San José, Costa Rica
La carrera por la corona de Miss Universo no empieza desde que las candidatas arriban a la sede del concurso; la competencia comienza a calentar desde que la ganadora de cada país es absorbida por las redes sociales.
Los sitios especializados en certámenes (Missosology y Global Beauties, entre otros), expertos en belleza y medios de comunicación las empiezan a colocar en su ranquin de favoritas. Ahí empieza la verdadera lucha por llamar la atención.
Todos los años hay una candidata que domina los listados, y esta vez ese sitio de “privilegio” se lo ganó la señorita Colombia.
Sin embargo, ubicarse tan bien puede ser un arma de doble filo: o la chica se convierte en una gran decepción (digamos que solo es fotogénica) o su belleza y presencia son tan arrasadores que cada gesto, movimiento y palabra es criticado por todo el mundo.
Por eso no es de extrañar que ahorita medios y blogueros en Colombia, como en otras latitudes donde este concurso de belleza es muy popular, empiezan a criticar los gestos y malos modos que las cámaras fotográficas han captado de la chica colombiana.
El tema del “carácter de la colombina” se agudizó cuando uno de los maquillistas del certamen, Jorge Pastor (quien por cierto también es colombiano), dejó entrever con algunos de sus comentarios en Instagram esa particularidad de la colombiana.
Cierto o no todo este drama entorno a la forma de ser de Miss Colombia, es innegable la belleza de esta chica. Por esa razón, muchos esperan que el próximo 25 de enero su nombre sea llamado al panel de finalistas y le arrebate a Venezuela el trono de la belleza universal.