El “Chueco” Gaucher, un militante de izquierda, defendía a diestra y siniestra el derecho de transitar por la izquierda, mientras los partidarios de la derecha juzgaban los discursos de Gaucher como torcida demagogia contra la tradición de circular por la derecha. Con retórica destreza, Gaucher solía citar la máxima de Juárez sobre los derechos humanos: “El respeto al derecho ajeno es la paz”. Por otro lado, los de la derecha invocaban el Evangelio según San Mateo : “Luego el Señor dirá a los de la izquierda: apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo’”. El disidente Gaucher fue detenido y llevado derechito a una mazmorra siniestra. Ese día, el Chueco se había levantado con el pie izquierdo; después de todo, era zurdo’
¿Qué se siente vivir en un mundo de derechos? Eso solo lo puede contestar una de cada diez personas, la proporción de zurdos en los países que los dejan ser libremente. No hace mucho, el número de zurdos que se registraba era menor. Esto se debió a la idea supersticiosa de que padecían una especie de tara y, por tanto, se los debía “remediar” obligándolos a usar la mano derecha, causa frecuente de disturbios psicológicos. Uno de los casos más sonados fue el abuso que sufrió Jorge VI de Inglaterra, el rey al que, siendo zurdo de niño, se lo forzó a usar la mano derecha, lo que lo contribuyó a convertirlo en un hombre tímido y tartamudo.
Mala fama. A través de la historia, los zurdos han sido víctimas de abusos. Bajo falacias perpetuadas por una mayoría de derechos, los zurdos fueron vistos como seres tontos, poseídos por el demonio y culpados de cometer brujerías y crímenes. No en balde, las palabras “zoquete”, que equivale a “torpe”, y “chueco”, que significa torcido, derivan de “zocato” (lat. soccus ), sinónimo de “zurdo”. “Siniestro” (lat. sinister ), antes de indicar al lado izquierdo, se refiere a malvado. Decir: “Ese siniestro zoquete, además de chueco, se hace el zueco”, es una redundancia al cuadrado.
Con el descubrimiento de la asimetría del cerebro y el predominio del hemisferio izquierdo (ej., el lenguaje) en relación con el derecho, muchos de los prejuicios han ido cediendo, y se ha minado la idea de que ser zurdo es malo.
Sin embargo, a pesar del avance de la ciencia y del “perdón” que las religiones han dado a los zurdos, los prejuicios son frutos de la ignorancia y la “razón” de los tontos. Al igual que la homofobia, en muchas sociedades persiste la sinistrofobia; en ellas, la izquierda se asocia con imperfección y desviación de la norma. En varios países son de uso frecuente acepciones despectivas, como “es gay”, “patea con la zurda” y “batea con la zurda”.
Algo distinto ocurre con los significados de “derecha” e “izquierda” en política. Su origen se relaciona con un hecho ocurrido durante la Revolución Francesa, cuando las dos tendencias rebeldes se ubicaban en distintas secciones del salón de la Asamblea Nacional. Los girondinos, compuestos por empresarios y grandes comerciantes de la alta burguesía, se situaban a la derecha; en cambio, los jacobinos, integrados por profesionales y modestos propietarios respaldados por el pueblo y el Consejo de París, se sentaban a la izquierda.
Aparte de esas curiosidades, se ignora por qué solo una pequeña parte de la población es zurda y cómo se determina el uso preferente de un lado del cuerpo sobre el otro, lo que se conoce como “lateralización”.
Aparentemente, la predilección del uso de la mano ocurre muy pronto, durante el primer trimestre de gestación. Fetos que se chupan el pulgar de la mano derecha –la mayoría– tienden a ser diestros después del nacimiento, mientras la minoría se chupa el de la mano izquierda y tiende a ser zurda.
Ventajas competitivas. Por mucho tiempo se planteó que la lateralidad del cuerpo estaba relacionada con el lado contrario del cerebro: siendo el hemisferio izquierdo el dominante, entonces la mayoría de las personas deberían ser derechas; pero hay muchas excepciones a esta idea.
También se ha propuesto que la preferencia por un lado está determinada genéticamente. Uno de los genes que ha recibido atención es el LRRTM1, que también se vincula con la asimetría del cerebro. Sin embargo, la teoría genética choca con el hecho de que gemelos idénticos que poseen los mismos genes pueden tener lateralización diferente; es decir, uno puede ser derecho mientras que el otro es zurdo.
Los matemáticos Mark Panaggio y Daniel Abrams, de la Universidad de Northwestern (EE. UU.), han propuesto una teoría evolutiva que plantea que la existencia de zurdos y derechos es el resultado del balance selectivo entre la cooperación y la competencia.
Se sabe que los primates que más colaboran entre ellos tienden a preferir más un lado que el otro, mientras que la proporción de zurdos y derechos tiende a ser mitad y mitad en los que colaboran poco. La colaboración entre la mayoría derecha se demuestra en muchas de las actividades humanas, y se hace evidente en el uso de herramientas, como las que se emplean en agricultura, cocina y mecánica, solo para mencionar unas pocas.
Al igual que otros grupos excepcionales, los zurdos tienen su razón de ser y desempeñan un papel importante en la evolución de los homínidos. Parte del éxito evolutivo de los humanos ha sido su tendencia gregaria a cooperar, pero también existe la competencia como factor de selección natural: de allí la existencia de los zurdos. Solo hay que sentarse a comer a la par de un zurdo para advertir la disputa que surge entre los codos y la riña por el espacio... Aunque “todos somos igualiticos, unos más somos más igualiticos que otros”.
Destrezas zurdas. Los zurdos son en general más diestros que los derechos pues tienen más pericia con su lado derecho que los diestros con su lado izquierdo, y son menos torpes desde el punto de vista corporal. Ello se debe a que los zurdos están obligados a vivir en un mundo diseñado para derechos, por lo que deben desarrollar habilidades con su mano más débil, la derecha, y tener mayor cuidado al manipular.
Solo hay que pensar en las reglas de la escritura, un pupitre, la cuerda de un reloj o un simple abrelatas: todos, elementos diseñados para los derechos. Por eso se propone que los pocos ambidextros de la población originalmente son zurdos “arrepentidos”.
La mayor habilidad de los zurdos se manifiesta en el combate y en los deportes frente a frente. No es raro que la proporción de zurdos en boxeo, béisbol, futbol, tenis, basquetbol, etcétera, sea mucho mayor que la esperada (uno de cada cinco), mientras que en el golf o el tiro al blanco es la misma que en la población general. Eso se debe a que, en un mundo de derechos, los ataques por la izquierda sorprenden: de allí los éxitos de Messi, Maradona, Nadal y Óscar de la Hoya, solo para mencionar algunos de los zurdos más destacados.
En relación con esto, existe un dato curioso sobre las escaleras de las torres medievales. En su mayoría, ascienden en espiral a favor de las manecillas del reloj, de tal manera que la espada en la mano derecha de los invasores que subían chocase contra el interior de la curva de la pared durante la acometida. De esta manera, quienes defendían bajando tenían el espacio suficiente para contraatacar. Por eso, los combatientes más temidos eran los que embestían por la izquierda; es decir, los siniestros'
El autor es microbiólogo e investigador de la Universidad Nacional.