La vaca Lula posa como heroína mientras que Pinito llena su siempre hambriento estómago con leche en polvo. No muy lejos, Jacinto Basurilla recibe su billonésimo regaño por ser desconsiderado con la naturaleza, y el león de la Liga Deportiva Alajuelense está listo para las gambetas. A su vez, Tito Gallito nos saluda con la mano: es una cordial bienvenida. En el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC) se encuentran estos y otros viejos amigos y compañeros de alegrías –personajes de la publicidad y la comunicación costarricense–.
La exhibición fue curada por los diseñadores Carlos Redondo y Ariel Arburola, y se titula FUNDREDIMAS, en honor a la Fundación para el Rescate y la Dignificación de Mascotas (Costarricenses) de Ayer y de Hoy… y de Mañana, una entidad imaginaria creada por los mismos curadores para asegurar el bienestar de estos individuos sonrientes y también imaginarios.
En la exposición se presentan diseños de 80 personajes, productos con sus imágenes y varios comerciales televisivos. Al igual se ofrecen 14 esculturas que muestran los cambios que algunos de estos seres imaginados han vivido durante los años: entre ellos están Gollo y Fresita (el confite de Gallito). Los artistas Magaly Esquivel, Juan Carlos Abarca, Jonathan Torres y Adolfo Cambronero elaboraron estas piezas tridimensionales.
La muestra es un intento por preservar una especie en peligro de extinción. “Debido a nuestra experiencia en publicidad, nos percatamos de que los personajes y las mascotas de campañas de comunicación han venido a menos en los últimos años. Quisimos hacer algo para rescatarlos y mostrar que son parte de nuestro patrimonio”, explica Carlos Redondo.
¿A qué se debe la desaparición de esas caras sonrientes y dibujadas? “Es difícil determinar las razones. Una causa podría ser el mundo globalizado de hoy, que brinda la posibilidad de importar protagonistas de series o filmes norteamericanos para difundir los productos. Muchas veces, las empresas consideran que esto es más práctico que crear personajes nuevos”, afirma Carlos.

Redondo agrega que también se piensa que los personajes solo son pertinentes en la publicidad dirigida a los niños, aunque esto no es cierto, como lo prueban Tío Pelón, Gollo, El Verdugo, el Indio de Cacique, Tía Florita… “A veces simplemente son caprichos de los gerentes de las empresas, quienes se aburren de promover sus productos con mascotas”, complementa el diseñador Ariel Arburola.
No obstante, algunos personajes nacen para morir jóvenes una vez que cumplen su función en el mundo. “A diferencia del arte, en la publicidad siempre hay un objetivo. Los personajes existen para satisfacer la necesidad de comunicar un mensaje específico de una empresa u organización. Cuando se pierde esa necesidad, los personajes no tienen razón de ser. Por esto se prescinde de ellos”, declara Carlos Redondo.
Los personajes de la publicidad y la comunicación existen para hablarnos. “Muchas veces, las empresas o las marcas comerciales no logran conectarse con sus públicos por medio de un logotipo, una identidad corporativa o una visión y misión. Por esto se crean los personajes: ellos son un medio por el cual la empresa puede darnos su mensaje”, detalla Redondo.
Estos seres imaginarios son arte de todos, ya que los diseñadores se basan en nuestros gustos y opiniones para crearlos. Carlos nos amplía:
–El proceso varía de empresa a empresa, pero generalmente se hace un testing del personaje en el que se recibe retroalimentación del público acerca de qué les gusta y qué cambiarían. Se evalúan muchas cosas: el estilo gráfico, los colores, los rasgos de personalidad… A veces se hacen sesiones de dibujo junto con el público al que se desea enviar el mensaje, para saber cómo le gustaría que fuese la mascota. En otras ocasiones, las revisiones son posteriores a la creación del personaje.
A su vez, hay procesos de creación cerrados al público en los cuales una empresa le pide al ilustrador un personaje con ciertos rasgos y que responda a una necesidad de comunicación específica. En estas situaciones, la retroalimentación se produce solo entre el gerente de mercadeo de la organización y el diseñador.
Rostros, años y lecciones. En el MADC se encapsulan alegrías y años de historia. La muestra nos recibe con algunos pensionados: vemos a un personaje del Más x Menos de los años 70, al piloto de LACSA de los 60 y al hombre que representaba a la cerveza Pilsen en 1965.
Luego llegamos al área de personajes de ferreterías, y de compañías automotrices y de mecánica industrial. Allí apreciamos a Metalín y a Guaca (de Repuestos La Guacamaya), entre otros. A la par se muestran representantes de compañías de comunicación: Tambor, de la revista Tambor (del Grupo Nación); el tren de Teletica, y la multifacética mujer de Pacífica Grey.

Después nos sorprende el mayor grupo de personajes: el de los alimentos, que ofrece vistas del Bizcocho Palmareño, Tosty, Vito Quesito (de 2x1 Pizza), Miau Tse-Tung (del restaurante Wok & Noodles)…
Al final encontramos a los personajes de empresas de electrodomésticos (Gollo y El Verdugo), de deportes (el tigre del Club Sport Herediano), de organizaciones no gubernamentales (Browser, de la Fundación Quirós Tanzi) y de instituciones del Estado (Gotita, del AyA; Toño Pizote, del MINAE; Bingo, de la Cruz Roja…).
“Hay personajes de todas las épocas: de los años 60, los 70, los 80, los 90 y de la actualidad”, afirma Ariel Arburola.
Costa Rica se ve en esta exposición. “La idiosincrasia de nuestro país se plasma en los personajes”, dice Carlos Redondo, y Arburola interviene: “La muestra también permite observar los cambios en las tendencias del diseño desde los años 50 y hasta hoy.
Las sonrisas dibujadas conviven con representaciones caricaturescas de seis ilustradores nacionales que nos han brindado personajes emblemáticos. Encontramos a Félix Arburola, creador de Tambor y de los Chupa Chups (de Gallito); a John Timms, de la empresa Marte Studio, inventor de la Tortirrica y de Gollo; y a Carlos Montero, quien dio forma a la vaca Lula.
Además pueden apreciarse la cara de Edén Pernía, responsable de los personajes de la campaña del centenario de Gallito; la de Hugo Díaz, el creador del personaje de Durman Esquivel, y la de Carlos Eduarte, quien le ha dado rostros a productos de Jack’s.
“Parte del objetivo de esta exposición es visibilizar a los creadores de los personajes, quienes suelen ser omitidos”, declara Carlos Redondo.
Fiorella Resenterra, directora del MADC, resalta el valor de la exposición para el diseño local: “Aquí observamos una parte poco estudiada del patrimonio del diseño costarricense. Nos pareció importante rescatar este legado, en especial en el marco del Festival Internacional de Diseño, que coincidió con la inauguración de la muestra”.
La alegría nos espera en el MADC. Allí, nuestra la imaginación vuela y nuestros sueños juegan entre miradas amigas y sonrisas.
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Querido Tambor. En 1984 se publicó la primera edición de la revista para niños Tambor, del Grupo Nación, cuyo personaje principal era un tamborcillo diseñado por Félix Arburola. Ahora, él nos cuenta el nacimiento del peculiar amigo:
-Cuando se me encargó diseñar al personaje, solo tenía el nombre de la revista: Tambor. Primero dibujé las letras; eran gorditas y cálidas, o, más bien, muy calientes, como se pone el cuerpo a las muchas horas de tocar tambor.
‘En ese punto se me vino a la cabeza un tamborcito regordete, simpático y muy ‘corrongo’. Realicé un boceto que fue aprobado sin correcciones y fue el que se utilizó en todos los números de la revista.

‘Elucubraciones ontológicas en torno al tambor serían bien recibidas en este momento, pero es suficiente decir que me basé en el simbolismo del instrumento musical como representante de ritmo universal cósmico... También visualicé al tambor como el instrumento preferido de los niños.
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Paseo de recuerdos. FUNDREDIMAS se ofrecerá hasta el 12 de mayo en el MADC, ubicado en el CENAC (avenida 3, calle 15, San José). Horario: de lunes a sábado de 9:30 a. m. a 5 p. m. Teléfono: 2257-7202.