En sus 40 años de carrera, Gerardo Selva Godoy (1952) ha sido muchos hombres y, en especial, muchos artistas. Vidriero, ceramista, cineasta y músico: todas son palabras que definen a este camaleón de creatividad infinita, cuya ardiente pasión por la belleza está lejos de extinguirse.
Ahora, los muchos Gerardo Selva se reúnen en la Galería Talentum (barrio Amón) para presentarnos la muestra 40. 20. 10. Retrospectiva , una celebración de la trayectoria de Gerardo: cuatro décadas como artista plástico, dos como cineasta y una como músico.
La exposición ofrece 100 piezas realizadas en cerámica y vidrio, un ciclo de cine con algunas de sus producciones y –para terminar con más alegría– un concierto. Es la primera vez que Gerardo junta sus diferentes facetas artísticas en un solo lugar.
Pequeñas joyas. Diminutos destellos de luz nos recuerdan por qué Gerardo Selva Godoy ganó el Premio Nacional de Cultura en Artes Visuales en el 2013: sus obras se bañan en color y brillo, tal cual piedra preciosa.
En la muestra, la variedad es grande: hay cerámicas inspiradas en el arte precolombino que reflejan al mundo en su superficie verde “agua”, platos con patrones multicolores, y algunas formas abstractas que se construyeron con la fragilidad del vidrio.
“En esta exhibición presento obras que he realizado de 1993 en adelante, porque no poseo muchas piezas anteriores a ese año. Es un recorrido breve por mi carrera artística”, afirma Gerardo, quien nació en Nicaragua.
Rodeado de tantas cerámicas, Selva Godoy da espacio a la retrospección. “Se nota una seguridad en las obras que antes no existía, hay madurez. Ahora también hay una mayor cantidad de aciertos; cuando me inicié, los fallos eran mayores”, dice el artista.
Para decorar la cerámica, Gerardo utiliza la técnica del engobe, específicamente el plumeado. Esta técnica consiste en cubrir la pieza con una capa fina de pasta de color.
“La pasta se hace mezclando arcilla con pigmentos sintéticos y tiene la consistencia de una natilla rala. La mezcla se chorrea en la obra y se afinan los detalles con los dedos y con un punzón”, explica el ceramista y agrega:
–Esta técnica me gusta porque la pasta de color no se separa de la escultura. Al ser del mismo material de la obra, crece y madura con ella.
Gerardo tuvo su primer contacto con la técnica del plumeado en la década de 1970, cuando estudiaba Arte y Diseño con especialidad en Cerámica en el Ravensbourne College of Art and Communication, al sudeste de Londres (Inglaterra).
Sin embargo, su encuentro con el plumeado no se dio en los salones de clases. “Descubrí la técnica en un museo. Me gustó mucho el resultado de las piezas y empecé a estudiarla. Ahora tengo 40 años de trabajarla. Es un método de decoración que se utiliza en países del este de Europa, como en Hungría y en la antigua Checoslovaquia. En Inglaterra dejaron de practicarla en el siglo XVII”, explica Gerardo Selva.
En 1976, Gerardo regresa a Centroamérica, pero no aterriza en su natal Nicaragua, sino en Costa Rica, un país que amaba desde su juventud, cuando visitó Ojo de Agua en un paseo del colegio.
Al llegar, Karen Olsen Beck le ofrece un trabajo en la Asociación Nacional de la Artesanía que lo lleva a residir en Pérez Zeledón –tierra que considera su hogar– y en Guanacaste, donde descubre la técnica de cerámica precolombina propia de los ancestros del pueblo guaitil.
“En Guanacaste desarrollé mi estilo particular: tiene todo el sabor y el trasfondo precolombinos, pero se presenta con una estética contemporánea”, dice Gerardo.
Para Selva Godoy, el estilo es innato. “Nada más hay que dejar que aflore. Mis obras no surgen de un proceso intelectual y metódico: son espontáneas. Mi trabajo es una reacción al medio: soy muy intuitivo, muy práctico”, declara el ceramista.
Las cerámicas y las piezas en vidrio de Gerardo nacen de un fuego de creatividad y sentimiento imparable. “Nunca dejo de crear. Tampoco me detengo a pensar demasiado acerca de los detalles de obras terminadas; llega el momento en que no hay nada que hacerles. La necesidad de alimentar mi creatividad es la que me ha llevado a expresarme en la música y en el cine”, expresa Selva Godoy.
Al otro lado del fuego. Los sentimientos de Gerardo Selva Godoy arden en la cerámica y el vidrio de su obra plástica; por otro lado, sus ideas se pasean por los fotogramas de sus películas y las letras de sus canciones.
Para 40. 20. 10. Retrospectiva, Gerardo ofrecerá un ciclo de cine con Chirripó (2000), Tú no estás en mis zapatos (2009), Karma (2009) y El hombre de la ventana (2009).
Las imágenes en movimiento y Selva Godoy se encontraron por primera vez en 1989, cuando el artista se graduaba como Máster en Artes con especialidad en Vidrio del Rochester Institute of Technology, Nueva York (Estados Unidos).
“Durante mi estadía en Nueva York propuse realizar un video que capturara diferentes técnicas de soplado de vidrio. Para realizarlo compré una cámara con formato VHS y, una vez que terminé mis estudios, me la traje de vuelta a Costa Rica. Yo era una persona creativa y tenía una cámara, inevitablemente dije: ¡Voy a hacer una película!”, recuerda Gerardo con una sonrisa.
Entre 1991 y 1992, Selva realiza adaptaciones de cuentos cortos del escritor alemán Herman Hesse y unos audiovisuales que califica de “neorrealismo pezetero”.
La pasión por el cine lleva a Gerardo a participar en talleres de guion, dirección de actores y cinematografía. Jaime Chavarrí, Antonio Jiménez Rico y Fermín Cabal son algunos de sus maestros.
En el 2000 finaliza la producción de la película Chirripó , que toma ocho años en realizarse. Luego dirige Tú no estás en mis zapatos (2009), junto con sus alumnos del Colegio del Valle de Pérez Zeledón. El Ministerio de Cultura y Juventud declara a la obra de Interés Cultural.
“Todas las películas son artesanales, tienen defectos. Se hacen con muy pocos recursos. Las obras se apegan mucho al movimiento dogma 95, que inició el danés Lars von Tier. Se hacen en lugares improvisados, el sonido proviene directamente de la cámara y los actores eligen su propio vestuario”, explica Selva Godoy, quien se encuentra en proceso de preproducción de la película Semana U , una comedia acerca de jóvenes universitarios y su búsqueda por llenar un vacío espiritual.
Por último, Gerardo prepara un concierto para cerrar la muestra. Su pasión por la música se enciende oficialmente en el 2003, cuando empieza a escribir sus propias canciones. Hasta el momento ha producido tres discos junto al músico nacional Patricio “Pato” Barraza. “Es música pop rock con un toque latino”, expresa el artista.
“En mis películas y canciones critico a los individuos, no a las masas o al gobierno; al final de cuentas, estos son la suma de muchos seres humanos”, afirma Gerardo.
“El tiempo es el gran reto de una obra”, dice el artista con la sabiduría de cuatro decenios entregados a crear belleza y con la esperanza de que el fuego de su arte se mantenga tan vehemente como el de su vida.
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Llamas en movimiento. Durante enero se proyectarán los siguientes audiovisuales.
Lunes 13: Chirripó (2000). Hora: 7 p. m.
Lunes 20: Tú no estás en mi zapatos (2009). Hora: 7 p. m.
Lunes 27: +Karma (2009) y El hombre en la ventana (2009). Hora: 7 p. m.
Además, el viernes 31 se realizará un concierto a las 7 p. m.
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Arde Talentum. 40. 20. 10. Retrospectiva se ofrecerá hasta el 31 de enero en la Galería Talentum (300 m al norte y 75 m al oeste del quisco del parque Morazán, contigua al Hotel Mona Lisa, barrio Amón, San José). Horario: de lunes a viernes de 11 a. m. a 6:30 p. m., y sábados de 9 a. m. a 4 p. m. La entrada es gratuita. Teléfono: 2256-6346.