Al filo del año, invitamos a 10 especialistas a confeccionar una revisión y balance de lo que pasó en teatro, danza, literatura, artes visuales, música y cine. Sus textos hilvanan hitos, transformaciones, flaquezas y vacíos. Disfrute de cada uno de estos resúmenes.
El 2015 ha sido un año fructífero para el cine costarricense, con producciones variadas y récords de taquilla. La mayoría de los trabajos fueron exhibidos comercialmente y otros se presentaron en festivales. Hubo comedias comerciales, que buscan enganchar al espectador, y dramas independientes, que exploran historias personales.
ARTES VISUALES: Entre abundancia expositiva y ausencia de crítica
El panorama muestra que se exhibe mucho, se investiga y se debate poco.
LITERATURA: Mil y una historias
Las novelas histórica, negra, psicológica y cierto tipo de novela experimental se mantienen como tendencias en nuestra narrativa; el número de editoriales ha crecido, las revistas literarias, principalmente digitales, también.
Sin mucho riesgo ni fuerte apuesta: Pocos creadores se atrevieron a romper moldes.
TEATRO: Acotaciones al filo de la butaca
La valoración del año teatral 2015 es alentadora en muchos sentidos. El debut de grupos promisorios (Crono, Los de Pluma y Teatro del Público) coincidió con una repentina eclosión del teatro musical.
MÚSICA CLÁSICA: Iniciativa privada y desidia institucional
La actividad aumenta gracias a propuestas privadas, mientras entidades estatales muestran un modelo de gestión estancado.
MÚSICA POPULAR: La contracción de los hitos musicales
El país no alcanza para tanto concierto de estadio, pero sí para pequeños grandes artistas.
Este fue un año de baja intensidad para la actividad dancística de Costa Rica. Tuvimos pocos espectáculos internacionales; las agrupaciones estatales realizaron temporadas de repertorio y estreno; hubo festivales con alguna que otra novedad, y el sector independiente mermó su producción.