Anoche no hizo el frío característico de principios de diciembre, lo que favoreció la primera velada navideña del 2014 en la capital.
El cielo despejado y el buen tiempo fueron los ingredientes clave para que cientos de personas se detuvieran frente al Teatro Nacional, para disfrutar de música y del espíritu navideño, en el pleno centro de San José.
Así, con la presencia de familias completas, puntualmente, a las 6 p. m., el Teatro Nacional inauguró su portal y la Jornada Coral Navideña.
Los villancicos corales fueron los protagonistas. Durante más de 45 minutos, el coro Sinergia Coral entusiasmó a la gente con canciones variadas y de todas partes del mundo.
Esta agrupación está formada por 54 niños y jóvenes de Puriscal, Mora y Acosta.
La tradición del portal cumplió ayer 40 años. La primera vez que se hizo la fiesta, con este nacimiento, fue el 17 de diciembre de 1974, por iniciativa de su entonces directora, Graciela Moreno.
Hoy, cuatro décadas después, los empleados del Teatro trabajaron con la misma convicción y pasión para tener listo uno de los elementos principales de las fiestas navideñas josefinas.
Inés Revuelta, directora del Teatro Nacional, explicó que las imágenes de José, María, el Niño, la mula y el buey están encadenadas, luego de que en 2006 se robaran la del Niño.
Fiesta para todos. Familias de todas partes del país y personas de todas las edades, llenaron no solo los jardines del Teatro Nacional, sino también sus alrededores.
“Yo tuve que salir corriendo del trabajo, verme con mi esposo, pasar por mis hijos y venir, pero esto vale la pena. El portal está lindísimo y el coro sonó muy bonito”, comentó Liliana Mora, vecina de El Alto de Goicoechea.
Hubo a quienes la celebración los sorprendió, mientras iban hacia sus casas, por lo que decidieron quedarse a participar de la primera fiesta navideña. Tal es el caso de Joaquín Venegas.
“Yo trabajo en San Pedro y vivo en Alajuela; iba con ganas de llegar a la casa, pero, al pasar por aquí, vi esto tan bonito y decidí quedarme”, manifestó.
El festejo no acabó con la música porque las autoridades del Teatro invitaron a los presentes a un tamal y un café.
“Esto está lindísimo; no solo es el portal y la música, ¡hasta comida nos dieron! y uno pasa un rato muy agradable con la familia. ¡Qué dicha que les dije a mis hijos, que me ‘prestaran’ a los nietos!”, dijo Rosa María Zeledón, quien llegó desde Alajuela con sus tres nietos de 8, 9 y 11 años.