Inti Picado rompió esta semana con su hermetismo. El exdirector del Centro de Producción Artística y Cultura (CPAC) del Ministerio de Cultura, recorrió medios de comunicación el lunes entregando un paquete de documentos: el informe que entregó a la exministra, Elizabeth Fonseca; anexos con comunicaciones que detallan deudas pendientes del Festival Internacional de las Artes (FIA) 2014, y sus respuestas puntuales al informe que entregó Fonseca al presidente Luis Guillermo Solís.
El silencio del último mes no fue autoimpuesto. Picado asegura que, tras el intento de negociación con Luz Art, la exministra lo envió “al congelador” y perdió sus privilegios como vocero del hasta el día de su despido, el lunes 11 de mayo.
Han pasado dos semanas desde que terminó el FIA. ¿Por qué dar la cara ahora que Presidencia sentó las responsabilidades políticas del caso?
Suceden dos cosas importantes: una, que a mí se me prohíbe dar declaraciones, y creo que eso generó un impasse en ese momento. Se me dice: “Los voceros oficiales van a ser otros, no va a ser usted como lo había sido durante todo el proceso del FIA”.
¿Quién da la orden?
Son órdenes de la Ministra. Se nombra como vocero primero ella, por unos días, y luego los dos viceministros y a partir de ahí yo no pude contestar más inquietudes. Creo que eso hizo un bache de información que yo tenía y a la que la gente no tenía acceso, pero que no me dejaban comunicar. Luego, la Ministra nos pide un informe a cada uno de los viceministros y a mí, como director del CPAC, y con base a esos informes ella iba a elaborar el suyo. La tarde del lunes 11 de mayo, ella me despide antes de entregar su informe. Al día siguiente cuando leo el informe que ella presenta, me doy cuenta que tiene omisiones y que tal vez fue un poco vago en ciertos aspectos. Ya era tiempo que yo contara lo que viví dentro del Festival y en el proceso de la dirección del CPAC, que es lo mismo que ha estado haciendo el Viceministro (José Alfredo Chavarría) en estos días, saliendo a la prensa, contando su punto de vista. Porque, por lo menos para mí, el informe omite cosas importantes y no contesta todas las preguntas a las que la gente tiene derecho de conocer las respuestas.
¿Por qué desapareció en medio de la crisis del FIA , en la semana del festival ?
El día 23 de abril comienza el FIA. Por esos días, la empresa Luz Art pide que se quite la adjudicación que se les había dado. Pero, paradójicamente, el mismo día Luz Art pide negociar con la exministra. Estábamos reunidos los asesores de la ministra, los viceministros y yo para discutir el tema. ¿Negociamos o no con Luz Art? Por un lado, el exviceministro José Alfredo Chavarría dice “No negociemos, ya ellos pidieron que se declarara sin lugar la adjudicatoria, busquemos otra opción”. Yo digo, aconsejando a la señora ministra: “Me parece bien negociar porque puede ser la opción más rápida, pero me da miedo que si no llegamos a buen puerto con esta negociación perdamos horas valiosas para encontrar una alternativa para las luces y sonido del festival.
La ministra Fonseca los llama, y se reúnen, tengo entendido, dos veces. Al día siguiente de la primera, ella me llama al mediodía y me dice: ‘Hablé con Luz Art. Todavía no hemos cerrado negociaciones y están pidiendo, entre las condiciones para tomar la adjudicación de luces y sonido, que usted deje el FIA. Yo les dije a ellos que eso no lo iba a hacer ahora.Pero sí les dije que usted no se iba a acercar a ninguna de las tarimas donde iban a estar los conciertos grandes y que usted no iba a tener interacción con el personal de Luz Art’. Esas fueron las palabras de ella.
¿En esta fecha usted pierde contacto con el FIA?
Ese día sigo trabajando en aspectos del FIA; inmediatamente después redacto mi carta de renuncia en ciertos términos. Básicamente, finalizaba diciendo dos cosas importantes: la primera, que yo no quería ser un obstáculo para el FIA y si la empresa estaba pidiendo eso yo no iba a ser un obstáculo ; pero que también me parecía muy grave que una empresa privada pudiera llegar a pedir semejantes cosas a una ministra de Estado, que yo no quería ser cómplice de eso y que renunciaba.
¿Aceptó la exministra Fonseca su renuncia?
Ella no aceptó la renuncia. Me llamó a la casa, un sábado (25 de abril). Me llamó a la casa, bastante enojada , me puso en altavoz con sus asesores, con la Jefe de Despacho y me pidió que me retractara de lo que había dicho en la carta. Yo no me retracté por escrito pero sí acepté el pedido de ella de no retirarme del FIA. Seguí trabajando, pero desde ese día se me quitó como vocero del FIA.
¿Eso fue el sábado 25 de abril?
Sábado 25 de abril. A partir de ahí, como dicen popularmente, me mandaron al congelador y no pude atender más la prensa, aunque yo quería. Varias veces pedí a la Jefe de Prensa contestar las consultas de ustedes, de los medios, y ella me dijo que eran órdenes superiores.
Usted ya había afrentado a la ministra, ¿por qué no dio declaraciones sin mediar a través de prensa?
Porque al ella no aceptarme la renuncia, seguía siendo mi jerarca superior. No estaba de acuerdo con lo que había sucedido y por eso había puesto la renuncia, pero seguía siendo la jerarca superior y tenía que atender sus órdenes. Igual tenía que estar concentrado en reprogramar cosas y en otros aspectos del FIA, pero ya no debía tratar con la prensa. Lamento no haber acudido a la prensa en ese momento; pero si lo hubiera hecho iba a desobedecer una orden y me hubiera puesto en una situación complicada, aunque ya estábamos en una situación así.
De acuerdo con el informe de la exministra Elizabeth Fonseca, ella dice que hubo desacato a sus órdenes y lo señala a usted y al exviceministro Alfredo Chavarría como los culpables de este desastre. ¿Qué pasó con el FIA?
Creo que señalar un solo culpable o un par de culpables en algo tan complejo como el FIA es simplista, de alguna manera , el FIA es tan complejo que involucra prácticamente a todo el Ministerio. Creo que dejó muchas preguntas sin respuesta y al mismo tiempo me parece que fue una reacción bastante humana, decir “no fue culpa mía, fue culpa de los demás”. Sí creo que no fue la mejor respuesta . Yo sé que el exviceministro Chavarría y yo estuvimos trabajando fuertísimo por el FIA, tratando de solventar las carencias que había en el CPAC. Cuando yo entré ahí éramos 5 personas trabajando, contándome a mí, cuando el FIA en su momento de más trabajo tenía hasta 30 funcionarios trabajando. Fuimos nosotros dos los que estuvimos advirtiendo varias veces (no recuerdo cuántas, pero por lo menos cuatro) que al FIA había que cambiarlo de fecha, que había que hacerlo en julio o sino en noviembre.
¿En qué fechas se hicieron estas sugerencias?
La primera advertencia fue en agosto del 2014; la segunda tiene que haber sido a finales del 2014, después en enero. Cuando yo voy a contratar personal por medio de la Fundación Parque La Libertad, en setiembre, se hacen unos movimientos de dinero del CPAC para que Parque La Libertad, el socio con el que estábamos trabajando el FIA, pudiera contratar personal y ese personal entra hasta enero a trabajar. Ahí volvimos a dar alarma, dijimos que estábamos intentando contratar personal desde setiembre y ya estábamos tarde, porque nos dieron cinco personas en enero y cinco en febrero. Volvimos a tratar de posponerlo. La fecha más importante en la que tratamos de cambiar el festival, puede ser el 16 de marzo.
No olvidaré las palabras de doña Elizabeth después de que le dije que pospusiéramos el FIA tres meses; argumenté que estábamos a una semana de la conferencia de prensa y ahí podíamos anunciar las nuevas fechas. Ningún artista estaba montado en un avión, ni había llegado al país. Había chance de maniobra, faltaban seis semanas para el FIA, había mucho margen para moverlo. Ella nos dijo: ‘No me gusta lo que estoy escuchando. Yo no soy la ministra que no va a poder organizar un FIA, así que vea cómo lo hacen.
La debacle pública del FIA fue el día de su inauguración cuando se cancelaron las actividades masivas de Acosta. ¿Por qué no se canceló en ese momento ?
Después del 16 de marzo, habíamos llegado a un punto de no retorno. Dependíamos de actores que no eran propiamente el Ministerio: dependíamos de que el Parque La Libertad firmara el convenio de patrocinio con Kölbi y lo firmaron a mediados de abril, como una semana antes del FIA, tardíamente; dependíamos de la firma del fideicomiso del Banco de Costa Rica con el que íbamos a contratar seguridad, toldos y otros servicios, se firmó también 15 o 16 de abril. Ya entonces estábamos a una semana del FIA. Si esas cosas hubieran entrado 3 ó 4 días antes hubiéramos salido, y cuando sí entraron ya no salimos. Era una cosa de días, horas prácticamente. Había momentos en que decíamos que sí iba a salir, esto se está arreglando. Pero después algo pasaba que no. Habíamos llegado a un punto en el que devolvernos era imposible.
Aún así, el día de la inauguración, con este panorama y los eventos cancelados, ¿ustedes insistieron en seguir el festival?
Sí, se tenían que cancelar las actividades masivas. Ahora, a la luz de los días con el recuento que hemos hecho y ya con la Ministra nueva a.i., Sylvie Durán, que dio algunos números, casi el 70% de las actividades sí se hicieron. Lógicamente quedaron por fuera las más grandes, que estaban ligadas a los artesanos, uno de los grupos más vulnerados en este festival. Lamentablemente, creo que ese 16 de marzo, cuando fue el quiebre, si se hubiera aceptado la postergación del FIA, la historia sería distinta. Incluso, si la negociación de luces y sonido hubiera fructificado, que fue lo que nos hizo declinar las actividades masivas, si hubiera fructificado, también creo que la historia hubiera sido distinta.
Usted menciona en su informe que la licitación de luces y sonido se hizo a tiempo, que el viceministro de Administración hizo un llamado tardío a la comisión de adjudicación. ¿A qué le atribuye esa tardanza?
Como en todo esto de los trámites con el Gobierno, los trámites públicos tienen tiempos máximos y mínimos. Yo mandé el 13 de abril mi recomendación técnica de las ofertas que habían llegado de luces y sonido. La que cumplía con todo era Luz Art, las otras dos no cumplían con los requerimientos. Yo mandé ese lunes 13 de abril la recomendación y él convoca el 22 de abril, no solo convoca sino que adjudica un día antes del FIA. Esa convocatoria pudo haberse hecho en cualquier momento desde que yo entregué el 13 de abril mi reporte.
Es simplemente un correo, es decir reunámonos mañana o dentro de una hora. El viceministro Administrativo no estaba en el país en ese momento, él estaba en Europa en un viaje oficial, no sé quién era la persona encargada en su ausencia de hacer el trámite; pero lo que pasó es que no se hizo y se convocó tardíamente. Se convocó en los tiempos máximos, pero también hay tiempos mínimos. Estábamos en un momento en que cada hora y cada día contaba y se pudo haber convocado a partir del 13 de abril, cuando envié la recomendación técnica.
En su informe, Elizabeth Fonseca asegura que hubo financiamiento pero que hubo poca diligencia para gestionar los recursos. ¿Eso es cierto?
No es cierto como lo plantea ella. Sí hubo financiamiento, al FIA no le faltó dinero. En algún momento después del 16 de marzo ella me dijo: “El FIA es lo más importante, utilice los recursos que sean necesarios para llevarlo a cabo”. ¿Qué sucedió? Hicimos dos modificaciones presupuestarias durante el año que estuve en el CPAC: la primera se hizo en setiembre del 2014, que era para contratar el primer grupo de personal que entró en enero y febrero; la segunda se hizo en febrero, si no me equivoco el 16. Pero, cuando el Ministerio de Cultura envió la información a Hacienda, esa información no iba con la coletilla que dice para qué se iban a usar esos recursos.
¿Ambos traslados tuvieron problemas con Hacienda?
No, el primero salió bien. Llegó tarde porque llegó en enero, pero el segundo sí tuvo problemas en Hacienda porque no se envió con la coletilla que debía decir “Dinero para la producción del FIA 2015 y para la preproducción FIA 2016”. Cuando se dan cuenta del error, Hacienda lo advierte, pero la Fundación Parque La Libertad no puede contratar personal . Se vuelve a enviar el requisito y finalmente se nos aprueba el uso de ese dinero y es como una burla del destino, porque se nos aprueba el 28 de abril, cuando ya el Festival había comenzado y no había tiempo para hacer el concurso para contratar gente . Hubo recursos, pero hubo un error que no es achacable ni al CPAC ni al exviceministro de Cultura, José Alfredo Chavarría. Eso es un error que hubo en la tramitación de esos dineros y quien hace eso es la Dirección Financiera Contable del Ministerio de Cultura.
¿Elizabeth Fonseca conocía estos atrasos?
Ella se tuvo que haber enterado, porque cuando se manda el dinero a Hacienda tienen que hacer un decreto después y ese decreto va firmado por la Ministra. En esos traslados ella hizo dos decretos: el primero que estuvo malo por la coletilla y el segundo que ya estuvo correcto. El dinero está ahí esperando en el Parque La Libertad y es algo que se va a usar para el FIA 2016. Pero en su momento ella tuvo que darse cuenta porque lo tuvo que firmar dos veces.
¿Hubo comunicación directa del CPAC para informar de estos atrasos?
No recuerdo si yo directamente le comuniqué que el atraso se había dado. Yo me enteré porque la Fundación (Parque La Libertad) me manda a decir el 16 de abril que no iban a contratar gente porque la coletilla viene mala, y que eso había que enviarlo a Contraloría.
Otra de las cosas que señala Fonseca en su informe es que hubo desconocimiento en las contrataciones y elaboración de carteles. ¿De quién es responsabilidad esto?
No siento que ella esté siendo exacta en lo que está afirmando. Por un lado las contrataciones para el FIA comenzaron el 23 de marzo, fueron las primeras. Hubo varios grupos de contrataciones, una de artistas, dos licitaciones, una de tarimas, una de luces y sonido que no fructificó.
Lo que se les pidió a los artistas es algo que siempre se ha pedido y los trámites han sido los mismos desde hace muchos años : que el artista esté inscrito como trabajador independiente, que no tenga deudas con la Caja ni con Fodesaf y que esté inscrito en CompraRed. Además, una carta de aclaración de pertenencia o una carta de autorización de representación . Comenzamos el 23, un mes antes del FIA, a contratar incluso a los artistas de los primeros días. El trámite no es tan lento en sí, pero lógicamente si un artista está al día, pero dentro de tres días es el corte y no ha pagado, va a salir moroso y nos topamos bastante con este tipo de retrasos a la hora de las contrataciones. Otra cosa que la exministra omite en su informe es que el 21 de abril CompraRed comienza a dar errores. Yo puse un correo en mi informe donde daba cuenta de estos errores y donde Jorge Rodríguez, el jefe de la proveeduría, intentaba comunicarse con Hacienda y donde Hacienda le comunica que son errores que se están dando con al gente que se inscribió de febrero para acá.
La gente a la que nosotros les dijimos que se tenían que inscribir en CompraRed este año, toda esa gente estaba dando problemas. Los trámites estaban listos pero se tuvieron que detener porque el sistema no los estaba procesando.
Creo que no se puede achacar a una cosa, o a una persona, o a un departamento. No quiero usar la frase, pero fue como la Ley de Murphy, comenzaron a unirse cosas que uno decía: no es posible que esté pasando ahorita. Sí fue una serie de eventos que fueron haciendo que se complicaran las cosas con el festival.
Cuando la exministra aceptó su responsabilidad política por el fracaso del FIA en su informe, dice que pese a sus cualidades usted no tenía ni las habilidades ni el conocimiento para dirigir el CPAC y que fue un error elegirlo. ¿Le quedó grande su cargo?
Yo creo que no. Lógicamente, hay una curva de aprendizaje y, lógicamente, cometí errores y me arrepiento de no haber tomado decisiones en otros momentos. Me arrepiento de no haber sido más firme diciendo a la señora ministra que no se podía hacer el FIA; me arrepiento, tal vez, de que no haya habido más comunicación con ella y sus asesores . Pero no era que no hubiera una comunicación mía con ellos, sino que tampoco la había de ellos hacía mí .
No creo que haya sido que me quedó grande, nos topamos con cosas que a cualquiera le hubieran complicado el camino. Yo no creo que mi experiencia de más de 20 años en la música, aunque sea solo con un grupo (El Parque) y haciendo festivales pequeños comparados con el FIA, haya sido en vano. Pero hubo cosas que pasaron que no comunicamos a tiempo, que complicaron el devenir del FIA. Por ejemplo, quedarnos sin fundación en los primeros meses. Esto es algo que estamos explicando hasta ahora. Para junio del 2014 nos dimos cuenta que tienen ¢75 millones en deudas, que nos tocaba firmar un convenio con ellos y que firmar ese convenio es de alguna manera avalar esas deudas que ellos tienen, y quedarse sin la fundación, sin un brazo operativo del festival. Decidimos, eso lo decidimos doña Elizabeth, José Alfredo y yo, esa decisión creo yo que fue la correcta, pero creo que esa decisión nos complicó pero le hubiera complicado a cualquiera, al más ducho, al mejor productor o a mí. Quedarse sin fundación era complicado y por eso José Alfredo en agosto fue tajante: “No hagamos FIA en el 2015”.
Ustedes entraron al Ministerio con un norte ético muy claro, ¿por qué no se transparentaron estas situaciones?
Al principio de la gestión, nos encontramos con algunas posibles anomalías que nos parecía que debían estar investigadas. Por eso el Ministerio hizo denuncias de algunos hechos y las puso en manos de la Fiscalía. Paralelo a eso se encontraron algunas deudas. Sí tengo que ser sincero que no tengo respuesta sobre por qué no hablamos de las deudas de la Fundación Pro Festival de las Artes (fundación a través de la que se gestionaba la producción del FIA) en ese momento; creo que debimos haberlo hecho. Creo que quizás lo que queríamos era no entorpecer en un momento de cambio, no meter más ruido. La Fundación dijo que nos iba a entregar las cuentas y esos fueron meses que se perdieron hasta que, finalmente, llegó el momento de decir qué pasó y que por eso no seguimos trabajando con la Fundación. No fue por algo de transparencia. Si fuera por eso no hubiéramos propuesto el fideicomiso con el BCR y muchas cosas que querían llevar al FIA a un estadio diferente, donde se dieran cuentas claras por un banco estatal y auditadas. A la distancia, fue un error no decir lo de las deudas.
¿Considera usted que el modelo que se venía utilizando para el FIA no funcionaba?
Creo que era hora de cambiarlo. Por eso propusimos varias cosas. Cambiarle el nombre, unificar el nombre FIA para que las regiones tuvieran la oportunidad de tener artistas internacionales y oportunidades que antes no se habían tenido. Había una noción de que había dos FIA, uno de primera categoría y uno de segunda categoría. Unificar era parte del cambio, las regiones tienen el derecho y necesitamos llevar esa transformación de la cultura, que no fuera solo en San José. Se propuso transparentar los procesos, por eso el fideicomiso. Se propuso una Fundación con atenencia en la parte cultural y que pudiera trabajar en la producción del Ministerio, que resultó ser la Fundación Parque La Libertad . Yo creo que el modelo había que mejorarlo, no era borrón y cuenta nueva.
Hablando de la manera en que ustedes hicieron las cosas, este FIA no contó con un productor.
Había varios productores. Queríamos encontrar un modelo que se pudiera sostener en el tiempo. En el momento en que asumimos estábamos en medio de una transformación, el FIA 2014 lo hizo el Teatro Nacional. Entonces, ese fue el primer FIA en el que el CPAC participa, pero estaba en manos del Teatro Nacional. Se hicieron unas contrataciones en el Ministerio, pero el resto, un 90% las hizo el Teatro Nacional. Entonces, ¿qué era nuevo en el CPAC cuando asumimos? Que no solo tenía el FIA, que tenía la Feria del Libro, que tenía coproducción con el Centro de Cine para el Festival de Cine. Tenía una serie de actividades importantes, no era solo un grupo de personas haciendo el festival. Sino que era un grupo de personas que tenía que hacer 8 o 9 actividades durante el año y todas bastante grandes. ¿Qué sucede? Pensando en el CPAC, si vamos a estar contratando un grupo de trabajo nuevo, vamos a estar perdiendo experiencia adquirida y nos puede salir caro contratar una licitación. Por eso decidimos un nuevo organigrama con cosas comunes: un productor técnico, un productor artístico y uno de logística. Debajo de ellos alguien que sepa de literatura, danza, música, etc. Esto aplicaba para el FIA, pero queríamos que en los tiempos en que no hubiese FIA estuviesen trabajando en las otras producciones. La idea era consolidar un equipo que estuviera los 4 años y que fuera adquiriendo experiencia y que tuviéramos la experiencia de que fuera un grupo constante. Nos bajaba costos e iba a ser un grupo más consolidado.
Contaba su equipo con una persona capacitada para asumir la producción del FIA, Marianella Protti. ¿Por qué se le asignó a la Orquesta Sinfónica Nacional en setiembre del año pasado?
Marianella ciertamente es una productora muy buena. En su momento no veíamos exactamente igual la concepción del festival, ella tenía su manera de verlo y yo la mía. Sentí que para no chocar de alguna manera, ella podría aportar muchísimo en la Sinfónica, ellos estaban necesitados de personal y ella es cercana a Guillermo Madriz, director del Centro Nacional de la Música. Fue para que ella y yo no chocáramos y no se creara un ambiente de trabajo complicado para ella. Luego, ella estuvo unos tres meses y pensamos, cuando estuvimos analizando que venía Enamórate de tu Ciudad y que ella trabajó en su horario laboral con el FIA y los sábados con Enamórate, entonces le dijimos que ella se encargara y planteó un enamórate distinto. Ciertamente tiene mucha experiencia y es muy capacitada. Fue un acierto ponerla en Enamórate.
¿Cuáles fueron las diferencias que tuvieron para que decidiera trasladarla a la Sinfónica?
Fue pérdida de confianza, pero yo nunca la quise perjudicar. Eso sirvió para que me criticaran y dijeran que estaba quitando a la única productora que había..
Artistas, productores y coordinadores señalan a Fernando Alvarado como posible productor del FIA. ¿Qué papel jugó?
Fernando es un conocido mío. En su momento se acercó a darme consejo y ayudarme. Su papel fue más que todo de un amigo apoyándome, salvo eso ningún otro papel jugó.
¿Percibió dinero por el FIA?
No.
¿Gestionó Fernando Alvarado el concierto de La Ley?
Fernando hizo el contacto con La Ley. Fernando, quien tiene contacto con disqueras, mandó varios mensajes a las disqueras y le ofrecieron artistas y uno que le ofrecieron fue La Ley. Nos pareció bien.
Hay un resentimiento en la escena artística nacional porque casi el 50% del presupuesto de ¢782 millones se fue en tres contratos internacionales. ¿No le parece contradictorio que pese haberse comprometido a apoyar a artistas nacionales se haya distribuido así el dinero?
Hay que leer bien los contratos. Los grupos que se contrataron la mayoría venían a tocar cuatro veces, tres veces. El grupo de teatro La Tal venía a hacer 10 presentaciones.
Pero cinco de esas presentaciones se tuvieron que contratar durante el FIA, invirtiendo ¢23 millones más. ¿Es correcto?
Sí. Al estar sin las actividades masivas, nos preguntamos cuál era el acto más fácil de llevar a las comunidades y el acto de teatro de calle era perfecto y se pusieron cinco presentaciones más. Fueron 16 artistas en total, internacionales, que iban a hacer 54 presentaciones. Quedaron pendientes las de León Gieco, Miguel Mateos y La Ley.
Sin embargo los músicos suramericanos hicieron dos de sus cuatro presentaciones o una de sus tres presentaciones.
A ellos se les van a pagar las que hicieron. Las que no se hicieron no se les pagan. La idea fue habilitar el Cenac como sede, que estaba habilitada desde el comienzo. Yo hice un cálculo de FIA anteriores y la inversión que se hizo con artistas internacionales y artistas nacionales es muy similar a lo que hicimos.
Claro, pero este era el Festival Nacional de las Artes.
Este era el FIA. Eso la gente lo tiene que entender. Si no lo saben aún, están equivocados.
¿Tenía una mala comunicación con la exministra Fonseca?
Viera que yo creía que no. Yo a doña Elizabeth siempre la vi casi como una figura maternal; por un lado es una señora muy maternal y tiene como la edad de mi mamá y es profesora… Yo siempre la vi como una figura maternal y mis comunicaciones con ella siempre habían sido fluidas en el ámbito privado. Yo no sentí que no estaba informada.
El sábado 25 de abril que usted renunció y ella no aceptó su renuncia, ¿usted reconsideró su decisión? ¿Se retractó?
No me retracté. Seguí la orden de seguir. La Jefe de Despacho me pidió que me retractara por escrito y doña Elizabeth me dijo: “Lo que usted está haciendo tiene consecuencias legales” y así me amenazó.
En el documento que entregó Fonseca afirma que hubo reuniones del FIA en Casa Presidencial.
Ellos, en Casa Presidencial, nos ayudaron. Las ayudas que vinieron de ahí fueron para coordinar.
¿Quiénes fueron las personas que ayudaron?
Yo tenía contacto en Casa Presidencial con Ana Helena Chacón y la reunión que me acuerdo que trabajamos juntos fue la de las autoridades de los permisos de salud.
Doña Elizabeth dice que ella aceptó suspender el festival y que la Ministra de la Presidencia a. i. dio indicaciones de continuar adelante. Es decir, la decisión no fue de Fonseca, fue de Casa Presidencial según dice su informe.
El informe de doña Elizbaeth tiene imprecisiones en varias cosas y una de esas sería ese punto.
Eso no sería una imprecisión.
Un error, o una omisión. No sé. La decisión final la tomaba doña Elizabeth. Nosotros de Casa Presidencial lo que buscábamos, repito, era apoyo de coordinación.
¿Hubo presión de Casa Presidencial para continuar?
El festival lógicamente era importante, no solo para el Ministerio, sino para el Gobierno y para el país. No fue cualquier cosa lo que no sucedió, lo que lamentablemente no llegó a los términos que queríamos.
Usted critica el informe de doña Elizabeth porque es impreciso, pero este dato no sería una imprecisión sino una mentira. ¿Es una mentira esta aseveración del informe?
(Risas). Creo que hay imprecisiones, no quisiera decir que ella adrede haya omitido un dato o haya puesto un dato que no estaba correcto. Tenía mucha presión para sacar el informe. No era poco lo que se jugaba, pero un informe que dejó tantas dudas y le achaca a una única persona la responsabilidad de todo, yo creo que es un informe impreciso. Mi informe coincide al menos en un 90% con el de José Alfredo. No conozco el informe del viceministro Luis Carlos Amador, quien es muy cercano a doña Elizabeth y prácticamente sale incólume en el informe de ella. A pesar de que era responsabilidad de su dirección no haber convocado a tiempo la comisión que iba a adjudicar luces y sonido. Ese error tan grave pasa desapercibido en su informe. Con un informe como este es natural que la gente quiera defenderse, es un impulso humano. Puedo decir que lo que doña Elizabeth se atrevió a decir, que había un único responsable y su único error era haberme contratado a mí, es una cosa que –conociéndola a ella, que es una buena persona–, es algo que le va pesar. Hay imprecisiones y haber involucrado a Casa Presidencial es una de ellas.
¿Considera que tenía la experiencia para haber asumido un festival de esta magnitud?
Creo que lo pude haber hecho bien, si hubiera contado con el personal suficiente, si hubiéramos contado más rápidamente con los servicios de la Fundación Parque La Libertad y si se nos hubiese hecho caso para reprogramar el FIA. Hay cosas de las que me siento orgulloso del festival. Me siento orgullos de la Cruz de Alajuelita, que se haya encendido después de 29 años. Por ahí iba el espíritu de esto, un espíritu de involucrar a las comunidades. Me faltaba experiencia, sí, pero también la podía haber ido ganando. No todos llegamos a nuestros trabajos sabiendo todo, hay una curva de aprendizaje. Sabemos que hay gente afectada. De haberlo hecho en julio todos estaríamos en un momento más feliz de nuestra vida y no en un momento de agobio, porque lógicamente sabemos que hay gente afectada y eso me duele. Me duele con la gente de los cantones porque yo los vi a la cara y cada vez que los vi fue para darles buenas noticias. Pero también sé que las autoridades que quedan, como la nueva ministra a.í., Sylvie Durán, ellos van a encontrar la manera en que se compense a la gente.
Durante la investigación que hicimos, detectamos vínculos personales con los tres productores de los artistas internacionales: Gustavo Pacheco, Alfredo Funes y Luis Arias. Igualmente, con Ignacio Solís, encargado de la estrategia de comunicación. ¿No siente que terminó haciendo lo mismo que denunció sobre tráfico de influencias?
No, porque a Luis Arias lo conocí en Colombia el año pasado. Antes no lo conocía. Gustavo Pacheco contactó a El Parque en La Guácima, para tocar en el concierto de Depeche Mode, pero nunca ha habido un vínculo. Freddy (Funes) nos hizo el concierto del Melico. En su momento nos produjo un concierto. Lo que sucede en los FIA es que llegan oferentes a ofrecer los grupos y uno escoge los que le parecen mejor, pero ese acercamiento lo pudo tener cualquiera.
Sin embargo, Fernando Alvarado hizo el contacto con La Ley, ¿cómo llegó a ser Gustavo Pacheco el productor de ese concierto?
Se necesitaba alguien que pusiera el 100% del dinero. Gustavo dijo que podía poner el dinero.
¿Cómo se hizo el contacto?
Fernando pasó el contacto. A partir de ahí, Gustavo y La Ley negociaron.
¿Es cierto que Gustavo Pacheco era el encargado de buscar los patrocinios del FIA?
Gustavo me ofreció ayuda, asesoría. Él trabaja en eso y en algún momento me acompañó, pero quienes buscamos los patrocinios fuimos José Alfredo Chavarría y yo.
¿Se pudo liberar carga de su puesto contratando un productor?
En teoría había tres productores debajo de la dirección. El director del CPAC no puede estar en todo. Sí tiene que haber una figura en medio. No sé si es la figura de un productor.
¿En qué momento detectó la necesidad de una figura intermedia?
Ya hacia enero, pero no podíamos contratar más gente.
¿Usted de qué cosas asume la responsabilidad en este FIA?
Debí ser más enérgico al pedir más personal. No fui enérgico o asertivo a la hora de comunicarle a la ministra que el FIA no se podía hacer. Pasó una cosa durante estos meses y que el día a día se iba acumulando junto con los problemas que salían del Festival y no había manera de ir delegando esas cosas porque no había personal para hacerlo, creo que tuve que haber pedido una reunión con doña Elizabeth y los viceministros y decirles que el festival no iba a salir si esas situaciones se mantenían. No fui claro en dar esas voces de alarma a más gente que no fuera la exministra; debí haberlo hecho más grande y haberme plantado. Ahí hubo mucha culpa mía y pequé de que las cosas se podían hacer. Yo sí pensé que las cosas se podían hacer.
¿Tiene idea de la magnitud del daño que se le hizo a la marca del Festival?
Yo sí creo que el FIA recibió un golpe duro. Yo creo que lo que toca ahora es sentarse, a los personeros del Ministerio e incluso al gobierno de la República, a terminar de explicar dónde está la plata, cuánto se hizo. Sí es un trabajo durísimo de revertir el golpe a la imagen, pero igual creo que se puede hacer. Es un festival muy importante, en el que en próximas convocatorias la gente no va a querer participar. Creo que de cara al 2016 se van a hacer cambios y esos cambios deberían ser en la línea de dar confianza. También sé que el FIA es un festival que paga bien, da muchas cosas que otros festivales no dan. Es un festival que todavía tiene mucho que ofrecer, que hay que hacerle un trabajo de resucitación… ahí sí estoy de acuerdo.
¿Cuál fue el costo personal, profesional y político de este fiasco?
Creo que es un costo alto. Yo tenía que salir a contar lo que pasó como figura que estuvo ahí estas semanas y meses. Creo que no le guardo resentimiento a doña Elizabeth por culparme solamente a mí.
¿Lo ve como una traición?
Lo veo como que no le haría eso a alguien a quien estimo. Yo no le haría eso a nadie. Eso que ella hizo, creo que no es correcto, pero es una reacción muy humana. No le guardo resentimiento. Lo que me queda es dar la cara, he ido a otros medios y me imagino que estaré yendo estos días a dar la cara. Mi situación personal ahora es compleja: soy un desempleado que va a ser papá y cuya reputación no es la mejor. Muchas cosas tenían otra explicación. Sí sentí un ensañamiento contra mí y sí es un daño grave. Pero, al final, creo una cosa: me considero una persona espiritual y esto es una prueba de las más difíciles de mi fe en que hay algo superior. Además, al final, yo no soy solo la persona que estuvo al frente de este festival.