¿Usted es consciente de que si se elige el modelo de sectorización y cobro electrónico, que terminan siendo más beneficiosos para los empresarios que para los usuarios, van a existir cuestionamientos por la cercanía de la viceministra Liza Castillo con los autobuseros?
Si eso fuera así, ni siquiera valdría la pena hacerlo (sectorización y cobro electrónico).
Pero, si al final del proceso se cuestionan las condiciones, ¿se va a achacar ese favorecimiento a la relación laboral que existió entre Castillo y los transportistas?
Bueno, en primer lugar, nunca pueden estar los intereses particulares por encima de los intereses generales. Yo lo he reiterado y lo digo con la mayor transparencia y honestidad, Sebastián (Urbina) no se fue por una presión de los autobuseros. Si bien es cierto, pudieron haber hecho presión, pero no fue eso el detonante de su salida y lo digo con la mayor transparencia.
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”El éxito del proyecto de sectorización es que el usuario sea el más beneficiado, si hubiera algún amague para que, al final de cuentas sean los empresarios los más beneficiados y el usuario va a quedar en desventaja, entonces es mejor no hacer nada”.
Siempre han existido cuestionamientos de los autobuseros sobre los estudios de demanda que realizan diferentes instituciones; el argumento siempre ha sido que los datos reales solo los tienen ellos. ¿Qué pasa si con los nuevos estudios, los transportistas vuelven a expresar dudas?
Es parte de la transparencia que se debe tener en toda la construcción del proyecto y el diálogo que vamos a hacer.
”En la actualidad, la duda era que el Consejo de Transporte Público, por su falta de capacidad, lo que hacía era un proceso de validación de los datos de demanda y determinaba unos coeficientes de correlación para hacer unas proyecciones de demanda de pasajeros. Y eso no es del todo malo, pero sí tenemos la necesidad de actualizar datos.