Es cierto, alguna parte de la crítica ha cargado tintas para restarle méritos a la película Un don excepcional (2017), dirigida por Marc Webb, más conocido por sus dos filmes con El Hombre Araña como personaje, en el 2012 y en el 2014.
Los que defendemos esta película lo hacemos porque, más bien, encontramos en ella buena calidad como melodrama. Es posible que esto mismo moleste a ciertos críticos, a cinéfilos y a algunos pedantes (que los hay), quienes ven el melodrama como un género menor.
Que quede claro, en esta crítica separamos el melodrama del drama, porque el primero está libre de la tragedia interior que subsiste a lo largo de buenos dramas. Más claro aún: el melodrama es fórmula evocadora de sentimientos y hasta allí hay que mirarlo.
Hay melodramas cursis o folletinescos, cierto, pero el melodrama no es cursi ni folletinesco por sí (como género). En cine, no es nada fácil trabajar bien un melodrama ni mantener el equilibrio de los reconcomios de sus personajes. Narrar una historia a partir de las emociones de sus personajes, sin caer en cierta pornografía sentimental, es virtud del director.
Eso es lo que alcanza Marc Webb con Un don excepcional. El personaje principal es una talentosa niña huérfana (su madre se ha suicidado). Ella está al cuido de un tío, para quien la tarea y toma de decisiones no es nada fácil. El conflicto de la trama se plantea pronto y se atreve a rozar el tono de fábula. ¿Por qué?
Porque la película defiende el derecho de la niñez a disfrutar de eso: de su niñez. Es su moraleja. Está claro, los primeros manipuladores de la infancia ajena son los propios familiares, sean padres, abuelos u otros. De su propia familia es que el tío Frank debe proteger a Mary, la niña genial en matemática.
Frank no quiere para su sobrina aquellas condiciones de vida que llevaron al suicidio a la madre de Mary y hermana de Frank. El relato tiene importantes puntos de giro que no viene al caso citar ahora. Lo cierto es que el realizador Marc Webb logra pactar imágenes y narrativa con cuidadosa medida.
El lenguaje no se desborda de manera inútil por ninguna parte: no hay desenfreno estético, pero sí hay armonía y ponderación en la construcción dramática, a lo que, con creces, contribuye la enorme actuación de la niña Mckenna Grace como Mary.
Con tal conflicto planteado, es valioso descubrir que esta película resulta igualmente amena, porque, como dice el crítico argentino Emiliano Fernández, +Un don excepcional funciona como pequeña y exitosa anomalía en un enclave en donde muchos filmes han fracasado de la manera más estrepitosa.
En cuanto a la presencia del conocido actor Chris Evans, en Hollywood hay histriones mejores para un papel como el tío de la niña. Así, la película habría ganado en ímpetu. Por dicha está la gran actriz Octavia Spencer para darle más cuerpo al elenco. Filme recomendado.
Ficha técnica
Título original: Gifted
Estados Unidos, 2017
Género: Melodrama
Dirección: Marc Webb
Elenco: Mckenna Grace, Chris Evans, Octavia Spencer
Duración: 101 minutos
Cines: Cinépolis
Calificación: Cuatro estrellas de cinco posibles