Viajar en el asiento al lado de la ventana en un avión, invita a asomar la cabeza para ver cómo se ve el paisaje desde arriba.
La curiosidad queda satisfecha cuando se divisa un río larguísimo, que serpentea entre verdes bloques de montañas, pero ¿cómo se ven una mejenga, una corrida de toros o la romería desde las alturas?
Los fotógrafos Sergio y Giancarlo Pucci se aventuraron a retratar una Costa Rica desde una perspectiva inédita.
Los artistas dedicaron dos años a sobrevolar el territorio nacional a bordo de aeronaves como helicópteros, avionetas, autogiros y aviones ultraligeros.
Cámara en mano, los hermanos Pucci retrataron el país desde los aires, y el resultado se plasmó en el libro Costa Rica aérea.
“Muchas veces en nuestra vida tenemos que hacer un alto para observar las cosas desde otra perspectiva. El objetivo de este libro es incitar a la reflexión y recuperar la capacidad de asombro al apreciar a nuestro país desde otro ángulo. Es como redescubrir lugares que ya habíamos visitado”, explicó Giancarlo Pucci.
En 300 páginas, en el libro se despliegan imágenes que van desde los paisajes aéreos tradicionales como ríos, volcanes, playas y atardeceres hasta escenas como las corridas de toros en Zapote, el Festival de la Luz, la romería y la celebración de las victorias de la Selección Nacional en los partidos del Mundial, en los alrededores de la fuente de la Hispanidad.
“Desde el aire nada es irrelevante”, opina el escritor y músico Jaime Gamboa, autor de los textos que complementan las 270 fotografías por las que desfilan costas, volcanes, bosques húmedos y secos, cataratas, ríos, manglares, tortugas, ballenas, golfos, ciclistas, fieles católicos, pueblos, ciudades, sembradíos, parques, niños y adultos.
Por la naturaleza. De acuerdo con Pucci, además de deleitar la vista con espléndidos escenarios naturales de Costa Rica, otro de los objetivos de la publicación es contribuir a la protección del medio ambiente.
“Desde la perspectiva aérea se observan claramente dos aspectos: la interconexión y la fragilidad. Los seres humanos no vivimos aislados de la naturaleza; estamos interconectados con ella, y todo lo que hagamos la afecta a ella y a nosotros. La naturaleza también es frágil”, expresó el fotógrafo.
El libro fue impreso en papel certificado por el Forest Stewardship Council (Consejo de Administración Forestal de Estados Unidos).
Esto significa que los árboles utilizados para producir el material no fueron extraídos de un bosque, sino de una plantación.
Pucci explicó que para producir la obra se utilizaron 10 aeronaves que en total contabilizaron 70 horas de vuelo.
“Esto generó 10 toneladas de CO2 (dióxido de carbono) que serán compensadas con la siembra de 200 árboles de especies nativas en extinción”, aseguró el artista.
El libro tiene pasta dura y los textos están escritos en español e inglés. Estará a la venta a partir de la próxima semana en la librería Internacional, en tiendas Britt y vale ¢24.800. El 10% de las utilidades será donado a la Fundación Árboles Mágicos.