Las últimas estadísticas revelan que hay siete mares, pero once navegan en la geografía imaginaria de Miguel Casafont. En sus breves océanos ronronean las olas, las nubes son los blancos de las miradas, y los cielos se pintan de azul para salir fotografiados por el pincel de este consagrado artista.
Miguel Casafont Broutin nos ofrece Los espejos del cielo, once pinturas al acrílico, muy apaisadas, en la oficina de la Rectoría de la Universidad de Costa Rica: nueve de mediano formato y dos de formato pequeño. La exposición se cerrará el 27 de noviembre
“Son paisajes marinos imaginarios que revelan diferentes estados de ánimo”, expresa Casafont. Los mares no son casas ajenas en su vida, y él hasta podría firmar un verso de Jorge Luis Borges: “Acuérdate de Borges, tu nadador, tu amigo” (Poema del cuarto elemento). “Durante quince años nadé, todos los días, casi de modo profesional. También nadé en el mar en competencias de aguas abiertas”, recuerda Casafont, quien asimismo es un retratista magistral.
Gracias a aquellos tiempos marinos vibra hoy esta pintura: mares espejeantes de cielos; mares y cielos, unidos por la separación del horizonte. En algunos cuadros vaga la neblina. “Son difusos”, confirma Miguel. El horizonte casi no puede verse; quizá aún no haya llegado.
En otro cuadro, turbantes de nubes obscuras presiden al mar. En el cuadro inmóvil, de pronto cae la lluvia. La lluvia es el modo que tiene el cielo de enviarle mensajes de amor al mar en su propio idioma. Una ola muere blanca; en relieve, se sale un poco de la pintura: es la mano que el mar nos da antes de morir en la playa.
En la UCR, Casafont se mueve como en el agua: es profesor en la Escuela de Artes Plásticas, donde dicta cursos de iluminación, de diseño gráfico II y de diseño de patrones artísticos. También enseña dirección de arte en la Escuela de Cine y Televisión de la Universidad Véritas. ¿Qué es la pintura, profesor Casafont?
–La pintura es el más fabuloso engaño al ojo y al alma. Es un invento que capta sentimientos y emociones, pero que a fin de cuentas no es más que pigmentos untados sobre un lienzo. Pintamos un paisaje, pero, en realidad, lo que hacemos es interpretar –por medio de los materiales– lo que creemos que hay que ver. Pintura es eso: pintura y nada más. Lo que pasa es que le damos formas de objetos y sentimientos para lograr algo que se llama “arte”.
Río incesante. “En 1991 hice pinturas de dos por tres metros con fondos de piscina como temas. La serie se llamó Color piscina . Llegó un punto en el que ya no sabía si pintaba lo que nadaba o si nadaba lo que pintaba. Yo comenzaba a nadar a las 4:30 de la mañana y veía cómo cambiaba el color del agua”, describe el artista. ¿Qué es el color, don Miguel?
–En el arte, el color es simplemente la mezcla de pigmentos que representa el mundo, la luz y el pensamiento. El manejo del color es la base de toda pintura: realista, figurativa o abstracta. Sin color no vemos las formas ni podemos entender el mundo. El color es además un fuerte elemento simbólico: tal color da tal sensación, o tiene este u otro significado según la cultura en la que se esté. El color es la razón de ser de la pintura. La línea es la razón de ser del dibujo.
El agua es un río que no cesa en los días de Miguel. “Después, inspirado por mis viaje a la India, pinté lotos en agua”, añade. “Hace un año y medio comencé a pintar estas obras, en parte porque encontré unos bocetos que había hecho en 1995 en el golfo de Nicoya. Decidí trasladarlos a formatos grandes”, detalla Casafont.
El artista señala una de sus obras y dice: “Ese cuadro gris es uno de mis favoritos, aunque la gente piensa que los paisajes de mar deben ser azules y luminosos. Este se ve gris, pero presenta muchos tonos violetas. Yo trabajo con veladuras: pongo muchas capas de color transparentes”, añade. ¿Qué es el paisaje, magíster Casafont?
–La pintura de paisaje es la respuesta del artista ante la fotografía del lugar. El retrato pintado hace gala de la psicología del ser a quien retratamos; así también, el paisaje suplanta a la fotografía escénica pues capta el ambiente del lugar. Un paisaje pintado puede cambiarse al antojo del artista: se inventan más o menos nubes, se hace florecer cosas donde no las hay, o simplemente se dibuja o no un detalle. En las manos del artista, el paisaje se convierte en una extensión de su mirada, de su alma y de su pensamiento.
Uno de los paisajistas admirados por Miguel Casafont es el pintor inglés David Hockney, quien ha expuesto cuadros monumentales (A Bigger Picture) en la Royal Academy de Londres con motivos de paisajes rurales.
Ansias de crear. “Un reto es pintar el agua del mar porque el color debe ser muy transparente, no parecer pasto o montaña. También es difícil sugerir profundidad con pocos elementos: arena, mar, cielo y nubes”, reflexiona Casafont.
Miguel comienza a pintar del color más obscuro al más claro; al final crea el brillo del agua, y las espumas, que son más empastadas, en relieve. La línea de horizonte invita a entrar en las escenas. El horizonte corona la tercera banda inferior. La playa ofrece el color más obscuro, de modo que equilibra al cielo, más amplio, pero más claro.
Casafont afirma que, en Costa Rica, la pintura al óleo o al acrílico no ha tratado mucho los paisajes marinos “solitarios”; se los ha celebrado más en acuarelas, pero con diversos elementos: personas, árboles, botes...
“Esta serie es nueva. Me gusta cambiar. Mis series anteriores se dedicaron a flores y a puertas de la India, pero ahora sigo con el mar”, expresa Casafont. ¿Qué es arte, artista?
–“Arte” es una palabra que designa un objeto especial, tan distinto y único que trasciende en el tiempo y en el espacio. Es tan especial que se atesora en museos, se guarda hasta en bóvedas y es sagrado... Su valor depende de varios factores, pero lo más especial es que fue concebido por un artista: por una persona de exquisita sensibilidad y de talento. Se nace artista. El arte es parte esencial del ser humano desde siempre y para siempre.
Don Miguel no cree que el arte salve al mundo: “Uno debe hacer lo que siente que le toca en un momento”, sentencia. ¿Qué es la inspiración?
–¿Existe la inspiración? Más que llamarla “inspiración”, yo diría que son las ansias de crear. Por ejemplo, a mí, las ideas me llegan a todas horas; y es que, en esto del arte, uno no tiene horarios ni días feriados. Los verdaderos artistas creamos siempre, nos inventamos nuevos lenguajes y motivos. Los buenos artesanos repiten la fórmula del éxito comercial hacia el infinito: no tienen inspiración. A veces hay más buenos artesanos que artistas..., pero no a la inversa.
¿Tiene planes de viaje? Respuesta muy Casafont: “Quiero volver a la India, por lo que estoy comprando mucha lotería”.