“Somos un servicio de transporte privado; se trata de un contrato entre privados, entre una persona que da un servicio de chofer particular y otra persona que lo contrata para ello”.
Así defiende Luis de Uriarte, director de Comunicación de Uber para México y América Central, los planes de esa empresa de operar en Costa Rica sin pasar por controles previos del Consejo de Transporte Público (CTP), ente adscrito al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) que regula el transporte remunerado.
Uber es una empresa que nació en California, Estados Unidos, en el 2009, y ya opera en 58 países. Lo hace por medio de una aplicación de teléfono celular o tableta que enlaza a particulares –que deseen utilizar su vehículo para dar transporte– con los clientes potenciales. Este servicio se brinda a cambio de un pago automático mediante tarjeta de crédito o débito.
De Uriarte asegura que podrían funcionar en el país en algunos días. Esta misma semana, anunciaron la contratación del abogado Humberto Pacheco como gerente en Costa Rica.
Las intenciones de Uber no son bien recibidas en el MOPT, según se deduce de las palabras del viceministro Sebastián Urbina.
“Todo transporte remunerado de personas tiene que pasar por el CTP. Tengo sentencias de la Procuraduría de la República (abogado del Estado) que hablan en ese sentido; inclusive desde la Sala Constitucional se han dado varios pronunciamientos sobre este tema. Para nosotros es muy claro el asunto”, dijo.
Representantes de la compañía en Costa Rica intentaron reunirse con Urbina el lunes. Sin embargo, la reunión se reprogramó para las próximas semanas.
De Uriarte argumentó que Uber representa el derecho de los usuarios a decidir cómo y en qué se transportan por la ciudad.
“Uber puede vivir tranquilamente con las otras modalidades de transporte de las ciudades, Uber es una modalidad de transporte que llega a complementar las ya existentes”, añadió Uriarte.
En el país están autorizados 11.179 taxis rojos, y recientemente, los 2.562 permisos otorgados de Servicio Especial Estable de Taxi (Seetaxi) –conocidos como porteadores– se redujeron a 1.324. Además, hay una cifra no estimada de taxis piratas.
Precisamente, la posibilidad de que este sistema opere en el país indispone a taxistas y porteadores, que lo consideran competencia desleal.
Gilbert Ureña, presidente del Foro Nacional de Taxistas, explicó, por ejemplo, que su gremio se somete a una serie de controles que aumentan sus gastos de operación, como la revisión técnica vehicular dos veces al año.
Regulación. De acuerdo con los representantes de Uber, en México comenzaron a operar y luego negociaron con el Gobierno y otros gremios, un reglamento para sus servicios en el Distrito Federal.
Las reglas se publicaron el pasado 30 de julio e incluyen un registro de choferes, vehículos, seguros de cobertura amplia y un tributo para proyectos de movilidad urbana.
Con respecto a este último punto, Uber admitió depositar el 1,5% de cada uno de sus viajes a la Secretaría de Movilidad del Distrito Federal.
Según la compañía, en México tienen más de 500.000 usuarios y 10.000 socios conductores.La tarifa mínima de Uber en México oscila entre 40 y 150 pesos mexicanos (entre $2,5 y $9,3), según el tipo de vehículo que se solicite y el número de pasajeros que va a trasladar.