Marzo se convirtió en un mes "pico" en emergencias por accidentes de tránsito en el Hospital Nacional de Niños.
Desde ese centro médico, los especialistas hicieron un llamado a los adultos para que utilicen los sistemas de seguridad adecuados a la hora de transportar menores de edad.
Olga Arguedas, directora de ese hospital, explicó que cada mes se atienden 12 casos de menores involucrados en accidentes de tránsito; sin embargo, en marzo y diciembre la cifra sube a 18.
Las autoridades reiteraron la importancia de utilizar sillas o boosters adecuados para la edad de los infantes. No utilizarlos puede significar la muerte del menor.
Según las cifras del Hospital de Niños, en los últimos cinco años se han registrado entre nueve y diez muertes anuales de menores que fallecieron en el sitio del accidente debido a que no viajaban con un dispositivo de seguridad.
"Todo el que tiene un carro es responsable de la seguridad de los niños que viajan con él. Debe recordar que la silla varía en sus características según peso y edad. Hemos tenido casos en que llevaba el dispositivo pero se usa de manera errónea; por ejemplo, el menor de un año, que debe viajar en un portabebe viendo hacia atrás, es común que la coloquen viendo hacia adelante, lo cual aumenta el riesgo de la lesión de latigazo que puede producir la muerte", detalló la directora médica.
La Ley de Tránsito vigente desde el 2012 y un reglamento publicado en el 2014 establecen un tipo de dispositivo según la edad, peso y estatura de cada niño.
La legislación establece que los menores de un año deben viajar en un portabebé colocado al centro y en sentido contrario al de circulación. Mientras, los niños de entre uno y cuatro años tienen que usar una silla sujeta en el asiento trasero del centro y viendo hacia el frente. A partir de los cuatro y hasta los seis años se utiliza el booster con respaldar y entre los seis y los 12 años el menor debe viajar en booster sin respaldar. En los dos últimos casos el menor debe utilizar alguno de los cinturones de seguridad de los asientos laterales del vehículo.
En todos los casos la edad es una referencia, pues se deben cumplir parámetros de estatura. Así, si un niño de menos de un año supera los 75 centímetros, entonces debe de ir en una silla. Si un niño tiene 11 años, pero mide 1,5 metros y, con la espalda totalmente pegada al respaldar del carro, logra poner toda la planta del pie en el piso, ya no necesita dispositivo alguno.
DEL ARCHIVO: Choferes deberán ajustar uso de sillas infantiles a nueva norma
Además de usar el dispositivo correcto, también se debe procurar que este se coloque en el lugar más seguro del vehículo, el cual, según Arguedas, es el asiento atrás del acompañante del chofer.
La especialista recordó que la principal función de las sillas es evitar que el niño salga expulsado cuando se da una colisión.
"Cuando el niño sale expulsado, solo el 75% sobrevive. Lo más dramático es que del 75% que sobrevive solo un 4% sobrevive sin lesiones de carácter importante", añadió.
En el caso de los que viajan en busetas escolares, se debe vigilar que los niños vayan sentados, con cinturón de seguridad y que no saquen la cabeza o las manos por las ventanas.
Además, Arguedas destacó que el 50% de los niños atendidos en hospitales por un accidente de tránsito fueron atropellados, por lo que es necesario vigilar, acompañar y educar a los menores cuando caminan por las calles.
"Es importante que caminen por el sitio correcto, que usen los puentes peatonales, respeten los semáforos y que no salgan detrás ni delante de un bus", dijo Arguedas.
En el 2016, el Hospital de Niños recibió 283 infantes con lesiones producto de accidentes de tránsito, de los cuales 134 tuvieron que quedar internados.
Además, según las cifras de ese centro médico, el 65% de los incidentes se dan en niños de entre 4 y 14 años.
Arguedas resaltó que, del total de niños que llegaron víctimas de accidentes en carretera en el 2015 y 2016, no hubo fallecidos en el hospital.
Tránsito hizo 1.067 partes por llevar niños sin silla
Un total de 1.067 conductores recibieron una multa de ¢209.200 durante el 2016 por llevar niños en sus vehículos sin los dispositivos de retención que establece la Ley de Tránsito.
Asimismo, solo en enero de 2017 otros 69 choferes ya fueron sancionados por esa causa.
De acuerdo con el director de Tránsito, Mario Calderón, esta es una conducta reincidente en las carreteras.
"Es una pena que los adultos pongan en peligro la vida de sus hijos, sus sobrinos, sus nietos... Es cuestionable que estas personas tengan el privilegio y el derecho de proteger a estos pequeños, porque es evidente que no son personas suficientemente responsables. A partir del momento que un adulto justifica la falta del dispositivo al trasladar a un niño o una niña –por razones económicas que le impiden comprar el aparato, que se les olvidó o que su desplazamiento era corto–, nos deja claro el poco valor que le dan a la vida de esa persona que, se supone, deben proteger", aseveró Calderón.
De acuerdo con el jefe del Tránsito, otra de las excusas comunes de los padres es que llevan al niño bien sujeto con los brazos y recordó que expertos en Física han probado reiteradamente que nada impedirá que el niño salga volando por el parabrisas.
En otros casos, llevan el dispositivo pero este va mal ajustado o colocado de una manera incorrecta, por lo que es importante que lean con detenimiento los manuales de uso de cada implemento de seguridad.