EscucharQue vengan los bomberos, que me estoy quemando. Que vengan los bomberos, que esto es un incendio . La letra de la canción de Daniela Romo fue repetida incontables veces este domingo en la presentación del calendario 2016 del Cuerpo de Bomberos de Costa Rica.
Y es que calor había, fuego dentro del cuerpo también. Decenas de mujeres y muchos curiosos se agruparon este domingo en el parqueo de Paseo de las Flores, en Heredia, para ver uno a uno a los corpulentos hombres que protagonizan las ardientes fotos del almanaque que celebra los 150 años de esta benemérita institución.
Fueron 15 muchachos fornidos, de abdómenes marcados y brazos musculosos quienes ofrecieron un vistazo al calendario en pleno mediodía.
El sol no fue el único responsable de poner candente el ambiente. La pasarela de los muchachos y un par de coreografías a ritmo de reguetón se encargaron de encender el ánimo de las fanáticas, quienes desde temprano gritaban a más no poder para ver a los guapos uniformados de los Bomberos.
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El codiciado almanaque vale ¢5.000 y las ganancias serán a beneficio del Hospital de Niños.
Público meta. Los grupos de amigas fueron la constante en la presentación. En formaciones de dúos, tríos y hasta más de cinco, las muchachas se hicieron presentes para ver en carne y hueso a quienes las acompañarán durante el próximo año en imágenes colgando de la pared.
“Están excelentes; de fijo se van a vender todos los calendarios porque están bien guapos”, comentó Kimberly González, de Heredia. Ella fue recatada en su respuesta, porque cuando los muchachos llegaron a la tarima los piropos –algunos bastante fuertes– llenaron el lugar.
“¡Cásese conmigo!” o “¡Venga para quererlo!” fueron algunos de los gritos más comunes.
Lejos de intimidarles la presencia de tanto público femenino, los bomberos –que en su mayoría nunca habían hecho algo igual– se sintieron animados. Además de la pasarela, dieron algunos pasitos sensuales de baile para complacer a la concurrencia.
Agua para el calor. Con dos salidas para presentarse, cada uno de los modelos –que son bomberos consolidados y otros estudiantes de la academia– hicieron sus mejores poses para las cámaras que los enfocaban.
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Los gritos y los aplausos no paraban. Incluso, los saltos para ver mejor fueron más altos para no perderse detalle de los torsos desnudos de aquellos hombres.
El ambiente estuvo siempre animado, acompañado por el sonidos de las sirenas de los camiones apaga incendios.
Los bomberos se dejaron llevar por la adrenalina de su público y complacieron a muchas con algunos guiños sensuales y sonrisas encantadoras.
Para calmar el calor, un chorro de agua de una manguera de Bomberos empapó a los presentes. El cometido no se cumplió; el gentío aún pedía más, pero ya aquellos fornidos habían cumplido.
