utilizaron para ese fin por oposición de la Contraloría General de la República.
"En Junta Directiva tomamos una decisión, tomando en cuenta que ese aprobó dentro de presupuesto para modernización o restructuración, y modernización incluye equipamiento...", explicó.
Las autoridades de Japdeva, estiman que en un año podrían tener ingresos suficientes para recuperar $10 millones de los $16 millones que se pagaron por las grúas. Para el próximo presupuesto, dijo, comenzarían a hacer reserva para las liquidaciones.
Deben considerar, además, que la entrada en operación del megapuerto de APM Terminals se trasladó de enero de 2018 a febrero de 2019.
Con estos equipos de tipo Post-Panamax se podrán atender barcos más grandes en puerto de Moín de los que se reciben actualmente. Las compraron a la empresa China Sany, con intermediación de la firma nicaragüense, Nicaragua Machinery Company S.A.
Su adquisición también fue fruto de un acuerdo para poner fin a una huelga de dos semanas realizada por empledos de Japdeva, en protesta por la concesión a APM Terminals.
El gerente portuario de Japdeva, José Aponte, informó de que la descarga de los equipos tardara una semana y estará a cargo de personal de Japdeva y de la empresa fabricamente.
La previsión es que comiencen a operar a finales de setiembre, pues luego de la instalación de la maquinaria vendrá un proceso de ajuste y capacitación.
Aponte detalló que los nombres de Glenda y Luisa pertenecen a una mecánica que tiene 38 años de laborar con la institución y otra trabajadora que ya falleció.
Japdeva fue creada en 1963 para estimular el desarrollo de Limón, no obstante, en los últimos años ha enfrentado condiciones deficitarias y con poca inversión en el campo social. El estado de sus finanzas se ha atribuido, principalmente, el peso que tiene el crecimiento de los gastos en remuneraciones que llegó a absorber hasta el 75% de sus ingresos.
En la actualidad, Japdeva tiene una planilla de 1.468 empleados, quienes consumen ¢32.000 millones en salarios al año.
Información actualizada a las 5:42 p. m.