París
Los grandes del séptimo arte -de Woody Allen a Pedro Almodóvar o Steven Spielberg- tienen cita en Cannes del 11 al 22 de mayo para un festival que apostó a cineastas consagrados sin renunciar a las sorpresas.
Esta 69ª edición espera además en la famosa escalinata y su alfombra roja -más larga que de costumbre por medidas de seguridad antiterroristas- a estrellas ascendentes en el firmamento del cine como Kristen Stewart, Elle Fanning, Adèle Haenel o Lily-Rose Depp.
Un jurado presidido por el australiano George Miller (Mad Max) atribuirá al cierre del evento la codiciada Palma de Oro a la que aspiran 21 largometrajes y una decena de cortos.
El regreso del cine de Brasil y España, ausente en ediciones anteriores, traerá a la competencia Julieta de Almodóvar y Aquarius, segundo largometraje del brasileño Kleber Mendonça Filho, protagonizado por la veterana Sônia Braga.
Buena parte de los otros aspirantes son cineastas reincidentes en la Croisette, entre ellos los hermanos belgas Luc y Jean-Pierre Dardenne, que ya ganaron dos veces la Palma de Oro y acarician la esperanza de una tercera con La fille inconnue.
Entre estos habituales hay veteranos como el británico Ken Loach (Yo, Daniel Blake) o el norteamericano Jim Jarmusch (Paterson), cineastas maduros como Andrea Arnold (American Honey) o Jeff Nichols (Loving) y una vanguardia adulada y promisoria liderada por el canadiense Xavier Dolan, premiado por el jurado hace dos años, que estrenará esta vez Es solo el fin del mundo.
El actor Sean Penn pasó nuevamente del otro lado de la cámara para dirigir The last face, historia de amor ambientada en África entre un médico humanitario (Javier Bardem) y la directora de una agencia de ayuda internacional (Charlize Theron).
El mundo de la moda asomará en la pantalla con la fantasmagórica Personal Shopper del francés Olivier Assayas y The neon demon, del visualmente meticuloso realizador danés Nicolas Winding Refn. Ambientada en Los Ángeles, linda con el género de vampiros también abordado por al menos tres filmes en otras secciones.
Los festivaleros más curiosos o inquietos dedican parte de su tiempo a la pesca de perlas, no en aguas del Mediterráneo sino en las profundidades de las secciones paralelas, donde buscan tesoros cinematográficos menos trillados o los grandes maestros de las próximas décadas.
Allí también se codean veteranos e imberbes. El chileno Alejandro Jodorowsky, autor del alucinado filme culto de los años 1970 La montaña sagrada, que regresó en 2013 con La danza de la realidad, vuelve a los 87 años con su secuela autobiográfica Poesía sin fin, sobre sus años mozos en Santiago.
También de Chile y en la misma sección Quincena de Realizadores, el exitoso Pablo Larraín presentará Neruda, sobre la vida del escritor durante los años 1940 cuando se acercó al comunismo.
España presentará la mística Mimosas. del gallego Oliver Laxe. filmada en los fabulosos paisajes del Atlas marroquí y La muerte de Luis XIV, reconstrucción histórica del catalán Albert Serra.
La sección Una Cierta Mirada mostrará en su selección La larga noche de Francisco Sanctis, de los argentinos Francisco Márquez y Andrea Testa.
Fuera de competencia, el venezolano Jonathan Jakubowicz revivirá en Mano de Piedra las glorias de Roberto Durán, con Robert de Niro en el papel del entrenador del legendario boxeador panameño.
La Palma de Oro también premia cada año el mejor cortometraje. Entre la decena de aspirantes hay películas de España (Timecode de Juanjo Giménez), Colombia (Madre, de Simón Mesa Soto) y Brasil (A moça que dançou com o diabo, de João Paulo Miranda.
Completan la presencia brasileña los cortos O delirio é a redenção dos aflitos de Fellipe Fernandes (Semana de la Crítica) y Abigail de Isabel Penoni y Valentina Homem, en la Quincena de Realizadores, donde Eryk Rocha presentará su ensayo poético en 90 minutos Cinema Novo sobre ese importante movimiento cinematográfico que lideró en el siglo XX su padre Glauber Rocha.
Decenas de filmes completan el programa de un festival que abrirá con Café Society de Woody Allen e incluirá también fuera de la contienda a Mi amigo el gigante, fantasiosa aventura firmada por Steven Spielberg, fruto de su colaboración con Disney.
Junto con los elencos de actores y representantes comerciales que buscan colocar las cintas en el mercado del cine, cada película programada en Cannes tiene su respectiva fiesta, celebrada en tiendas montadas en la playa, en la cubierta de un yate o los jardines iluminados de alguna villa encaramada en las colinas que rodean la ciudad.