En español, el vocablo inglés stone significa “piedra” y no otro apellido le podría ser tan exacto a Michael Stone, personaje principal de la película Anomalisa (2015), dirigida por Charlie Kaufman y Duke Johnson, filme animado con el difícil arte del stop-motion .
Anomalisa maneja su trama y conceptos según Charlie Kaufman (también coguionista), mientras el oficio del stop-motion (animación cuadro a cuadro con muñecos en escala) es responsabilidad de Duke Johnson.
Es juego de contenido y forma, donde las figuras animadas se muestran con algunas torpezas que no hacen mella.Lo cierto es que Michael Stone es un sujeto con una vida aparentemente acomodada, especie de triángulo equilátero (con sus lados y ángulos iguales); sin embargo, por eso mismo, su vida le resulta trivial o insípida. Es un sujeto pétreo.
Pese a ello, su profesión es la de ayudar (“Permítanme ayudarles”, dice su libro) y se dirige a Cincinnati a dictar una conferencia. Aquí el filme nos presenta al señor Stone con su ánimo empedrado. El primer indicio importante que se nos da sobre el carácter deprimido de este hombre es cuando él escucha esa pequeña joya operática titulada Dúo de las flores (de la ópera Lakmé , del compositor frances Léo Delibes).
Dicho dúo, poético con su melodía, es para sopranos; empero, Michael Stone lo escucha (y nosotros con él) con ásperas voces masculinas. Poco a poco descubrimos que el señor Stone todo lo oye de manera monocorde: solo hay voces varoniles y rostros iguales, máscaras rituales del aburrimiento.
Uno pensaría que esta historia daría mejores resultados con actores de carne y hueso, capaces de representar de manera más dramática el hastío por la vida. Aquí es cuando nos percatamos de la magia de la película, porque –de pronto– deja de ser impersonal y logra el efecto necesario.
Aquel movimiento cansino, aquella iluminación ocre, aquellas voces en una sola cuerda, aquellos rostros marcados como caretas o embozos, aquellas conversaciones insípidas, aquel mundo de cartón-piedra, los detalles, nos hacen sentir un mundo agobiado en sí mismo.
Luego, hay un momento en que el señor Stone se percata que de la piedra brota agua, como si fuese tocada por el báculo de Moisés, según el famoso óleo de Tintoretto. Es entonces cuando conoce a Lisa, a quien él oye con voz melódica de mujer.
Lisa es para Michael una especie de anomalía, una “anomalisa”, y el filme se enriquece aún más con lo que ciertamente es: se trata de una narración sobre los sentimientos humanos, donde Lisa marca la diferencia.
Anomalisa es película más bien introspectiva, lo es incluso con su magnífica secuencia erótica (de cama) que supera deficiencias visuales de la animación: el sexo aquí es esplendoroso distanciamiento de la rutina. Igual, esto es también esta buena película que les dejo aquí recomendada.
Estados Unidos, 2015. Género: Animación. Dirección: Charlie Kaufman y Duke Johnson. Duración: 90 minutos. Cine: Magaly. Calificación: CUATRO estrellas de CINCO posibles.