En la Nueva York de El amor es extraño , la frenética ciudad abre paso a una mirada tan íntima que cada gesto y cada palabra adquiere la densidad de una confesión. Tras la boda de Ben y George, uno de los dos se queda sin empleo, y viven en casas de amigos mientras encuentran un sitio barato para vivir. Con ritmo paciente y cálido , el filme nos lleva con ellos en su repentina separación.
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Para Ira Sachs , el notable cineasta estadounidense que estrenó la película en el 2014, este método de fluir con los personajes y captar lo ordinario es la forma de encontrar lo extraordinario. “Siempre me ha interesado cómo los individuos coexisten y en comunidad. He vivido en Nueva York por 25 años; es un sitio que conozco muy íntimamente y quería compartir una perspectiva íntima con la audiencia”, comentó en una entrevista telefónica desde el set de su nuevo proyecto, The Silent Treatment –que contará con Greg Kinnear y la chilena Paulina García –.
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“Existe una historia de la ciudad, pero también una historia de los filmes realizados en ella”, dice Sachs. Nueva York es el sitio ideal para sus historias que trazan los vínculos entre hogar, propiedades y vida familiar.
“Cuando empecé a trabajar con Mauricio Zacharias (coguionista) en esta película y Keep The Lights On , tuvimos la suerte de que hubiera un festival de Yasujiro Ozu en el barrio”, recuerda. Else cineasta japonés destacó en los años 50 por su estilo delicado, muy intimista, que resalta los pequeños dramas cotidianos.
“Quizás, siendo un hombre de mediana edad, sus películas resonaron mucho conmigo por su perspectiva de cómo cambia la vida conforme creces. A mi edad (49), no eres ni muy viejo ni muy joven; también estás consciente de la muerte. Creo que lo que Ozu te enseña es que si te concentras agudamente en lo ordinario, puedes revelar lo extraordinario”, explica el realizador.
Para tales efectos, la química excepcional entre Alfred Molina y John Lithgow, angelinos que parecen neoyorquinos natos, resulta un aporte para evitar que la trama resulte muy tenue. “Lo que yo no sabía era que habían sido amigos por muchos años y han pasado por situaciones profundas juntos. Eso hizo posible el mundo de Ben y George”, comenta Sachs.
“El placer de contar con actores como ellos es que entienden el humor y la comedia en la vida”, añade. “Debes ser un buen narrador de historias. Ya que los dramas son en pequeña escala, debes hallar el tono más cuidadosamente, porque existe la posibilidad de que el drama resulte demasiado frágil”, advierte. La familiaridad, la intimidad física, los olores, el hecho de perder a alguien que uno ama: eso busca.
Ahora bien, el tratarse de un matrimonio homosexual, ¿esperaba una reacción distinta en países como este, donde aún no es legal? “Siento que si atinas con los detalles, la psicología y la experiencia emocional de los personajes resonarán con cualquier persona”, afirma. De todos modos, su esposo es ecuatoriano y tienen dos hijos: “Tenemos una familia moderna. Este filme es típico en las vidas de muchas personas”.
‘No vivimos en la época de William Shakespeare y, sin embargo, sus obras aún resuenan con nosotros, pues nos hablan de conceptos básicos: la familia, el amor, la intimidad, las generaciones... Uno aspira a ese tipo de universalidad’, considera.
En El amor es extraño, resalta esa búsqueda tersa de una proximidad física y emocional, que contrasta con el bullicio imaginable en una gran ciudad. Aparte de Yasujiro Ozu, recuerda a cineastas como el taiwanés Edward Yang, otro maestro en contar historias multigeneracionales en grandes ciudades y sociedades en plena transformación.
"Ese es el placer de la vida citadina y también su peligro. Dónde las personas encuentren privacidad es parte del reto. Esa es una de las razones por las que me enfoco en Joey (el sobrino adolescente de Ben), quien es testigo del circo familiar. Los filmes de Yang han sido importantes para mí porque cuentan una historia de la familia en el sentido amplio; eso es, la familia que elegimos, la familia con la que estamos forzados a vivir", explica Sachs.
En su próxima cinta, Sachs se enfocará en dos chicos que se vuelven amigos conforme sus padres se convierten en enemigos mortales. "Será otra película sobre bienes raíces, vida familiar y Nueva York. Todos los libros que amo son acerca de dos cosas: amor y dinero", adelanta.