No más salió la agrupación Marfil al escenario del Teatro Nacional y el sabor conquistó todo el recinto. Con la interpretación del tradicional tema Represento , la banda costarricense calentó el ambiente previo a la entrega de los Premios Nacionales de Cultura la noche de este lunes, en San José.
“Hoy mi cantar se sentirá, pues traigo de mi patria sabor tropical. Y huelo a mar, arena y sol, pues vengo del Caribe zona de calor”, reza la canción y nada más cierto que estas palabras para representar a Marfil y su aporte de décadas a la cultura nacional.
Justamente, Marfil era uno de los homenajeados especiales de la noche, ya que fueron reconocidos con el Premio Nacional de Patrimonio Inmaterial Emilia Prieto. El galardón llegó para la banda de amplia trayectoria por su trabajo en el rescate de los sonidos caribeños y latinoamericanos.
“Fuimos un grupo de niños, hace 45 o 50 años, que comenzamos a divertirnos y a inspirarnos a hacer música caribeña por la maravilla de pueblo en donde crecimos. Ahora seguimos siendo esos mismos niños, nos seguimos divirtiendo y la ideología marfileña nunca se va a terminar”, afirmó el guitarrista Isidor Asch, fundador del grupo.
Los galardonados de la noche representaron las diferentes ramas del arte y la cultura costarricenses en una gala sobria pero cargada de emociones. Uno de los primeros en llegar al lugar fue, precisamente, el premiado más importante de la noche: el doctor Juan Jaramillo Antillón, quien recibió el Premio Magón 2016 por sus contribuciones al pensamiento humanístico y sus aportes como académico y profesional de la salud.
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A sus 81 años, el doctor Jaramillo afirmó que se sentía como un chiquillo lleno de emoción horas antes de subir al escenario del Nacional para recibir de manos de la ministra de cultura Sylvie Durán y el presidente de la República Luis Guillermo Solís la estatuilla.
“Me habían nominado varias veces, pero no me lo quisieron dar hasta ahora. Todo llega en el momento que debe de ser, yo nada más quería ayudar a mis pacientes, a mis alumnos y a los costarricenses”, comentó el doctor, quien estaba visiblemente conmovido por el reconocimiento.
Sin embargo, cuando llegó su turno frente al público, el doctor Jaramillo mostró una cualidad que tal vez muchos desconocían: su facilidad para el buen humor. Con un discurso cargado de emotividad y de jocosas salidas, don Juan dedicó el galardón a su esposa Mabel Borges, con quien lleva 64 años casado.
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“Por realizar de la mejor manera el oficio más difícil de todos: ser madre. Y por soportar tantos años al lado de alguien como yo”, le reconoció el médico. Además, también agradeció a sus hijos, a quienes les recordó que aunque en muchas ocasiones por su trabajo no pudo estar con ellos, siempre los amó.
La ceremonia de la entrega de los premios fue muy sobria, pero hubo también ocasión para disfrutar de algunas de las obras y artistas que fueron reconocidos.
Dos actores de la puesta en escena de Sueño de una noche de verano interpretaron una divertida escena protagonizada por Píramo y Tirse, la cual le sacó las carcajadas a la audiencia conformada por invitados especiales y familiares de los premiados, así como autoridades de las artes y la cultura nacionales.
Por su parte, el cantante Ernesto Rodríguez Montero interpretó el tema Nocturno sin patria de Jorge Debravo en una versión musicalizada. El artista recibió el Premio Nacionalde Música Carlos Enrique Vargas en la categoría de Ejecución.