La alta realeza de la belleza, 90 concursantes de todo el mundo, se congrega en Doral, Miami. En la corte de Miss Universo, ya sonríe una tica: Karina Ramos, una joven de 21 años que sueña con el brillo de la corona.
Ramos arribó a la ciudad estadounidense el lunes en la noche. Si bien el avión aterrizó a las 6 p. m., la congestión en el aeropuerto era tal que debió esperar una hora para ingresar finalmente en el aeropuerto.
Cerca de las 9 p. m. llegó finalmente al hotel, donde descubrió que su compañera de cuarto es la actual Miss El Salvador, Patricia Murillo.
Desde entonces, la ha consumido el vertiginoso ritmo de la cumbre de la belleza. “Empecé temprano, desde las 7 a. m., a revisar los datos y la información que se dice de cada candidata en la final y la premilinar”, detalló por mensajes de WhatsApp.
Mientras conversábamos con ella, se preparaba para más sesiones oficiales de fotografía: todos quieren la imagen de las reinas, que circularán entre sus seguidores en cada país hasta el 25 de enero, día en el que se celebrará la final.
Para Ramos, siguen dos semanas de tensión, expectativa y dura preparación para las pruebas del concurso. Allí, realizará recorridos, pruebas de vestuario, peinado y maquillaje, prácticas de los desfiles.
En algunas de las imágenes que compartió Ramos en su página de Facebook, se puede ver cómo comparte su tiempo con sus competidoras, como Miss Kosovo y Miss Albania.
Desde ahora, se empiezan a conocer detalles de la gala. El tabloide británico Daily Mail dice que el boxeador Manny Pacquiao podría ser juez.
El hashtag para apoyar a la reina es #CostaRicaQuiereCorona, y sus fans empiezan a compartir mensajes de apoyo. Empero, la competencia es dura. En el 2014, la venezolana Gabriela Isler se llevó las palmas. ¿Será este el año de Costa Rica?