Desde 1981, el Festival de Coreógrafos ha sido un espacio importantísimo para el desarrollo de la danza escénica en Costa Rica, el cual sufre transformaciones constantes y es ahí donde reside su vigencia, gracias a que cada director del Teatro Nacional le ha dado su sello, al introducir cambios con el fin de mejorarlo.
En esta oportunidad, bajo la dirección de Fred Herrera, se propuso para la XXXIII edición del Festival de Coreógrafos Graciela Moreno eliminar la premiación en las tres categorías y, en su lugar, otorgar un solo galardón a los que participen con una obra inspirada en la temática de la longevidad. Además, para retomar los orígenes de este evento, se estableció la intervención coreográfica libre.
Se mantienen los jurados nacionales e internacionales que otorgarán reconocimientos al mejor vestuario por parte de la Alianza Francesa y mejores intérpretes asignado por Anatradanza. Es importante señalar que se eliminó una noche de presentaciones, lo que obligó a programar hasta seis obras cada noche.
Comienzo. Las coreografías de la primera función que participaron en categoría libre fueron el cuarteto Crítica de la autocomplacencia , de David Calderón; un grupal titulado Insania , de William Retana, y Jonás un solo creado por Luis Daniel Cubillo.
Por su parte, Cronología de una vida sin tiempo , de Fabio Pérez, y Macrobiosis , de Sol Carballo, participaron por el concurso temático.
De lo visto, David Calderón en Crítica de la autocomplacencia recurre a un elenco competente constituido por Alfonso Castro, María Jiménez, Paula Herrera y Pilara Aragón, quienes ejecutaron con limpieza su propuesta en la que pone a jugar en la escena a tres mujeres y un hombre. Esta pieza carece de buena dramaturgia.
Fabio Pérez, otra vez, se hace acompañar de Andy Gamboa para protagonizar su versión sobre la longevidad, propuesta que resultó interesante en el abordaje del tema. Sin embargo, el autor se apoyó más en el texto y descuidó el lenguaje coreográfico.
William Retana, en su creación, abordó la locura y la expuso de manera clara sin apoyarse en otros recursos más que en la corporeidad del conjunto y utilizando el movimiento como elemento principal de su composición.
Retana logró crear diseños e imágenes afines a su premisa; no obstante, le faltó depurar algunas escenas, así como limpieza y profundizar en la dirección interpretativa. Buen inicio como creador.
Como cuarta obra vimos Macrobiosis , de Sol Carballo. Siempre dentro de su estilo compositivo, tiene bellas imágenes iniciales alusivas a la longevidad como el reloj, el tiempo, la muerte, el pasado, el dúo del viejo y la niña, etc. Poco a poco introduce a los personajes, pero sus acciones se diluyen sin llegar al punto.
Finalmente, Luis Daniel Cubillo, en su unipersonal Jonás fue eficaz al utilizar de buena manera los recursos que introdujo en la escena; fue preciso porque a cada segmento le dio el tiempo requerido para exponer la correlación entre metáfora de cómo a Jonás se lo tragó un pez grande y al hombre actual se lo está devorando la sociedad con sus requerimiento materialistas. Es buena su propuesta porque tiene poesía, contenido legible y expresividad.
FICHA ARTÍSTICA: XXXIII Festival de Coreógrafos Graciela MorenoCoreografía: David Calderón, Fabio Pérez, William Retana, Sol Carballo, Luis Daniel CubilloFecha: viernes 2 setiembre de 2016, 8 p. m.Lugar: Teatro Nacional