El caso Mannil, relacionado con 108 piezas precolombinas, es uno de los más renombrados en la corta historia de la protección del patrimonio nacional.
En setiembre del 2009, el Museo Nacional interpuso una denuncia contra Harry Mannil Laul y su hijo Mikhel Mannil D’Empaire por el delito de “comercio de bienes arqueológicos”. Mannil Laul –fallecido el 11 de enero del 2010– era un ciudadano de origen estonio que se movió entre Costa Rica y Venezuela, y a quien se le señaló por colaborar con el régimen nazi desde su puesto como agente de la Policía política de su país, entre 1941 y 1942.
En diciembre del 2011, la Fiscalía de Venezuela allanó una vivienda en Caracas, propiedad de Mannil, y encontró allí “cientos” de piezas arqueológicas precolombinas originarias de Costa Rica. Según informaron las autoridades venezolanas en ese momento, esos objetos provenían del “tráfico ilícito”.
La jefa del Departamento de Patrimonio Cultural, del Museo Nacional, Marlin Calvo, dijo que hay otro antecedente relacionado con la familia Mannil.
“En el 2010, la Policía venezolana decomisó 57 piezas arqueológicas en una aduana. Funcionarios del Instituto de Patrimonio de Venezuela corroboraron que no se contaba con documentos para autorizar el traslado de piezas fuera del país.
“Esa institución envió en diciembre del 2010 un informe exhaustivo al Museo Nacional, en el que se detalla que esas 57 piezas pertenecían a la colección Mannil y que 56 eran costarricenses”, agregó Calvo.
El director del Museo Nacional, Christian Kandler, declaró que las autoridades venezolanas aprobaron la devolución de esas piezas a Costa Rica, y que en estos momentos el Gobierno costarricense está realizando las gestiones necesarias para poder repatriar los objetos, en su mayoría de piedra.