Una vez, mientras la fotógrafa Sara Mata caminaba por los Jardines Botánicos Lankester, una señora se detuvo a admirar las flores que bordeaban el camino. “¡Ay, qué lindas! Parecen de mentira”, comentó la visitante.
¿Natural o artificial? ¿Vale la pena preguntárselo a estas alturas de la historia? En torno a estos y otros cuestionamientos gira la nueva exposición en la Sala 1.1 del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo .
Diversidad , primera exposición individual de Mata, reúne fotografías digitales, objetos y video, todos juguetonas representaciones de lo más artificial de lo natural. Plantas y animales plásticos, paisajes fingidos: kitsch delicioso, presente a nuestro alrededor todo el tiempo.
“La concepción de lo que creemos que es natural ya de por sí es artificial, porque es humana”, explica Mata, quien cuestiona así cómo nos relaciones con el entorno. “A pesar de que se nos dice que lo natural es lo más lindo –el espacio, el cuerpo, cómo nos comportamos–, relacionamos lo muy, muy bello con algo que es falso”, dice. Por medio de la representación visual, buscamos embellecer lo “natural”.
En la serie Paisajes hipoalergénicos , Mata explora esa necesidad de adaptarse a lo ‘natural’ que nos rodea. ‘Me puse a pensar en todas las veces que nos quejamos del lugar donde estamos y sus características inherentes a pesar de que por otro lado decimos amar la naturaleza. Decimos amar lugares a los cuales tenemos que ir con repelente, bloqueador solar, aire acondicionado, calefacción, ropa especial y demás, porque de lo contrario ni iríamos’. ejemplifica.
De allí viene el “parecen de mentira” de la señora en el jardín. También la mariposa de souvenir , clavada a una cajita de vidrio. Es la aspiración a “volver a la naturaleza”, tramposo sueño de un regreso imposible. Si ya vivimos en un mundo artificial, ¿no deberíamos partir de él?
“A veces hay una sobrerromantización o idealización de lo que se considera natural, esa búsqueda de ir al tiempo de antes”, opina Mata. “Hay que asumir esa artificialidad que hay hoy en día. Debemos hacer cambios radicales, pero no vendrán del pasado: hay que apropiarse de lo que tenemos hoy y, a partir de ello, seguir diferentes caminos”, considera.
La exposición también resulta divertida, con sus pequeños leones desarmados y rosas plásticas de álbum botánico. ¿Su hábitat “natural”? Tiendas chinas, almacenes, nuestro gusto popular.
No es resignación, sin embargo, a que solo podamos vivir de esta manera. “En la medida en que podamos entender cuál es nuestra relación con lo natural, podemos generar cambios más aterrizados en la época que vivimos”, opina Mata.
‘Todo este trabajo es una serie de inquietudes mías con el espacio, y más que buscar respuestas y soluciones lo que tengo son miles de preguntas a cosas que del todo no entiendo. No me interesa "hacer conciencia" ni mucho menos’, matiza.
Con su humor, estas fotos dibujan su signo de pregunta.
También está abierta en el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo la muestra colectiva de arte audiovisual Inquieta Imagen 2015 (salas 1 y 2) y la exposición Naitafón, de Pilar Moreno. El museo se ubica en el Centro Nacional de Cultura (antigua Fanal). Abre de martes a sábado, de 9:30 a. m. a 5 p. m. 2257-2257.