La exmodelo y empresaria Nadia Aldana vivió en carne propia la angustia y el sufrimiento que solo una madre podría entender: cuando uno de sus hijos se encuentra en peligro.
Sus gemelas, Sofía y Sara , son dos buenos ejemplos de lucha por sobrevivir. Ellas son sietemesinas y ese detalle hizo pasar a la reconocida colocha los días más complicados de su vida, según lo calificó ella misma.
“No he pasado nada más difícil que eso. Fui al hospital a controlar las contracciones y el susto cuando me dicen que las bebés tenían que nacer porque estaban en peligro; luego me las internaron. Fue muy impactante. Pero son unas guerreras, sobre todo Sara que pesó 1.080 gramos y el mínimo que se necesitaba eran 1.800. ¡Ella es un milagro! Todo mi embarazo fue normal, pero al final se me complicó. Una de ellas se estaba alimentando de la otra, y por eso Sarita me nació con bajo peso. Los doctores pensaron que no iba a sobrevivir”, recordó Aldana.
“Vieras qué curioso; eso me la marcó a ella. Es una campeona, a pesar de que fue la chiquitilla (Sara nació dos minutos después que su hermanita) fue la que empezó a gatear de primero. Fue la que tuvo que luchar más por sobrevivir y ahora todo lo aprende rápido”.
Este 15 de setiembre, dentro de un mes, las pequeñas Piñeres Aldana festejarán su primer año de vida.
La debutante mamá reconoció que es difícil diferenciarlas para quien las ve por primera vez. Tiene que observarlas con mucho detenimiento para saber quién es quién.
“Antes, una era más rellenita que la otra, pero en peso ya están muy parejas. Una tiene más pelito que la otra y los ojos son diferentes. En cuanto a personalidad, sí se diferencian bastante. Sofía es la dormilona, es más tranquila, y Sarita es la extrovertida, superinquieta y la que llora un poco más. Aunque a veces se turnan”, confesó entre risas.
Su mamá, doña Sandra Cob, y su hermana Nicole, han sido un apoyo importante en cuanto a recibir “volados” de voces experimentadas.
“Son mis fieles consejeras. El bebé de Nicole ya tiene dos años, me han ayudado mucho. Desde remedios caseros de esos que un doctor jamás te va a decir, y son cosas en los que uno cree, como frotarlas cuando están resfriadas, o bañarlas con agua caliente cuando están inquietas antes de acostarlas”.
Nadia agregó que el mejor consejo que le puede dar a una madre primeriza es buscar la sabiduría y dirección de Dios.
“Hay momentos difíciles con los bebés; por más que uno los ama uno se desespera, se pierde la paciencia y no se sabe qué hacer. Yo lloré muchas veces porque sentía que no podía, me lloraban y no entendía la razón, hasta que luego la intuición de las mamás aparece. También, si se está en constante oración, Dios lo ayuda a uno. Creo en el poder de la oración”, indicó la copropietaria de las boutique Aldana.
“Me siento feliz, realizada, plena. Ser madre te enseña a experimentar el amor más puro, te hace más sensible. Pero, por mi experiencia, de hecho ahora no pensamos tener más hijos. La familia ya es grande, pero también me marcó mucho por ese lado, me daría miedo volver a pasar algo así”, finalizó.