“Vengo con la boca repleta de palabras”, anuncia Arabella Salaverry en uno de sus poemas incluido en su sétima colección , Violenta piel . No son palabras sueltas, ni están hechas de aire: son armas.
En Violenta piel , Salaverry eleva las defensas contra las agresiones que ha sufrido la mujer a lo largo de la historia. La publicación incluye 57 poemas sobre las vivencias de la mujer en un mundo que insiste, ciegamente, en ser patriarcal.
La presentación del libro se realizará en el Instituto de México a las 7 p. m., con la ensayista Yadira Calvo y la poeta Silvia Castro. La bailarina Ivonne Durán y el saxofonista Federico Granados ofrecerán un pequeño espectáculo.
Con un hondo sentimiento de solidaridad, Salaverry inicia reflexionando sobre las adversidades que enfrentan mujeres de todo el mundo. “Creo que las consideraciones de orden social, las desigualdades y todo lo que significa una sociedad injusta se duplica en el caso de las mujeres”, explica Salaverry.
“Aparte de la violencia que significa la pobreza y la discriminación, existe la violencia que sufren las mujeres en distintas sociedades”, dice la autora.
Salaverry se sintió motivada a escribir estos poemas por noticias que narraban injusticias alrededor del mundo.
“El poemario es un viaje de lo colectivo a lo personal e individual, subrayando las necesidades de que las mujeres se apoderen de la palabra”, declara Salaverry.
¿De dónde surge tal disparidad entre hombres y mujeres? “Desde los temas económicos, pasando por las estructuras culturales”, explica Salaverry sobre un tema que ha sido recurrente en su creación literaria. No solo sufre la mujer la desigualdad intrínseca del sistema económico, sino también “los hábitos profundamente arraigados de la cultura patriarcal”.
¿Por qué escribir sobre un tema que, como dice la autora, ya es de sobra conocido (aunque para nada resuelto)? “Es obligación de cualquier mujer que tenga consciencia de lo que pasa utilizar su voz, en el espacio en el que esté, para abogar por una sociedad más justa”, dice.
Solidaridad. En el libro, se pasa de las mujeres de las noticias internacionales a las protagonistas de la Biblia. Es una historia de injusticia, pero también de solidaridad entre mujeres –de sororidad, hermandad femenina–. “Cuando uno ve estas situaciones ajenas, quisiera llevar lágrimas ajenas para llevar el dolor de la otra”, dice.
Para Salaverry, componer este tipo de poesía es un “dolor gozoso”. “Aún cuando hemos avanzado tanto en los temas que atañen a la mujer, siento que aún hay un larguísimo camino por recorrer”, añade.
¿Hay, pues, salida? “Desde que las primeras mujeres comenzaron a abrir espacios se ha ido avanzando; el problema es que vamos muy despacio, sobre todo, porque lo que se necesita un cambio en la estructura mental de los seres humanos, en las maneras de pensar y de entender el mundo”, considera.
Violenta piel es un regreso a temas conocidos y ampliamente discutidos. “No sé si a vos te pasa / que la piel de pronto llore”, expresa el yo lírico en No sé . Salaverry se ha propuesta transformar esas heridas en verso: “Eso nos permite la poesía; mirar con ojos nuevos las situaciones vividas”.
Salaverry continúa trabajando en la escritura y en el teatro. Actualmente, se encuentra en escena con Sangre lunar , dirigida por Vivana Porras. Este año, Salaverry publicará un libro de relatos.
El poemario Violenta piel estará disponible en la Librería Universitaria, en San Pedro, y a pedido en la Distribuidora Alejandría (2281-1002). El precio es de ¢5.000.