El presidente Luis Guillermo Solís cedió ante la presión de un grupo de buseros y sacó a Sebastián Urbina, viceministro de Transportes, de la dirección del plan de sectorización de autobuses y cobro electrónico en el transporte público.
La decisión del mandatario se dio luego de una reunión con representantes de la Cámara Nacional de Transportistas (Canatrans). El encuentro ocurrió el martes 7 de junio.
Alex Álvarez, de Canatrans, afirmó que en la cita pidieron a Solís un nuevo enlace para mantener la discusión sobre sectorización y cobro electrónico.
Alegó que están disconformes con la forma en que Urbina ha manejado la vocería de estos asuntos. “Veníamos teniendo problemas de comunicación (con Urbina), no nos parecía que mientras estábamos discutiendo ciertos temas saliera a la prensa a dar declaraciones sobre cosas que se estaban haciendo sin habernos consultado”.
Desde hace meses, las tres compañías de bus de Desamparados , cantón en el que se intenta probar la sectorización, han cuestionado los estudios técnicos del plan y su viabilidad.
La reorganización de buses es un tema que se discute desde hace 17 años (1999) y ninguno de los cuatro gobiernos anteriores ha logrado aplicarla, pese a que las rutas son del Estado y operan por concesión.
A diario, entre 150.000 y 200.000 personas viajan en 267 buses de Desamparados a San José. Con la sectorización, el MOPT pretende crear una terminal de trasbordo en Desamparados centro a la que lleguen 29 rutas desde los distritos. Allí harán conexión los pasajeros que van a la capital. Esto redundará en que solo buses de 5 rutas entrarán a San José para producir menos congestionamiento.
Estas unidades tendrán un carril exclusivo de 7 km en los que podrán viajar a 34 kph y no los 17 kph actuales y en mucho menos tiempo que ahora.
El 30 de mayo, Gilbert Jiménez, alcalde de Desamparados, dijo que “él (Urbina) viene y nos dice: ‘El proyecto va porque va’, y me parece que esa es una forma muy intransigente de decir algo, no se deben decir las cosas así”.
Álvarez, por su parte, dice que Urbina no está capacitado para estos dos temas. “Pedimos que sea una persona que técnicamente nos pueda dar las respuestas adecuadas porque veíamos que el señor viceministro no daba las respuestas técnicas requeridas”.
Carlos Villalta, ministro de Obras Públicas y Transportes, negó que la decisión de Presidencia signifique ceder a presiones.
“Lo que ocurrió fue una reunión con transportistas donde el presidente me invitó, los transportistas le presentaron un cambio de interlocutor porque no se podían poner de acuerdo”, dijo.
Villalta ahora tendrá a cargo la coordinación con los buseros.
Fuera. Urbina dijo que aceptó separarse con tal de que los proyectos sigan. “El presidente me pidió que me separara de las discusiones para bajar un poco las tensiones que hemos tenido con los empresarios. Los empresarios dijeron que no querían seguir negociando conmigo, entonces se está tomando la decisión de cambiar el interlocutor para que los proyectos puedan seguir”.
Añadió que respeta la decisión del mandatario y descartó que esté pensando en dejar su puesto.
Alfredo Villalobos, presidente de la Cámara Nacional de Autobuseros (Canabus), expresó malestar por la separación. “Me parece extraño, no es normal que de un pronto a otro se quite al viceministro de estos temas”.