La presidenta de la República, Laura Chinchilla, firmó este martes la reforma de ley de los premios nacionales de Cultura, que incentiva la excelencia, el desarrollo y los aportes en el quehacer cultural costarricense.
Esta ley deroga la anterior ley sobre Premios Nacionales de la Cultura (N.° 7435), emitida en 1993, y la que crea el premio Nacional Deportivo Claudia Poll, (N.° 7.703) emitida en 1997.
Según Irene Morales, viceministra de Juventud, dado que la reforma a la Ley tuvo el objetivo de brindar coherencia a los diversos Premios -otorgando la administración a la instancia pertinente-, en el caso del premio al Deporte, se gestionó su inclusión en el proyecto de ley de creación del Ministerio del Deporte (Midepor). Esto por cuanto el Ministerio de Cultura y Juventud perdió la competencia del tema de Deporte con la creación del Instituto Costarricense del Deporte (Icoder).
Uno de los principales cambios que establece la nueva ley es la equiparación del Premio Nacional de Cultura, Magón, con el nuevo premio de Patrimonio Inmaterial, Emilia Prieto, que reconoce de manera equitativa el aporte de los haberes populares y académicos.
Esta ley fue aprobada el 13 de febrero en la Asamblea Legislativa, con 39 votos a favor y regirá a partir de su publicación en La Gaceta.
Para el presente año ya el ministro Obregón juramentó los jurados.
Según la reforma son 12 los premios nacionales (lista adjunta), entre ellos el Premio Nacional de Cultura, Magón; el Pío Víquez, en Periodismo y el Francisco Amighetti, de Artes Visuales.
La función de coordinar administrativamente las distintas categorías y nombrar los jurados está a cargo de diferentes entidades del Ministerio de Cultura como la Dirección de Cultura, el Museo de Arte Costarricense y el Teatro Popular Melico Salazar, entre otros.
El financiamiento económico de los premios nacionales para cada galardón será calculado en el anteproyecto y presupuesto por cada institución o programa administrador.
Irene Morales detalló que uno de los principales logros de esta aprobación es una redistribución inclusiva de los premios, que permite que áreas que hasta el momento no eran sujeto de reconocimiento, ahora puedan serlo, como por ejemplo los audiovisuales, la investigación cultural y la gestión cultural. "Nos complace que se equiparan las dotaciones económicas para los premios", resaltó la jerarca.
Uno de los puntos adicionales que menciona Morales es que con la aprobación se contará con un nuevo reglamento para la elección de los jurados.