No se trata del enigma por sí solo; se trata del enigma como conductor de un relato, cuando el propio laberinto de la acción determina el diseño de los personajes y la atmósfera de la aventura. Es donde se da gusto Salvatore Totino con su excepcional fotografía.
Se trata de la película Inferno (2016), dirigida con maña por el siempre astuto Ron Howard, quien sabe sacar provecho de los argumentos que lleva al cine, algunas veces con mejores resultados. Otra vez trabaja con guion escrito por el siempre solvente David Koepp, basado en la novela de Dan Brown.
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El guion define bien su núcleo argumental e igual define bien sus personajes (lo que da lugar a buenas actuaciones), hay buen planteamiento de situaciones (aunque algunas se pasan de complicadas por puro gusto) y el desarrollo de los diálogos se da como esas oportunas señales de carretera (incluido el humor sutil).
El cuidado del director Ron Howard por llevar a buen puerto su entramado visual y narrativo hace –de Inferno – una película donde se nota la libertad y sapiencia con que dicho director articula todo el material que tiene a mano.
Sus problemas son cuando la acción prefiere sobreponerse a los dilemas y laberintos, como quien rehúye los aspectos conceptuales y el análisis de temas tan importantes como el exceso de población en el mundo: la certeza de un mundo que se acaba por la acción infantil de la humanidad y la falta de planes de control natal.
Urgentes de ser discutidos, esos temas pasan al vuelo entre el cúmulo de emociones que nos da el filme, y esta oportunidad no debió haberse perdido: o controlamos la natalidad y el calentamiento global o este mundo se verá agotado, ahora que respira de manera moribunda.
Con la trama, vemos al famoso investigador y profesor Robert Langdon, quien trata de evitar la explosión de una bomba capaz de acabar con la mitad o más de la humanidad.
Para eso, debe guiarse con la simbología oculta de la Divina Comedia , en la obra de Dante Alighieri: El Infierno .
Nuevamente, Tom Hanks se luce con dicho personaje (lo hizo en El Código Da Vinci y en Ángeles y demonios , en el 2006 y en el 2009), siempre dirigido por Ron Howard, aunque esta vez le sale una especie de antagonismo histriónico muy fuerte: el de la joven actriz Felicity Jones, con esa belleza bien escrutada o inquirida entre el bien y el mal.
De nuevo la música es elemento oportuno de apoyo, de Hanz Zimmer, aunque ya peca por repetitiva a la tercera ocasión, lo que no sucede con la fotografía. Aquí les queda esta recomendación con tres estrellas, aunque la crítica en general ha sido menos benévola con el filme.
Sin embargo, ante la opinión ajena, yo solo me hago responsable de la mía: este Inferno no es tan infernal, de verdad, es entretenido.
EE.UU.2015
GÉNERO:Acción
DIRECCIÓN:Ron Howard
ELENCO:Tom Hanks, Felicity Jones
DURACIÓN:121 Minutos
CINES:CCM, Cinépolis, Citicinemas, Cinemark
CALIFICACIÓN: Tres estrellas, de cinco posibles