El adiós a Paul Walker debía ser titánico... tan veloz y tan furioso, que los carros ya no solo se devoran el asfalto y sino que hasta se atreven a probar el cielo. Ahora, los chuzos de Toretto vuelan, casi literalmente.
En Rápidos y furiosos 7 ( Furious 7 , 2015), la adrenalina motorizada que ha fascinado al mundo se funde en una película con delirantes maniobras aéreas y un tono sentimental, que podría aguarle el ojo. Todo esto con el fin de rendirle tributo a Walker, actor fallecido en un accidente de tránsito en el 2013 .
La cinta que se estrena hoy en los ticos se vale de la frase “No tengo amigos. Tengo familia” para justificar el último abrazo al actor de los ojos verdes (Paul Walker), para entender a Dominic Toretto (Vin Diesel) y su espera incondicional por la amada Letty. Sobre todo deja claro una cosa: hasta la vida podrían dar para salvar el honor de sus amigos.
“Paul (Walker) era un hermano para mí. Las relaciones entre la familia de Rápidos y furiosos son profundas y significativas, y nuestros personajes en la cinta harían cualquier cosa por el otro. El apoyo y sentido de familia que existe en el filme se descarga en nosotros fuera de la pantalla”, declaró conmovido Diesel.
En esa línea anoten esto: ¡Han (Sung Kang) fue asesinado!... y es claro que eso no quedará impune. Jamás en esta familia.
“Después de estar viviendo una vida relativamente tranquila, Toretto y Brian O'Conner (Walker) se enteran de que Han fue asesinado y Hobbs (Dwayne Johnson) está internado en un hospital”, detalla la sinopsis oficial de la película.
¿El culpable? Pues el desalmado Deckard Ian Shaw (Jason Statham). Es un asesino a sangre fría que tiene una cuenta por saldar y está cazando, sistemáticamente, a aquellos que hicieron daño a Owen (Luke Evans), su hermano menor.
“Toretto, O'Conner, Roman (Tyrese Gibson), Tej (Ludacris) y Letty (Michelle Rodriguez) realizarán lo que sería su último viaje como equipo. Su inspiración es Han y su sentida muerte”, agrega el argumento.
En Los Ángeles, Toretto y compañía tendrán su última carrera para buscar la revancha y, de paso, por pura conveniencia, ser los artífices de una importante misión gubernamental.
Además de ir a la caza de Shaw, deberán alejar de manos terroristas el Ojo de Dios, una peligrosa tecnología de espionaje de la que advierte Mr. Nobody (Kurt Russell), un carismático agente del gobierno estadounidense.
Así, amenazados por drones y helicópteros armados con torpedos, el equipo de Toretto y una sexi hacker llamada Ramsey (Nathalie Emmanuel), expondrán su físico más que nunca: un poco por venganza, un poco por amor... ya no tanto por dinero.
En contexto. La trama de Rápidos y furiosos 7 se desarrolla más de un año después de que la pandilla regresa a Estados Unidos, luego de haber sido indultados.
“Los encontramos transitando por la vida del lado correcto de la ley, pero su hogar ha adquirido un carácter surrealista. Dom intenta desesperadamente reencontrarse con Letty (Rodríguez), mientras Brian lucha por acostumbrarse a la vida suburbana con Mia (Jordana Brewster) y su pequeño hijo”, agregan las notas de producción de la película.
La amenaza que representa Deckard Shaw los sacará a todos de su letargo y los llevará a sortear la muerte en lugares tan lejanos como Abu Dhabi, capital de Emiratos Árabes. Desiertos, transitadas calles y hasta rascacielos servirán de pista para sus bólidos.
En esas impresionantes locaciones James Wan, conocido por éxitos de terror como Saw , El conjuro e Insidious , da rienda suelta a su creatividad.
“Soy un fanático de la franquicia. Primero y ante todo, fue emocionante para mí salir del género en el que soy conocido y abordar tan gran y amada serie”, expresó Wan en los apuntes del filme.
“Una gran parte de mi meta para Rápidos y furiosos 7 era esforzarme al límite y mostrar algo un poco diferente”, agregó.
El origen de Shaw. El hilo conductor de Rápidos y furiosos 7 es Tokyo Drift (2006), la tercer película de la saga que, “ eventual y estratégicamente, anidaría en la mitología de Rápidos y furiosos ”, anotan los productores haciendo alarde.
De esa película, en la que Diesel hace una aparición sorpresa al final de la cinta y en la que Han muere en un accidente, es donde se origina el personaje de Deckard Ian Shaw, como asesino.
En una escena tras los créditos , luego de Rápidos y furiosos 6 , se revela que Shaw fue el culpable absoluto del accidente.
“Todo fue parte de un plan maestro. La revelación del conductor, hasta ahora desconocido en Tokio Drift, y que embistió el auto de Han con su Mercedes, es el sello de una franquicia con su inteligente descifrado de personajes del pasado y elementos de la trama, provoca nuevas y apasionantes historias”, agregó.
De esta manera, Tokio Drift –considerado el filme perdido de la saga– encuentra sentido entre los recovecos de Rápidos y furiosos 6 y el desarrollo de una Rápidos y furiosos 7 muy bien calificada por los expertos.
¿Despedida?. Aunque Rápidos furiosos 7 parece marcar el final de una de las sagas más largas y exitosas de Universal Pictures, hay ciertos indicios que parecen decir lo contrario.
Además de que la escena final de Rápidos y furiosos 7 sugiere algo más, en una entrevista con Jimmy Kimmel, Vin Diesel contó que Kurt Russell se sumó a esta película con miras a una nueva y aún más fascinante historia.
“Russell se ha sumado (a la saga) en esta película, pero lo contratamos pensando en la historia que viene y que se desarrolla en Nueva York”, declaró Diesel sin dar más detalles.
En todo caso suena lógico que la fiesta sobre ruedas continúe, pues sería extraño dejar morir una serie fílmica que, en 15 años, ha recaudado un total de $2.335 millones y cuyo estilo se ha clavado en el corazón de sus fans.
Así que, si al final de Rápidos y furiosos 7 se le escapa una lágrima que sea por Paul Walker y su conmovedor tributo, pero no se adelante a sepultar la saga.