Zarcero
Bromista y con mucha esperanza, así encontramos a Evangelista Blanco, jardinero zarcereño quien por más de 50 años fue el encargado de darles vida a los árboles de ciprés en el conocido parque de la iglesia de la localidad.
Blanco fue despedido de sus funciones el sábado por el sacerdote Kenneth Castillo, párroco de dicha iglesia. Sin embargo, desde que trascendió la noticia tanto el pueblo zarcereño como muchos costarricenses se manifestaron en contra de la decisión.
Este lunes, "don Lista", como se le conoce, estuvo en el parque a la misma hora que lo ha hecho desde que tomó el puesto de jardinero, a las 5 a. m., aunque fue un día poco típico para él, ya que se dedicó a atender a varios medios de prensa y también a los visitantes del parque que le demostraron su apoyo.
Además, recibió una llamada muy particular. "Me llamó el obispo San Casimiro para decirme que no estaba enterado de lo que estaba pasando, pero me invitó a que un día de estos nos fuéramos a tomar un café para buscar una solución", dijo don Lista.
En un breve recorrido por el parque donde están sus esculturas, el artista recordó que empezó a trabajar allí hace 52 años y que aprendió solo el oficio de jardinero y que poco a poco, "echando a perder", empezó a darle forma a los árboles.
"Aquí voy a seguir viniendo todos los días, aunque no me dejen trabajar. Voy a seguir dándole una manita a los árboles, aunque sea sin tijeras", agregó.
Está muy agradecido con el apoyo que ha recibido, pero le pide a la gente que tenga mesura y que no vayan a tomar malas decisiones. También contó que después de que recibiera la carta de despido, no ha hablado más con el sacerdote.
Don Lista ya no tiene un espacio para guardar sus pertenencias ni herramientas de trabajo porque la casita que había en el parque para que él se resguardara fue derribada.
"Lástima que echaron abajo esa casita porque era muy linda", comentó Blanco. Empero, asegura que nada le quita la paz, porque sabe que ha hecho una gran labor y principalmente por amor a su pueblo. "No me voy a quedar metido en la casa porque toda la vida he trabajado y no me gusta estar encerrado. Aunque sea a sentarme al quiosquito a saludar gente voy a venir", agregó.
El jardinero contó que hay un par de personas que lo ayudan con el mantenimiento de las esculturas, pero que no saben bien cómo es el trabajo para hacer las formas en los cipreses, pero no niega que él mismo pueda enseñarles bien.
"No me da miedo que el parque se eche a perder porque yo no voy a dejar que eso pase", dijo con determinación.
En los alrededores del parque se sentía la molestia de los vecinos. José Jiménez también trabaja en el parque como encargado de los jardines de la iglesia y aseguró que es una lástima que un talento como el de Evangelista no se aproveche más.
"Debieron ponerle a alguien que lo ayudara, nada más", dijo.
En horas de la tarde, la Iglesia Católica envió un nuevo comunicado de prensa. La Nación también conversó con Sixto Varela, vocero de la Iglesia. Puede leer la respuesta en este enlace.