Los directores Ernesto Villalobos y Miguel Gómez declinarán la invitación del Ministerio de Cultura y Juventud para que sus películas, Por las plumas y El fin , concursen en el festival de cine Paz con la Tierra.
Ambos confirmaron anoche sus intenciones a La Nación , vía telefónica, tras conocer la decisión del viceministro Iván Rodríguez de incluir en la competición los filmes que fueron rechazados por el jurado preseleccionador del festival, en el que el ministerio figura como órgano director.
“Sabemos de las dificultades y retos, de orden económico, artístico e intelectual, con los que la producción de un largometraje enfrenta a las y los profesionales y artistas del audiovisual; sabemos también que, como en otros festivales del mundo, existe la figura de invitación directa por parte de la dirección respectiva”, reza el comunicado enviado anoche por Rodríguez.
También estaba descartada la participación en la competencia de Historia de un Óscar , del cineasta nacional Dyrson Brown, el único que aceptará la invitación. Los tres títulos contaban con la posibilidad de ser exhibidos fuera de concurso.
Hasta ahora, no están claros los motivos por los cuales esos tres largometrajes fueron rechazados por el jurado conformado por el crítico Mario Giacomelli, Antonio Yglesias y Ana Cristina Castillo.
Esto hizo que Villalobos tomara la determinación de que Por las plumas se mantenga fuera de concurso, pues opina que se deben respetar las conclusiones del jurado.
“Si el ministerio está considerando que el jurado se equivocó, el ministerio debería asumirlo, pero no nos están aclarando tampoco cuáles son las razones (los criterios del jurado)”, manifestó mediante una entrevista telefónica.
“(El viceministro Rodríguez) me dice que no sabe por qué, si no sabe él, ¿quién lo sabe? O tal vez lo preguntó, pero no me lo quieren decir”, continuó.
Villalobos resaltó la necesidad de que exista claridad en los filtros para la selección de las películas que podrán ingresar a los próximos festivales, ya que opina que los criterios no deben depender de los gustos del jurado o de factores como el tipo de humor o el uso de vocabulario inapropiado.
Por su parte, Gómez, director de El Fin , sostiene la decisión de que su obra no sea exhibida en el festival, tal como lo anunció hace una semana, en apoyo a Villalobos.
“Yo no puedo ser parte de algo que va en contra de lo que pienso que debería ser: un festival inclusivo que crea comunidad, que no empieza diferenciando y marginando largometrajes que van en estreno y, sobre todo, que deja en tela de duda el criterio (del jurado)”, explicó.
Según dijo, ayer recibió una llamada telefónica de Rodríguez, quien le explicó que “hubo un mal manejo en la programación del festival y que ellos (el ministerio) tenían que tomar responsabilidad sobre eso”.
Quien sí aceptará la oferta es Dyrson Brown, por lo que su filme Historia de un Óscar será la gran novedad en la competición de largometraje costarricense de ficción, donde medirá fuerzas contra Padre (Alejo Crisóstomo), Puerto padre (Gustavo Fallas) y Princesas Rojas , de Laura Astorga.
“Me parece que su posición es muy respetuosa bajo el contexto en que se está haciendo cine nacional. Es inclusiva y eso es lo más importante”, comentó Brown.
Reacciones divididas. La decisión de Rodríguez generó molestia en Antonio Yglesias, uno de los miembros del jurado.
“Es muy poco usual. Los fallos de los jurados son inapelables. Eso, en el mundo entero, es un irrespeto lo que está haciendo el viceministro”, adelantó, pese a que prefiere reunirse con los otros integrantes de la comisión preseleccionadora para emitir un pronunciamiento.
La Nación intentó conversar anoche con Rodríguez para dilucidar si conoce los criterios por los cuales el jurado rechazó que las tres películas ingresaran a competición y si consideraba que la medida adoptada podría demeritar las valoraciones del jurado.
Sin embargo, el jerarca indicó que se encontraba en una reunión y ofreció atender las consultas por correo electrónico. Al cierre de esta edición aún no había respuesta.
Laura Astorga, una de las directoras que desde el inicio fue admitida en la competición en las categorías de largometrajes nacionales e internacionales opinó que la decisión de Rodríguez “pasa por encima del jurado” y expresó que espera que el festival Paz con la Tierra madure de aquí a unos 10 años, para que adquiera autonomía parcial del Ministerio de Cultura y no enfrente este tipo de situaciones.
“Considero que el festival se está formando, en otro momento, un jurado preseleccionador no permitirá eso. Por ahora, el viceministro tiene mucha potestad”, indicó.
A Gustavo Fallas, en cambio, le parece que la determinación tomada por Rodríguez resulta beneficiosa para la coyuntura que vive la cinematografía nacional y destacó que los festivales prestigiosos se reservan siempre la posibilidad de hacer invitaciones directas.
Se intentó conocer la posición de Giacomelli, pero no contestó las llamadas.
También se intentó localizar a la directora del Centro de Cine, Laura Molina, pero desde el lunes la oficina de prensa de la entidad informó que se encontraba en reuniones y tampoco atendió las múltiples llamadas a su celular.