A medida que Por las plumas es vista por más costarricenses, el cariño del público hacia los personajes, y especialmente hacia Jasón, aumenta. ¿Quién se esconde detrás del guarda de seguridad? ¿Por qué gusta tanto a la gente?
Marvin Acosta habló con Viva sobre el camino que lo condujo a representar a Jasón y el giro inesperado que ha dado su vida luego de la película.
¿Cómo se dio cuenta de la película Por las plumas ?
Estaba en la casa... no recuerdo si oyendo radio o televisión. Me di cuenta de que estaban buscando gente para una película nacional y me dije: ‘Bueno, voy a ir, voy a ir’, pero dentro de mi mente siempre salieron cosas como ‘mejor no voy por que estoy muy viejo’, cosas de tantos prejuicios que se tienen en la mente.
”Luego, estaba en Chepe con la moto y me dije: ‘La verdad que sí voy ir’, y me fui al Centro de Cine, un edificio muy lindo en barrio Amón. Allí vi a Neto Villalobos y a Alexandra (Latishev, asistente de dirección del filme), me tomaron varias fotos y me hicieron varias preguntas. De ahí salió la cuestión, como dice el dicho: ‘me mandé sin miedo y valiente’.
¿Cómo se preparó para encarnar a un guarda de seguridad?
Cuando Neto me llamó ya sabíamos cuál era la historia: un guarda muy solo que quería tener un animalito y yo era el compa de él. Yo encarné al personaje porque también he trabajado en esta vida, como humilde que es uno, también en seguridad. Ahí me metí al personaje.
¿Es usted una persona religiosa al igual que Jason?
No soy religioso sino de una relación con Dios. Las religiones fueron inventadas por los hombres y bajo esa relación es que yo trato (de relacionarme), con errores y defectos, como todos los seres humanos. Eso es lo que Dios quiere.
¿Como fue realizar algunas escenas donde el personaje ve la religión a su manera?
Fue lo más original posible; de hecho, yo en esta película no he actuado. He sido el mismo y Neto me dijo: ‘No, Marvin, lo quiero normal, hablá como sos, según tu convicción de relación con el Señor’.
¿Cuál fue la escena más difícil de filmar?
En cierto grado casi todas tuvieron su dificultad. Neto me decía que utilizara mi magia, pero la más difícil fue cuando yo me debía rasurar, y a cada rato debía quitarme el jabón con agua y volverlo a aplicar, una y otra vez.
¿Siempre quiso actuar?
Bueno sí, pequeñillo uno jugaba de películas de Joe West y similares. Sí, desde pequeñito pensé y soñé cómo eran los actores y cómo sería hacer una película.
¿Cómo es un día en la vida de Marvin?
Soy mensajero independiente, así que me levanto y estoy esperando a que alguien me llame para hacer algún mandadillo de mensajería. Si voy, al regresar a la casa acaricio a mi perrillo, porque hace como ocho años estoy soltero; además, tengo dos niñas. Pero si me llaman vuelvo a salir, así estoy... entro y salgo.
¿Por qué le dicen Gato?
Cuando llegué a vivir en Desamparados, me encaramaron el nombre de Gato porque yo andada mucho en bicicleta y soy muy chispa para las motos. He repartido muchas cosas y doy el servicio exprés: soy muy gato para andar en moto. Entonces, así me pusieron. También he sufrido muchos accidentes y no me he muerto, soy como un triple gato (ríe).
¿Qué otros trabajos ha tenido?
Nosotros nos criamos en una pobreza muy extrema en Escazú. Papá hizo un ranchito con latas de cinc. Mi mamá y mi papá trabajaban en casas ricas y ahí fuimos trabajando: jardinería, lavando carros, limpiando vidrios, guarda de bodegas con mi papá...
¿Como fue la experiencia de grabar en Puriscal?
Fue una experiencia muy linda y muy parecida a la gente con la que yo me crié en San Antonio de Escazú. Algunos dirían que muy polos y no, son muy cultos. Gente muy buena y servicial, está sola la verdad. Por eso esta película tiene tanto éxito: es una película honesta, con personajes muy originales.
¿Se esperaba esta respuesta de la gente?
No, yo más bien, pensaba dentro de mí cuando hacia algunas escenas: ‘¿Cómo es posible que a este mae Neto le guste esto si no tiene nada de gracia?’. Esos son los prejuicios que uno tiene en su mente.
”Jamás pensé que fuera tan divertido y que a la gente le iba a gustar mi forma de ser, de ver las cosas y de expresarlas y sentirlas.
¿Cómo se ha sentido con esta fama que aparece de pronto?
Me he sentido muy bien, pero realmente me da mucha vergüenza porque soy una persona común o corriente. Ya soy famoso, ahora solo me falta hacerme rico. Pero sí, la gente me ha hecho sentir muy bien y ahora estoy aprendiendo a usar Facebook, donde la gente me ha puesto mensajes increíbles: que soy un titán, un maestro. Me han enaltecido de tal forma que se los agradezco.
¿Ya lo han reconocido en la calle?
Sí bastante, en esos momentos hasta se me quiere parar el corazón; es bastante emotivo y me causa miedo, me pregunto: ‘¿Yo, “Gato’”?